33. Tres Colores

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Me gusta pensar que después de que cosas malas pasan, cosas buenas llegan.

Pero por el momento este no es el jodido caso.

—¿Qué se supone que haga? ¿Pelearme con ellos?, perdóname por no ser como tú pero eso no va a pasar de ninguna manera.

Tenso mi mandíbula, tratando de ignorar la creciente ira que está naciendo dentro de mí, pero me resulta imposible. Jack está completamente ajeno a la situación y yo no sé qué carajos hacer para hacerlo entrar en razón.

—¡Pues discúlpame por no gustarme el hecho de que te da vergüenza que nos vean juntos! —exclamo apretando mis dientes. Jack suelta un suspiro y mira el suelo mientras niega con su cabeza.

Estoy completamente enojada y dolida. El ambiente en el que estamos tampoco ayuda mucho para calmarme.

La música rap resuena dentro de la inmensa casa en la que nos encontramos, las personas están gritando, bebiendo, bailando y riendo. Pero yo no siento nada, no siento la incomodidad de estar rodeada de un enorme cúmulo de personas, no siento la asfixia, no siento la potente música que sale de los altavoces, nada. Lo único que siento ahora es la penetrante mirada del chico de ojos azules que me observa con detenimiento..

Quisiera decir que ya me esperaba esto, que sabía que todo iba a salir mal esta noche y que ambos íbamos a terminar heridos, pero no. Ni en un millón de años pensé que algo como esto pasaría. Me imaginé que nos divertiríamos, que me presentaría a sus amigos y que la pasaríamos bien, solo él y yo, pero creo que mis expectativas fueron —nuevamente— demasiado altas para llevarse a cabo.

Todos parecen estar divirtiéndose, nadie está consciente de lo que está pasando entre Jack y yo, la mayoría está en un estado de ebriedad tan alto que me sorprende que aún no hayan caído en una intoxicación alcohólica. La increíblemente gran estancia está básicamente oscura, las únicas luces que hay aquí que logran que nadie se golpee o se tropiecen con otros son las típicas luces que parpadean, como si estuviéramos en una discoteca.

Obviamente Jack y yo decidimos traer nuestra discusión a un lugar seguro, porque donde estábamos anteriormente podría haber sido el lugar de drama, todos escucharían de qué estamos hablando.

—Vámonos de aquí, te dejaré en tu casa ya que siendo honesto no eres mi persona favorita por el momento. —Masculla, enfadado, agrietando un poco más mi corazón por su elección de palabras.

Trago con pesadez y evito sus ojos, porque si no lo hago lo más probable es que comience a llorar enfrente de él.

—No es justo que me hagas esto. Ni siquiera puedo creer que te comportes así, yo no hice nada para que tú...

—¿Que no hiciste nada, dices? Oh, wow. —Su voz expresa cinismo puro. La mirada fría de él me avisa que tengo que comenzar a sacar mis municiones y mi armadura para no terminar golpeada con sus palabras—. Presumes que no hiciste nada, pero ¿qué me dices de que te encontré a solas con Logan en una jodida habitación? —me suelta, frunciendo sus cejas con molestia y apretando su mandíbula, conteniéndose.

*12 HORAS ANTES*

Jack y yo nos encontramos fuera de la escuela esperando a Jamie y a Tommy. Ambos mantenemos distancia, lo cual no entiendo muy bien, Jack me dice que es porque no le gusta tener muestras de afecto en público, pero siempre lo veía besando apasionadamente a Taylor o abrazando con ternura a Jamie.

En fin...

Oye... —llamo la atención del chico de ojos azules.

Jack voltea su cabeza para mirarme y siento que mi corazón late con más fuerza. Aún no me acostumbro al jodido sentimiento.

Atrápame si puedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora