Capítulo 4

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-Es inusual salir entre semana -Steve se sentó.

-Digamos que quise hacer algo fuera de mi zona de confort -Natasha dejó su bolso a un lado.

-Papi tiene razón -Natalie igual se sentó -Creía que no saldríamos hasta el sábado.

-Es que la salida de hoy tiene un motivo especial -Contestó su madre.

-¿Cuál? -Preguntó la pequeña rubia.

-Darles un pequeño regalo -Natasha rebuscó en su bolso unas pequeñas cajitas.

-¿Un regalo? -Steve preguntó viendo los pequeños rectángulos de una joyería.

-Bueno, ya sabes que varias tiendas me mandan sus colecciones y cuando vi estos -Movió las cajas -Pensé en ustedes.

-Yo quiero ver -La ojiverde pidió.

Natasha les entregó a cada uno la cajita correspondiente. Cuando los dos rubios la tuvieron en sus manos, no tardaron en abrirlas dejándolos asombrados. Por parte del rubio mayor, había una cadena completamente de oro que decía el nombre del ahora dueño del objeto. Si bien no era la gran cosa, para Steve era un regalo perfecto sabiendo que venía de la mujer a la que amaba.

-Es hermosa -Steve le dió un pequeño pero casto beso en los labios a la pelirroja -No me la quitaré -Natasha sonrío ante el comentario de su esposo.

-Que bueno que te gustara cariño -Natasha acarició el dorso de su mano.

Los dos padres voltearon a ver a su hija quien no despegaba los ojos del objeto que tenía frente a ella. Natasha sabía que a Natalie le encantaría su regalo. Una pequeña pulsera con un dije la Torre Eiffel en el centro, con acabados rosados y de igual manera, de oro puro.

-Cuando era pequeña -Natasha comenzó a decirle -Tus abuelos me dieron una pulsera como la tuya, tenía tanto espacio libre como ésta -Señaló el objeto -Y yo debía de ponerle los dijes que quisera cuando conocía un lugar nuevo -Tomó la pulsera y se lo puso -No viajaba mucho y mi pulsera no tenía tantos dijes como hubiera querido, pero espero que eso cambie contigo.

-Es preciosa mami -La abrazó -Me gustó mucho, gracias.

-De nada mi amor -Besó su cabecita.

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-¿No es raro? -Alex se detuvo.

-¿Qué? -Preguntó Natasha.

-Han pasado dos semanas desde que Yelena salió y todo está muy tranquilo -Continuó diciendo.

-Bueno, sí, es algo raro, de hecho mucho -Concordó la rusa -Pero no hay que bajar la guardia.

Llegaron a su oficina y los dos comenzaron a trabajar. Hacía un par de años que Alex comenzaba a trabajar a la par de Natasha, habían sido buenos amigos en la universidad e incluso colegas antes de trabajar juntos. En los últimos años, Natasha había abierto un pequeño programa en su empresa para poder llevar sus casos ahí mismo y con ayuda de sus amigos abogados, si bien había varios trabajando para ella en ese programa, Alex era el que iba con ella a la par siempre. Eran casi inseparables en ese trabajo.

-Natasha -Logan entró corriendo a su oficina -Tienes que ver esto -Prendió el televisor.

-Ella solamente quiere encerrarme sin prueba alguna, pero no va a poder hacerlo porque ya no soy la misma de antes y no pienso volver a serlo. Natasha Romanoff es una abogada que tiene muchas influencias y mucho poder, se cree invencible y no por eso permitiré que me encierre.

Al parecer había sido una declaración en vivo por parte de Yelena. La rubia se veía "agobiada" por lo sucedido y eso estaba captando la atención de varias paersonas. Segundos después, su celular, el celular de Alex, el teléfono de su oficina, el de su secretaría, su computadora, su ipad, todo aparato comenzó a sonar recibiendo llamadas, mensajes y correos.

Los tres presentes se vieron entre sí y comenzaron a abrir los mensajes y a contestar llamadas. Varios correos y mensajes eran en contra de la abogada insultándola y otros queriendo una explicación de lo sucedido. Y las llamadas no eran lo contrario, eran varios clientes que querían una cita para saber cómo afectaría eso a las empresas y a sus casos.

-Está poniéndome de cabeza -Susurró la pelirroja -Maldita.

-Cálmate Natasha -Su tío le dijo -Es mejor aclarar todo, no vamos a dejar que te haga eso.

-Me está haciendo quedar como estúpida -Dijo entre dientes -Como inepta ante toda la ciudad o incluso ante todo el país.

-Por eso hay que explicar todo -Logan abrochó su saco -La prensa va a querer comerte viva.

-Ya empezaron -Alex aclaró señalando la calle.

-Ay Dios -Suspiró Natalia -Malditos chismosos.

-¿Qué harás? -Se vieron entre todos.

-Detener esto.

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Natasha llegó caminando y moviendo las caderas con elegancia y seriedad. Y con un mirada, calmó a toda la bola de periodistas que se encontraba fuera de su empresa.

-Sé por qué están aquí -Natasha comenzó diciendo -Y vine a dar la cara antes de que comiencen los mal entendidos y los chismes mal planteados -Pausó -Todos saben a qué me dedico, qué hago y qué no. Yelena Belova es una delincuente que sólo está libre por su buen comportamiento en el penal donde se encontraba, no por otra cosa. Su condena fue dictada para catorce años en prisión por posesión, venta y tráfico de sustancias ilegales. Todos ustedes saben eso, algunos incluso estuvieron en el juicio como oyentes -Aclaró viendo a algunos de los que estuvieron presentes en ese entonces -Mi colega -Señaló a Alex -Fue quien se encargó del último juicio, sin embargo y sin miedo a decirlo, tenemos sospechas de que algo no cuadra ante el veredicto del juez.

-¿Cree qué hubo tratos bajo el agua? -Un chico preguntó.

-Creémos que algo no andaba bien ahí -Natasha asintió -Hay muchas irregularidades por las cuáles no debían conceder esa petición, y lo digo frente a las cámaras, seguimos investigando todo lo que podamos. Ella quiso hacerme quedar mal, pues no lo va a poder hacer. Soy una abogada intachable y ninguna situación como ésta, va a hacer que tire el caso por la borda.

Natasha se despidió de todos y caminó dentro de su empresa nuevamente seguida de su tío, Alex y su secretaría.

-¿Crees qué eso sea suficiente? -Logan preguntó subiendo al elevador.

-No con ella -Contestó -No pasaron más de veinte minutos para que yo volteara lo que dijo de mí.

-¿Es malo? -Alex parloteó.

-No, al contrario -Sonrío -Debe de entender que a esa rapidez voy a atacarla y si puedo hacerlo más rápido, lo haré.

-¿Crees qué ella sabía qué lo harías?.

-Lo sabía, por eso lo hizo.

-Está loca.

-Y hay que andarnos con cuidado por eso -Natasha salió del elevador.

El Inicio del Fin (Romanogers) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora