Amor Unico [Akko X Diana] [Diakko]

24: Montando Caballo

Habían pasado los días, uno más feliz que otro, ambas chicas habían hecho de todo, pero había algo que Diana quería enseñarle a Akko, a poco días del cumpleaños de la castaña le pareció oportuno.

-¿Estás lista?-Preguntó Diana del otro lado de la puerta de la habitación que compartía con Akko.

-Creo que si.-Respondió y abrió la puerta.

Llevaba un pantalón deportivo cualquiera y una camiseta de tela.

-Hmm~No.

-Aquí está la ropa que me pidió señorita Diana.-Interrumpio Anna dándole un conjunto a la rubia.

-Pruébate esto Akko.-Dijo Diana dándole el conjunto.-Era ropa que usaba para montar caballo hace un año, teniendo en cuenta tu estatura te quedará sin problema.

-¿Me estás diciendo enana?

-No, pero no eres muy alta que digamos.-Respondió Diana, y Akko sin remedio volvió a entrar para probarse la ropa.

-¡Diana!-Llamó Akko luego de unos minutos.

-¿Si?

-Pasa por favor.-Pidió.

-¿Qué sucede Ak.....ko.-La castaña estaba con la camisa abierta, dejando ver parte de su escote.-¿P-Por qué estás así?

-¿Cómo se pone esto?-Preguntó, la camisa llevaba tirantes y no sabía como cerrarlos.

Diana seguía mirándola, no sabía bien si llamar a Anna para que ayude a su amiga o hacerlo ella misma, los tirantes no eran fáciles de poner pero ¿En realidad necesitaba su ayuda? ¿Akko planeó que ella la ayudase?

-¿Diana?-Preguntó Akko.

-Ah si, enseguida.-Respondió la rubia, se acercó y con algo de vergüenza comenzó a cerrar los tirantes de la parte del cuello de la camisa, y luego pasó a cerrar los botones, intentando disimular su ya rojo rostro.

Para la castaña era la misma situación, sentía una pequeña presión en su pecho, en su estomago, como si toda la temperatura de su cuerpo subiera.

-Listo Akko.-Dijo Diana y se apartó, era una camisa roja con negro y una malla con falda.-Ahora vamos a que conozcas a tu caballo.

Ambas chicas caminaron hasta alejarse de la gran mansión, donde un gran establo de madera de encontraba en medio de un gran prado.

-Este será tu caballo.-Dijo Diana trayendo a un gran caballo blanco.

-Voy a morir.

-No lo harás.

-No lo sé Diana, estoy cerca de mi cumpleaños y no quiero pasarlo en un hospital.

-Sube de una vez, yo te ayudo, una vez que te acostumbras es fácil.

-Ok~~Si tu lo dices....-Respondió Akko, y con cuidado y ayudada por Diana, montó al caballo, y luego Diana se subió atrás de ella.

-Muy bien, ahora, golpea despacio con la parte interna de tus pies,

-Eh ¿Así?-Preguntó Akko realizando la acción, pero el caballo no se movía.

-No, mantén coordinación con la soga.-Respondió Diana realizando el mismo movimiento, y el caballo se movió sin problema, y luego Diana lo detuvo.-Ahora tu.

-Ok. . . . No quiero golpear de nuevo al caballito.-Respondió con desánimo Akko.

-Akko. . .

-Claro, ya voy.-Dijo Akko y realizó de nuevo el movimiento, y el caballo se comenzó a mover.-¡Lo logré!

-Muy bien Akko, ahora camina hasta allá.-Le dijo señalando una pequeña cabaña lejos de la casa.

-¿Qué hay ahí?-Preguntó Akko.

-Nada, solo ve hasta allí.

-Si.-Respondió la castaña, y comenzó a dirigir con dificultad al caballo.

-¿Ves que no es difícil?-Dijo Diana, hace poco por alguna razón sintió una extraña magia de ahí, pero no se lo diría a Akko para evitar que se preocupe.

La castaña con dificultad y algo de nerviosismo seguía dirigiendo al animal, mientras Diana trataba de explicarse el porque de esa extraña magia, no era la misma que cualquier bruja usaba.

-Listo ¿Ahora que Diana?-Preguntó Akko deteniendo al caballo sin explicarse ella misma de como lo hizo, pero se sentía orgullosa.

-Dame un momento.-Respondió Diana bajando del anima.

-¡Espera Diana! ¡¿Y si me caigo?!

-No entiendo tu temor, el caballo es totalmente calmado.

-Espera . . . . Creo que tienes razón.-Aceptó la castaña, el caballo era bastante tranquilo en realidad.-¿Crees que pueda caminar?

-Claro, solo tengo cuidado de no acelerar mucho.-Respondió Diana y entró a la cabaña, que hace muchos años su familia dejó de usar.

Al instante sintió frío, que rápidamente recorrió su cuerpo sin explicación, junto a un mal augurio que nubló su mente, pero una vez que esa sensación se calmó, no había nada ahí, el lugar estaba igual de vacio que hace unos años. . . . No, no era verdad, una extraña mancha roja estaba en el techo, y al parecer en vertical en el suelo había otra, asumiendo lo más razonable, decidió preguntarle por un derrame de pintura a Anna en otra ocasión, el cumpleaños de Akko se acercaba y no quería preocupaciones, aunque una parte de ella tenía miedo, una parte de ella sabía que ahí en el techo, al romperlo habría algo más que pintura.

-¿Diana?-Preguntó Akko afuera de la cabaña.-¿Está todo bien?

-Claro que si Akko, solo me pareció ver un animal, pero no hay nada.

-En ese caso ¿Podemos seguir montando al caballito?

-Claro.

-¡Yay!

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