-¿Estás bien? -Steve preguntó acomodándose en la cama.
-¿Por qué la pregunta? -Natasha lo miró.
-Desde que recibiste esa llamada estás así de rara -Analizó a su esposa -Y no respondas con otra pregunta.
-Me llamó Alex -Dejó su cepillo a un lado -Le cedí un juicio, uno que creí teníamos ganado, pero no fue así.
-¿Qué pasó? -Steve volvió a preguntar.
Natasha suspiró -¿Recuerdas que te conté acerca de una chica rusa que traficaba drogas aquí? -El rubio asintió -Hace un par de meses pidió una libertad condicional y hoy fue su juicio. Alex lo llevó a cabo y bueno, Belova está libre.
-¿Eso es malo? Porque por tu cara lo es.
-Pertenecía a un cártel de narcotraficantes cuando lleve la parte contraria del caso y no sé si aún lo haga.
-¿Te asusta qué te haga algo? -Steve la tomó de las manos.
-No me asusta lo que pueda hacerme a mí -Le respondió -Me asusta lo que pueda pasarles a ustedes.
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.-Cancela todas mis citas -Natasha pidió a su secretaría y cerró la puerta.
-Llegas tarde -Alex le dijo levantándose.
-Tuve un contratiempo, pero aquí estoy -Dejó su bolso en la mesita.
-¿Qué vamos a hacer? -Alex volvió a tomar asiento.
-No sé -Lo miró -Si te soy sincera, no lo sé.
-Eso no me da muchas esperanzas -Alex comenzaba a ponerse nervioso.
-Debería dártelas -Natasha lo vió -Necesitamos meterla a la cárcel de nuevo.
-¿Cómo haremos eso?.
-Sabiendo qué hace 24/7 -Romanoff predió su ipad -Y tengo a alguien que puede ayudarnos.
-¿Eso será suficiente? -Alex se recargó en el escritorio.
-No, no lo será -Se sinceró -Psicológicamente, Belova está mal-Hizo una mueca -Hablaré con ella.
-¡¿Qué?!.
-Guarda silencio -Natasha se molestó -Mi tío trabaja aquí ahora. Necesito verla, que sepa que no me detendré, no hasta hundirla de nuevo.
-Estás pisando terreno desconocido -Le advirtió su amigo.
-Estoy conociendo a mi enemigo mas de cerca -Natasha sonrío -Hagamos una rueda de prensa.
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.-¡¿Estás loca?! -Fue lo primero que Steve dijo en el celular.
-¿Quieres dejar de gritar? -Natasha pidió saliendo de su oficina.
-Estás jugando con fuego Natasha -Steve se escuchaba bastante molesto.
-Estoy tanteando el terreno -Subió al asensor -Si tenemos una mano en el volante, aún podemos girar.
-Esto va a terminar mal -Steve contestó serio.
-Sólo veré a dónde puede llegar. Te veo en casa.
Natasha colgó la llamada y esperó a que su asistente y Alex llegaran al asensor. Nadie dijo nada. Alex apretó el botón y bajaron a la primera planta del gran edificio. A lo lejos se veía a varios reporteros querer entrar a la empresa y a los guardias de seguridad deteniendo las puertas de cristal. Todos los empleados estaban mirando el gran espectáculo mientras que Natasha estaba esperando a dar la indicación para que los dejaran entrar.
-Se están volviendo locos -Alex susurró.
-Eso quiero -Natasha contestó -Déjenlos pasar -Ordenó la rusa.
Sin más, los guardias dejaron de detener las puertas y los periodistas corrieron hacia la pelirroja. Natasha miró a todos y ellos se detuvieron y se callaron.
-Venga señores, no es necesaria la violencia ni el escándalo -Romanoff rió -Estamos aquí y responderé a todas sus preguntas.
-¿Es cierto qué el juicio fue comprado por Belova? -Preguntó un chico moreno.
-No tenemos idea de eso, sin embargo, si eso es real, pediré la sustición del juez -Respondió tranquila.
-¿Qué piensa de qué le concedieran la libertad condicional?.
-Pienso que fue una resolución muy apresurada, teniendo en cuenta todos los antecedentes de la señorita Belova -Natasha estaba siendo muy profesional.
-¿Esto tendrá repercusiones? -Una chica rubia y alta con un micrófono, preguntó.
-Exactamente no lo sabemos -Natasha miró a todos -Si bien todo el mundo sabe que hay muchas irregularidades en nuestro sistema de justicia, y también sabemos que muchas veces el protocolo no se lleva como debería -Natasha suspiró -Encerré hace más de siete años a la acusada de narcotráfico Yelena Belova, por lo que dejarle su libertad condicional hasta ahora, es muy raro, mucho más sabiendo los delitos que ha cometido.
-¿No tienen más pruebas?.
-En ese entonces sólo se le adjuntó un delito, no pudimos procesarle más por falta de tiempo en la investigación llevada a cabo -Aclaró Alex.
-¿Usted cree qué vuelva a cometer ese delito? -Un adolescente preguntó.
-Bueno, no soy la acusada para responder eso -Natasha sonrío -Pero si lo hace, si hace algo ilegal por más mínimo que sea, regresará a donde estaba.
Con eso último declarado, Natasha se retiró del lugar volviendo a subir a su oficina y dejando un pequeño alboroto en la primera planta de su edificio. Ella sabía que Yelena vería la entrevista y que no se quedaría de brazos cruzados. Había sido un pequeño anzuelo lanzado por la rusa pelirroja.
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.-¡Le dije que no puede pasar!.
La puerta de la oficina se abrió bruscamente dejando ver a una rubia de mediana estatura. Natasha se levantó de inmediato y con un "no pasa nada" hacia su secretaría, las dejó solas.
La rubia examinó el lugar y vió cada objeto que pertenecía a esa oficina. Caminó unos pasos y tomó unos libros observándolos, lo mismo hizo con unos adornos. Natasha no dijo nada, por primera vez se quedó callada y observando todo movimiento que llevaba a cabo su paisana rubia.
-Así que -Belova habló -Piensas encarcelarme de nuevo.
-Sólo si cometes un delito que merezca prisión -Natasha soltó sin importancia.
-Eso no parecío en la entrevista -Se sentó en el pequeño sofá de la oficina.
-Bueno, cada quién interpreta las cosas a su manera, ¿no? -Cerró su ordenador -¿Gustas algo de tomar? -La rubia negó.
-No me gusta que me reten -Yelena la miró a los ojos.
-Yo jamás lo he hecho -Le aclaró -No sabría como jugar con alguien sin principios.
-Te estás metiendo en territorio desconocido Alianovna -Soltó una risa -Te recuerdo que tengo muchas amistades y creéme, no te gustaría conocerlas.
-Bueno, eso es algo que debemos ver -Natasha respondió burlona.
-Ya no eres la misma Natalia -La rubia se cruzó de brazos -Desde que sacaste a la luz a tu hija, todos sabemos tus puntos débiles.
-No metas a mi hija en esto -Natasha se tensó.
-¿Puedo meter a tu marido? -Preguntó riendo.
-Te lo voy a dejar claro -Natasha se situó frente a ella -Te metes con alguien de mi familia, y vas a querer que tu madre no abriera las piernas.
-¿Es una amenaza, abogada? -Estaba molesta.
-Es una advertencia.
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El Inicio del Fin (Romanogers)
FanfictionSegunda parte de Mi Nueva Vida. Natasha Romanoff es una excelente abogada, empresaria, esposa, amiga y madre. Ha salido de varios conflictos y contratiempos en su vida con ayuda de sus amigos y de su familia, pero, ¿qué pasa si alguien viene en busc...