10. no fucking way

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—...y entonces yo le dije que le dijera que no era necesario pero... ¿Billie, me estás escuchando? —me pregunta Jamie haciendo que sacuda mi cabeza para volver a prestar atención a ella.

¿Ah?

Ella enarca su ceja. Mierda.

—Lo siento... estaba pensando en una excusa para Español, no hice la tarea.

Jamie niega con una sonrisa.

—Me imagino. Y bien ¿qué te pondrás para la fiesta? —se recarga en su casillero. Frunzo el ceño y mi cerebro empieza a trabajar para recordar de qué habla.

¿De qué coño habla?

Vaya, alguien esta muy perdida en el espacio.

—¿Qué fiesta? —se me sale preguntar, y al instante me arrepiento de haberlo hecho y de no haber puesto a trabajar más mi cerebro para recordarlo.

Veo cómo la sonrisa de Jamie cambia a una cara de ¿Es en serio? Me da un manotazo en el hombro y reacciono.

—¡Au! ¿Y eso por qué? —exclamo, sobándome.

—Porque te pedí que lo pensaras —hace un puchero. Ruedo los ojos por inercia.

—Y lo pensé.

—Mentira, porque se te olvidó de qué estaba hablando.

—¡Porque no lo puse como prioridad!

—¡Pero...! —la detengo.

—¿Por qué no vas con tu novio?

—Sí iremos pero... ¡Venga, Bill! ¡Quiero salir también contigo! —me mira frunciendo su nariz. Alzo las cejas y guardo mi libro de química en mi casillero.

Suspiro con resignación. No hay opción, es muy difícil hacer que ceda.

—Joder, está bien, iré... —Jamie comienza a saltar—. Ah-ah, con una condición —me mira expectante—. No me dejarás sola.

Jamie frunce el ceño y bufa.

—No te haría eso.

—Más te vale.

El timbre suena, indicando que tenemos que ir a clase. Ambas nos ponemos a andar por el pasillo, todavía peloteando de un par de cosas, pero una irritante voz nos detiene por detrás.

—Hola, Jamie —volteamos y vemos a Taylor King con sus dos amigas a los lados—. Ah... y tú —me dice con desagrado.

Maldita perra.

Alzo una ceja y sonrío con mucha falsedad.

—¿Qué tal? Ya se me hacía raro que mi mañana fuera tan linda —comento sonriendo inocentemente.

La pelirroja me mira de pies a cabeza y niega con la cabeza.

—¿Sabes de qué me enteré, pequeña Jacobsen? —se acerca a mí—. Me dijeron por ahí de tu pequeño encuentro con Chris en la fiesta de Melissa... y adivina qué, cuando le preguntaron qué había sido eso le dio tanta vergüenza que tuvo que fingir que no recordaba nada... —frunzo el ceño ante sus declaraciones—. Ha de ser deprimente ser tú, que un chico sienta tanta pena por besarte en sus cinco sentidos.

—¿De qué mierda estás hablando...? —empiezo a decir.

—Los vieron besándose en la fiesta de Melissa.

Jamie, que hasta ahora estaba callada, hace acto de presencia con un tono chillón.

—¿Q-qué...? ¿Tú...? —se dirige a mí con total sorpresa y confusión, pero decido ignorarla. Necesito saber de qué demonios está hablando la maldita abeja reina de esta escuela.

Atrápame si puedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora