Capítulo 25

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Hacía un día soleado en la maravillosa capital lusa y todos los representantes de Eurovisión nos encontrábamos preparados y dispuestos para la carrera solidaria. Ésta se desarrollaría en un descampado que habían preparado justamente para éste día. Había mucha prensa y fans de todo el mundo apoyando a cada grupo. Estábamos divididos en cuatro grupos de cada uno unas 10 personas, en el mío estábamos Melovin, Mikolas, Ermal, Sennek, Vanja, SuRie, Elina, Claudia, Jessica y yo, e íbamos del color azul. Benjamin estaba en el equipo amarillo junto con Ryan y Ari, entre otros.
La carrera consistía en saltar por unas ruedas de neumático, avanzar arrastrándose por el lodo y subir una especie de potros de madera ayudándose de una cuerda. Después había que llegar hasta una pared, coger el pañuelo de nuestro color y volver corriendo a la fila. Todo esto mientras te tiraban globos de agua y confeti. Iba a estar divertido.

—¡Alegra esa cara!— le grité a Melovin dando saltos de alegría.

—No sé cómo me has convencido para hacer esto...— dijo resoplando y mirando con miedo los obstáculos.

—Te lo vas a pasar bien, ya verás. ¡Y ganaremos!

—Eso es, ya que he venido ganamos— dijo Ermal, quien miraba de reojo a Fabrizio que estaba en el equipo rojo con cara de perro.

—¡Vamos equipo!— animó Netta desde el equipo verde.

Los árbitros dieron la señal y los primeros de cada grupo salieron pitando. Elina corrió con todas sus fuerzas y por unos segundos parecía que iba ganando pero al llegar al obstáculo del potro (que era único para todos los equipos) se lo tuvo que pelear con Sevak y eso la ralentizó.

—¡Ay Dios!— dijo Mel nervioso delante de mí.

—Venga, cariño— le di un beso en la espalda y le empujé cuando llegó su turno.

La verdad es que fue muy veloz con los neumáticos pero eso de arrastrarse por el lodo no le hizo ninguna gracia y perdió mucho tiempo, por lo que llegó último a la fila. Por suerte Mikolas, que era el siguiente, metió el turbo y nos volvió a poner empatados con el resto de equipos. Cuando llegó mi turno salí escopetada, salté las ruedas con agilidad y me empapé el cuerpo con el barro, pero al levantarme un globo vino a parar a mi cara y me caí hacia un lado llevándome conmigo al del otro grupo que resultó ser Benjamin.

—¡Ey, trampa, trampa!— gritó entre risas intentando levantarse.

Cuando nos pusimos en pie fuimos a la velocidad del rayo (o esa sensación me daba) hasta el potro y nos agarramos a la cuerda a la vez. Resultó ser mucho más resbaladizo de lo que parecía y además el hecho de que nos estuviéramos partiendo de risa no ayudaba. Por fin lo superamos y corrimos hasta la pared, él empujándome y yo agarrándole de la camiseta porque me estaba quedando atrás.

—¡Quita, bicho!— gritó él.

—¡Déjame!— reí intentando que no me empujara para desviarme.

Cuando ambos cogimos el pañuelo volvimos corriendo hasta nuestra fila. Puse las manos en mis rodillas y suspiré a la vez que le miraba de reojo con una sonrisa. Él se pasó el brazo por la frente para quitarse el sudor y el lodo y sonrió.
El juego continuaba y todos en las filas nos reíamos, animábamos al equipo y gritábamos. Vi a Fabrizio descojonarse y eso ya me sorprendió. Michael se estaba dejando la piel por sus compañeros y Ryan en su otra vida seguro que fue animador. Incluso Mel estaba algo alegre, por lo menos sonreía y gritaba cosas en ucraniano que ni un mísero fan entendía.
Al terminar la carrera anunciaron que los ganadores habían sido el equipo amarillo, el de Benjamin. Todos nos saludamos y nos abrazamos más que contentos. 

—Te diría que bien jugado pero eres una tramposa— me dijo Benji al abrazarme.

—Habló— reí y le restregué bien todo el barro que llevaba encima.

—¿Ves? Ya te vale.

Ambos nos reímos y continuamos abrazando a la gente. Me lo había pasado genial. Mel estaba hablando con Alekseev y los dos parecían bastante felices.

—¿Qué? ¿Ha merecido la pena o no?— les pregunté.

—Sí, ha estado bien— dijo Mel encogiéndose de hombros. Noté que iba a darme un beso pero se frenó al darse cuenta de que estábamos rodeados de cámaras y prensa.

—Me lo pasado genial— admitió Alekseev con una sonrisa enorme.

Después de aquello nos dirigimos a las duchas para limpiarnos aunque fuera un poco. En las duchas de las chicas empezamos a cantar y a bailar y también comentamos la carrera.

—¿Visteis a Cesár?— dijo Saara.— Madre mía, ese hombre es pura potencia.

—Ay sí, iba en mi equipo. Creo que hemos ganado gracias a él— dijo Gianna.

—Yo nunca me olvidaré de Waylon corriendo y cagándose en todo— habló Eleni riéndose.

—Ni yo de cuando me he caído encima de Alexander, ha debido de flipar— rió Netta.

—Buah, ¿y visteis cuando Rassmusen se tropezó en los neumáticos y tumbó a Ari? Pensé que no le volveríamos a ver— añadió Ieva.

—Ay chicas, es que lo recuerdo y no puedo— dije descojonándome viva.

Estuvimos un rato más riéndonos y recordando cosas divertidas, que eran muchas. Cuando ya terminamos me quedé en la puerta del baño de los chicos esperando por Mel.

—Qué fiera— me dijo Mikolas al salir del baño revolviéndome el pelo.

—Tú— reí y le di una patada en el trasero mientras se alejaba. Se dio la vuelta y me sacó el dedo corazón.

Estuve a la espera de Mel unos minutos más pero al ver que ya no salía nadie me decidí a entrar pero solo estaba una persona.

{Take Me} Melovin & Benjamin IngrossoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora