—El lado bueno es que se verán más intimidantes que nunca.El equipo ríe ante el comentario de Sam, pero yo solo logro sonreír sin ganas.
Llevamos media hora esperando en la enfermería a que la mujer que supuestamente nos debe atender, decida aparecer de una vez por todas. Siento mi cara adormecida, pero al mismo tiempo siento que mi pómulo está por explotar, al igual que mi ojo. Y luego está mi cuero cabelludo, que sigue ardiendo por los jalones que le dieron a mi pobre cabello.
Billie irritada: mode ON.
Suelto un sonoro suspiro que hace que todo el equipo, junto a Sam, Tommy y Jack volteen a verme.
—¿Te sucede algo, corazón? —me pregunta Tommy con un gesto preocupado.
—¿Cuánto más va a tardar en venir la enfermera? Me duele la jodida cara y siento como si un camión hubiera pasado por encima de mi cuerpo —me quejo, cruzándome de brazos y sintiendo que alguien me acerca a su cuerpo con delicadeza para que me recargue en él.
Alzo mi vista un poco y me encuentro con los ojos azules de Jack.
Dejo de mirarlo cuando Jake comienza a negar con su cabeza mientras mira al suelo.
—Es que no me puedo creer que te metieras en esa pelea, Billie. —Alza sus cejas como si le resultara imposible de asimilar—. Encima, que te golpearan chicos. No me lo puedo creer.
Morgan bufa.
—Admito que la pelea no me la veía venir, pero sí me esperaba que fueran jodidamente agresivos. Se les notaba en sus caras —comenta él, abriendo mucho los ojos y cruzándose de brazos.
Nos quedamos asimilando la situación por unos minutos más hasta que escuchamos la puerta de la enfermería abrirse, dándole paso a la enfermera que nos mira a todos con cara de fastidio.
—Tienen diez segundos para que cada uno se vaya de esta habitación. No pueden estar amontonados como hormigas —nos regaña, caminando directamente hacia mí.
Me separo de Jack y yergo mi espalda como un soldadito. La camilla en la que estamos Jack y yo sentados no es tan cómoda pero aún así es mejor que estar parada, como el resto de los chicos lo están.
Ellos le hacen caso a la enfermera y se retiran, dejándome con Jack y con ella. Él se levanta para que yo tenga la camilla entera a mi disposición. Me duele todo.
La enfermera pasa una linterna encendida por mis ojos para revisarlos. Al parecer no ve nada alarmante, solo me informa que tengo una hemorragia subconjuntival en el ojo derecho.
Cuando ella se separa de mí, le pregunto a Jack qué carajos es lo que acaba de decirme.
—No te preocupes, solo se te rompió un pequeño vaso sanguíneo debajo de la superficie transparente de tu... —la voz de Jack se va apagando en cuanto nota mi mueca de confusión.
Rueda sus ojos y chasquea su lengua.
—Se te reventó una vena del ojo, fin —y me da dos palmadas en la espalda, como diciendo: ya, ya. Estás tontita pero me tienes a mí.
Pues bueno.
La enfermera me pide que le señale las partes del cuerpo que me duelen, y yo señalo un punto para nada específico en mí. Ella enarca su ceja con irritación.
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Atrápame si puedes
Roman pour AdolescentsNo quiero empezar diciendo que esto trata de la típica chica que se enamora de un chico... Bueno ¡al diablo! Sí lo es pero es mucho más complicado de lo que suena. Yo, jamás en mis diecisiete años de vida había estado en una situación tan difícil...