Capitulo 41

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Nota al final.


La semana ha llegado y con ella mi falta de apetito y ánimo, mi gusto por la cama se ha vuelto un lazo casi irrompible. Cuando logro separarme de ella, me baño y salgo al patio por aire fresco aunque solo lo he hecho una vez sin la presencia de mi papá, y estamos a mitad de semana. Hoy en un día de esos, quizás mi ánimo no es el mejor pero tampoco me encuentro con ganas de quedarme en la cama hasta que mi cuerpo se canse y me obligue a levantarme.

Escucho el toque de la puerta.

- Adelante. -respondo, giro olvidándome por un momento de la vista que me da la ventana.

- Princesa. -la voz y facciones de mi papá dan a entender lo sorprendido que esta y honestamente ¿quién no? sale de casa estoy acostada, manda a Kendall sigo acostada, vuelve y sigo acostada.

- Papá. -susurro. Sé que aún no llega el 10 de julio, pero solo faltan tres días para ello.

- Te traje el desayuno.-señala la bandeja.- ¿Quieres hacer algo hoy? -niego.- ¿Quieres comer algo especial? -vuelvo a negar.

- Me gustaría ver a Kendall.

- En un momento llega, no quiero dejarte sola. -asiento.- Voy a la oficina pero en tres horas estoy de regreso.

- No es necesario papá.

- Lo es, vuelvo en seguida.

Me baño y salgo a caminar. En el momento que cruzo la puerta la nostalgia llega, lo ignoro, y sigo caminando hasta llegar al patio trasero. Olvido el tiempo que he pasado sentada sobre el césped hasta sentir la presencia de alguien a mi lado, imitando mi posición.

- ¿Así pasas tu tiempo en vacaciones?

- Suelo hacer cosas más productivas. -contesto. Sin despegar la mirada de las palmeras.

- ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

- Lo ignoro.

- ¿Ya almorzaste? -pregunta. Yo niego.- Vamos, te preparare algo. -se levanta del césped con tanta facilidad.

Intento hacer lo mismo, pero antes de poder levantarme me llega un mareo que logra desequilibrarme. James es más rápido y me toma por la cintura y el brazo para evitar mi caída.

- Gracias. -susurro.

- ¿No has estado comiendo bien, verdad? -niego incapaz de poder responder. Otro mareo llega acompañado de nauseas. James refuerza su agarre, e intenta caminar, no lo logra, mis piernas flaquean.- ¡Ay hermosa! Desde cuando no comes. -soy incapaz de responder. James me toma por las piernas y camina conmigo en brazos.

Llegamos a la casa, me deja sobre mi cama.

- Ahora vuelvo, no tardo. -sale de la habitación. Regresa con una bandeja, se sienta a mi lado. Mientras termino de desayunar, James recuesta su cabeza sobre mi hombro. - ¿Cómo te sientes?

- Mejor, gracias.

- ¿Cómo estás? -es una pregunta compleja.

- Bien. -contesto en automático.

- ¿Bien?

- No son mis mejores días tengo que reconocerlo pero estoy bien.

- ¿Desde cuándo no comes?

- E comido, quizás no mucho pero si lo hago. ¿Y Kendall?-pregunto.

- Me dijo que viniera por él, ayer no lo recibiste de la mejor manera.

No estoy dispuesto a perderte una vez más. -James Maslow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora