Había pasado todo el día con Sam, primero dando una vuelta por Lisboa y luego en un pequeño ensayo de luces y sonido en el Altice Arena. A pesar de que nos lo estábamos pasando muy bien no pude evitar notar a mi amiga demasiado animada, como intentando por todos los medios no pensar en Ismael. La conocía demasiado, sé que no podía parar de hablar ni de moverse porque sino se vendría abajo.
Por mi parte no había recibido ni un mensaje de Kostya, ni tampoco quería recibirlo. Es más, no sé siquiera si quería verlo después de lo que pasó con Lesya.
Después de estar todo el día fuera, Sam y yo entramos en el comedor dispuestas a cenar. Allí estaba Mel, con quien compartí una mirada rápida, acompañado por la misma de siempre, Lesya. Sam fue la primera en ir a coger sitio, en una mesa en la que estaban Benjamin, Ryan, Alexander, Ari, Mikolas, Michael y César. Mientras cogía la comida vi como mi amiga se sentaba al lado del sueco, resoplé y me acerqué, sentándome justo enfrente.—¿Enserio? ¿También tocas el piano?— le preguntó Sam entusiasmada.
—Sí, desde pequeño— aclaró Benjamin orgulloso de sí mismo.
—Pues me tienes que enseñar— dijo ella dándole un codazo.— Yo fui a clases hace un par de años pero lo dejé porque no lo sabía compaginar con los estudios.
—Yo dejé los estudios— dijo Ryan sacándome la única sonrisa desde que me había sentado.
—Pues cuando quieras— asintió Benji con una mueca, seguidamente me miró y sonrió.— Nat, ¿luego te apetece dar una vuelta?
—Claro— respondí alegre.
—Me apunto— dijo Sam casi con más felicidad. Benjamin y yo nos miramos con la misma cara de sorpresa.— ¿O preferís vosotros dos...?
—Oye— habló Mikolas cortándome al inicio de la frase.— A mi también me apetece salir, ¿cita doble?
—¡Venga!— contestó Sam animada y chocándole los cinco al checo.
—Me parece bien— se encogió de hombros Benjamin, mirándome esperando una respuesta de mi parte, que llegó afirmativamente con resignación.
El resto de la cena terminó rápido y los cuatro nos subimos para coger algunas cosas, como por ejemplo, el bolso. Estuve un rato esperando al ascensor pero al ver que tardaba mucho me decidí por bajar por las escaleras. Al llegar al piso de Melovin lo vi entrar a su habitación, aligeré el paso e intenté irme de ahí lo más rápido posible pero noté un agarre en mi brazo que me hizo girar.
—Hola eh— me recriminó con una mirada dura y helada.
—Hola Mel— intenté sonreír y sacudí mi brazo para soltarme de su agarre.— Tengo prisa.
—Ya veo— asintió con seriedad.— Pero tenemos que hablar.
—Ya lo creo— reí con sarcasmo.— Pero ahora no es el momento, me están esperando.
—¿Quién? ¿Benjamin?
—Entre otros— dije cruzándome de brazos al notar sus celos.— ¿Y tú qué? ¿No vas a pasar la noche con Lesya?
—¿Qué dices?
—Como siempre estáis juntos...— él negó con la cabeza y resopló.
—No seas tan celosa, anda.
—¿Perdona?— respondí indignada. Tenía mil razones para estarlo y además, no era la única celosa.— Creo que no deberías ser tú el que dijera eso.
—¿Por qué? Yo me pongo celoso porque tengo razones, Natalia— cuando pronunció mi nombre entero supe que esta conversación se estaba calentando.
—Yo también las tengo, Kostya. Y más que tú— dije ya notando como las lágrimas llenaban mis ojos.
—¿Por qué dices eso?
—¡Ya lo sabes! No te hagas el tonto— resoplé, haciendo un ademán para irme pero una vez más me sujetó del antebrazo.
—Natalia, de eso tenemos que hablar— dijo con una mirada seria y penetrante.
—No vamos a hablar cuando tú digas, así que suéltame que me están esperando.
Mel decidió hacerme algo de caso y me dejó marchar. Yo bajé corriendo por las escaleras, con lágrimas al borde de salir y con ganas de no ver a nadie en ese momento.
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{Take Me} Melovin & Benjamin Ingrosso
FanficAquel festival nos unió, nos destruyó y nos recompuso de nuevo. Durante un breve periodo de tiempo me encontré bailando de júbilo y felicidad, y también caí en el infierno de la desesperación y la tristeza. Y aquellos dos corazones formaron parte de...