Capítulo 3

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Aunque planeaba quedarme durmiendo hasta tarde, los nervios de saber que hoy era el día para partir hacia Portugal hicieron que me despertara a las diez de la mañana. Gracias al señor no había bebido prácticamente nada de alcohol y me encontraba en perfectas condiciones. Cogí el móvil para echarle un vistazo a Twitter y me encontré un montón de mensajes de apoyo, fotos que me hice con los fans e incluso una foto que me había hecho con EQUINOX. Recordé la noche pasada con una sonrisa tan grande que no se me iba de la cabeza. Aunque la fiesta no duró mucho, me lo pasé genial y todavía había soñado con el perfume de Melovin. Queda claro que me había encantado ese hombre, además era joven como yo. Quien sabe, pensaba entre risas.

—Nat, ¿estás ya despierta?

Mi madrugadora madre entró en mi habitación y se debió asustar al encontrarme con los ojos como platos y con una sonrisa de oreja a oreja. Yo asentí, por si no era lo suficiente obvio.

—¿Por qué te despiertas tan temprano? Me dijo Rafa que hasta las cuatro no teníais que estar en el aeropuerto de Barajas.

—Serán los nervios, no sé... Pero me siento con fuerza— dije mientras me sentaba y me apoyaba en el cabecero de la cama. Mamá iba por mi habitación recogiendo cosas descolocadas y poniéndolas en su sitio.—¿Qué voy a hacer yo sin ti allí?

—Cuando no estoy yo eres más ordenada— explicó medio indignada.—De todos modos estarás con Rafa, Claudia y el resto del equipo. Vamos, que sola no estarás.

—Pero no hay nada como la compañía de una madre— dije esbozando una sonrisa y abriendo los brazos para que me abrazara. Ella se rió y me achuchó fuerte.

—No sé para qué tanta historia, si luego ni me llamas.

—¡Qué mentira! Bueno... Te llamo, pero poco...

—Ay señor, a ver si me llamas esta vez cuando ganes el festival...

—¡Mamá! No me ilusiones, sabes que tengo pocas posibilidades de ganar.

—¿Quién dice eso? Todo el mundo habla bien de ti y me ha dicho una compañera de trabajo que tienes muchas visualizaciones o no se que historias en youtube.

—Pero sabes que España no gana desde hace un montón de tiempo... ¿Crees que voy a ser la excepción?— dije desganada.

—Llevas siendo la excepción desde que naciste, hija— dijo ella agarrándome de la barbilla para que la mirara a los ojos.—Si alguien tiene posibilidades de ganar en este país eres tú.

—¡Qué va!— solté entre risas.—Anda que no hay buenísimos cantantes.

—Que vanidosa eres, como te gusta que te digan estas cosas... ¡Levanta el culo, anda! Que mientras estés en esta casa te toca trabajar, me da igual si eres famosa o si has ganado ochenta premios.

—¡Sí, sargento!

*******

Cuando Rafa me avisó de que ya estaban viniendo a recogerme dejé de ayudar a mi madre a regar el césped, me duché a la velocidad del rayo, me vestí y le mandé una foto a mi querida Sam, una de mis mejores amigas con la que siempre tenía la costumbre de enviarnos nuestros outfits.

~Ayer con un vestido de a saber cuantos pavos y hoy con una sudadera de 20€ del pull, flipan2

~Qué quieres jajaja soy así.

~Estás preciosa igualmente 🤗

~Graciaas!! Tú también 😘

~No me des las gracias, dame dinero joder 😂

—¡Natalia! Es la hora— chilló mi madre desde la planta de abajo.

Me puse las zapatillas rápidamente, cogí la maleta y bajé a toda prisa las escaleras. Sé que los españoles somos impuntuales pero algunos intentamos pulir ese estereotipo. La furgoneta negra me estaba esperando, así que simplemente le dio un abrazo enorme a mis padres y les prometí que les llamaría al llegar a Lisboa.

—¡Más te vale, señorita!— dijo mi padre mientras me alejaba. Reí y le envié un beso al aire.

Una vez dentro de la furgoneta me encontré con gran parte del equipo como Laura, mi maquilladora, Rafa o Claudia. Fuimos hablando súper ilusionados hasta el aeropuerto y durante el camino me avisaron de que algunos representantes de otros países irían en el mismo vuelvo que nosotros.

—¡Como vayamos con Melovin me da algo, te lo juro!— grité emocionada.

—Intenta no parecer una fan histérica al lado suyo, por favor— dijo Edu, que era un joven granadino encargado del tema de las redes sociales y los medios de comunicación.

—Hablé con él y estuve bastante bien, la verdad— dije toda orgullosa, a lo que el resto simplemente se rió.

Al llegar al aeropuerto estuvimos con todo el trajín de las maletas además de que tuve que hacerme fotos con algunos fans. Todo eso nos retrasó un poco, pero afortunadamente logramos pasar cuando todavía nos quedaba media hora para embarcar. Los hombres se fueron a sentar al lado de nuestra puerta de embarque mientras que nosotras, las mujeres, fuimos a ver las carísimas tiendas del aeropuerto.

—Creo que me llevaré algo de esto...—dije observando todo el chocolate que había. Sin dudarlo cogí una de las tabletas.—Ah y esto... ¿Y eso qué es? Tiene buena pinta...pues para mí.

Finalmente terminé con las manos llenas de chocolatinas, galletas y patatas que por supuesto compartiría con el resto del equipo.

—Aprovecha ahora que nadie te controla la dieta— me recomendó Laura.

—Aprovecho que no están mis padres— dije entre risas.

Cuando terminamos de comprar algunas cosas más fuimos a la puerta de embarque donde una azafata estaba a punto de avisarnos de que ya se empezarían a revisar los pasaportes. Nos reunimos con los chicos y nos pusimos en la cola, justo detrás de otro grupo de personas a las que Rafa saludó. Ahí me di cuenta que eran los de la delegación sueca así que me escabullí entre ellos hasta llegar a Benjamin y saludarle.

—Wow, te veo preparada— dijo al ver toda la comida que llevaba como la gocha que era.

—¡Sí! Es que tuve una visión en la que te encontraba aquí así que decidí cogerte un poco de comida para ti y para tu equipo.

—¡Qué amable!— dijo entre risas sabiendo que lo decía en broma.— Entonces te cogeré esto de aquí. ¿Qué es?

—Un huevo kinder, no es listo ni nah el chaval...— dije mirando de reojo a Claudia y ella se rió.

Guardé todo en mi bolso para tener las manos libres y poder sacar el pasaporte, y seguidamente entramos en el avión.

—¿Qué asiento tienes?—me preguntó Benjamin.

—21B, ¿y tú?

—18D— respondió haciendo una mueca.

—Uuh, qué lejos, me vas a extrañar...— dije bromeando y ambos reímos. Él respondió con un "sure I will!"

Logré llegar hasta mi asiento, que estaba al lado de la ventana, y junto a Laura. Estuvimos un montón de rato esperando a que embarcaran todos los pasajeros hasta que finalmente iniciamos el vuelo. Aunque íbamos a estar poco tiempo Laura tuvo que ir al baño, mientras tanto yo seguía a lo mío escuchando música. Como estaba escuchando las canciones de Eurovision y estaba el spotify en aleatorio, me saltó la canción de Benjamin. Sin duda la disfruté y la canté.

—A ver si vas a ser tú la que me eche de menos— dijo su voz sentándose a mi lado. Al principio di un respingo, luego sonreí.

—Me has pillado. Soy muy fan de esta canción.

—Ya veo— rió. Seguidamente me enseñó su móvil y vi que él también estaba escuchando mi canción. Puse mi puño para que lo chocara y ambos nos reímos.

En ese momento vi como pasaba de largo Laura y se sentaba en el sitio de Benjamin. Parecía que íbamos a pasar el vuelo juntos.

{Take Me} Melovin & Benjamin IngrossoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora