Capitulo 2

764 41 0
                                    


Nota al final.


Tropecé con alguien, levante la mirada y me encontré con el rostro más lindo que haya visto, tenía ojos claros, tez blanca, cabello rubio castaño, con una sonrisa que derrite a cualquiera.

- Hola, lo siento en verdad no quería hacerte daño. –me dio la mano.- Lo siento mucho en serio.

- No pasó nada solo fue una caída. –respondí, agradezco no haber suspirado.

- ¿Segura que estas bien?

- Claro.

- Bueno, siento ser tan grosero, mi nombre es Kendall.

- Hola Kendall un gusto. –estreche su mano.- Mi nombre es Tn_.

- Eres la hija de Jorge ¿cierto?

- Sí, soy yo.

- Un gusto, es un placer conocer a alguien muy bonita como tú y más si eres la hija de uno de los socios de mi padre.

- El gusto es todo mío.

- Supongo que no has encontrado tu salón.

- Estas en lo cierto no se ni dónde están las escaleras. –baje la vista, observando el horario. Matemáticas a primera hora, genial, lunes a primera hora matemáticas, simplemente magnifico.

- Nada que no le haya pasado a otro alumno, te acompañó, vamos.

- Muchas gracias. –mis pasos se unieron a los de él, el pasillo se encontraba vacío.

- Y bien, ¿qué te parece Hawaii?

- Hum, no me gustan los climas calurosos, y la playa no es una de mis grandes pasiones, pero por el poco tiempo que llevo aquí he conocido a personas gentiles y eso me agrada.

- Déjame decirte que esta ciudad es la mejor de todas, no te arrepentirás de estar aquí, la gente es muy generosa y nos gusta ayudar, aunque se nota que aún no dominas muy bien el inglés.

Espero y no te equivoques, es mi primer pensamiento.

- De hecho contrabajo hablo contigo.

- Te acostumbras, suele pasar cuando no es tu primera lengua. Pero muy pronto podrás dominarlo igual que todos nosotros. Al principio es difícil pero la constancia lo resuelve todo. –mientras lo dice se detiene y me encara.

- Gracias, tienes tanta razón.

- Llegamos, cuando salgas al descanso te enseño toda la universidad, ¿te parece?

- Me parece bien.

- Entonces nos vemos en la cafetería, disfruta tu clase. –gira y camina hasta perderse por los pasillos.

¡Hay Kendall!, nadie disfruta una clase y menos si es matemática.

Entre al salón y acomodo mis cosas sobre la butaca.

El maestro llegó unos minutos después, todos nos presentamos, cuando terminó la clase, camine hasta la cafetería con ayuda de alumnos que encontraba y que eran tan amables de explicarme como llegar.

Mientras caminaba por el pasillo y doblaba hacia la derecha sentí un golpe muy fuerte, tal cual como si me hubieran tacleado en un partido de basquetbol o peor aún en uno de fútbol americano, mis libros cayeron por el impacto y mi trasero impacto tan duro contra el piso que sentí hasta la cadera fracturarse.

Tan pronto caí, un chico se acercó a mí, sus ojos escanearon la vergonzosa escena.

- Lo siento, no me fije por donde caminaba. –sus ojos no paraban de escanear todo lo que había hecho.

No estoy dispuesto a perderte una vez más. -James Maslow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora