mirame

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Capítulo 27

Siento algo húmedo y tibio rozando mí nariz, por un segundo llego a pensar que alguien intenta despertarme con suaves y delicados besos en esta zona así que sonrió un poco.

Abro los ojos perezosamente y me doy cuenta de que en realidad no es nada de lo que estaba pensando, incluso puedo decir que es todo lo contrario.

-¡Fivi, quítate de aquí!- digo en una pequeña carcajada y pongo mis dos manos en su hocico para alejarla.

La miro a los ojos y tiene una mirada tierna e inocente, por lo cual, no puedo evitar reírme. Rompo en unas carcajadas ridículamente bajitas.

-Buenos días Madi.- me saluda alegre Mónica.

-Buen día Mónica.- digo mirándola.

Lleva una bata de baño blanca, el pelo húmedo y unas pantuflas, acaba de salir de la ducha.

Siento como alguien pasa su mano por mi cintura y me jala hacia sí, entonces recuerdo que me quede dormida mientras estaba acostada con Brhian.

Me ruborizo inmediatamente, su brazo puede rodear toda mi cintura y dos de sus dedos han encontrado un pequeño trozo de piel desnuda ya que se me ha levantado un poco la blusa.

-Ho linda tranquila, está dormido.- dice Mónica mirándome divertida.

En este momento me ruborizo aún más, si me lo ha dicho es porque se ha dado cuenta de que me he puesto nerviosa al sentir el tacto de su hijo.

-Sí… si, me lo supuse.- digo intentando arreglar el fatal error de antes.

Aparto su brazo de mi cuerpo y me pongo de pie, estoy exactamente igual que como estaba el día anterior, a excepción de que ahora tengo el cabello recogido en una coleta simple. Me paso las manos por la frente y me doy la vuelta para contemplar todo alrededor sintiéndome un poco incomoda porque Mónica no ha dejado de mirarme, miro lo que tengo a mi espalda y no puedo evitar reírme.

Brhian está acostado en el sofá con el pelo y la ropa desordenada, tiene un trozo de manta encima y el otro trozo esta tirado en el suelo, eso es normal, lo gracioso es que está abrazando a Fivi mientras ella le lame la cara.

-Hay, mi hijo puede ser tan ridículo a veces.- dice Mónica a mis espaldas.

-Tal vez un poco.- digo mirándola.

-Anoche no los despertamos porque se veían muy cómodos, solo les trajimos una manta y te recogí el cabello porque parecía molestarte un poco.- dice señalando a mi coleta.

-Gracias, yo también suelo recogerme el cabello para dormir.-

-Se veían tan adorables en ese sillón, incluso les hicimos una foto.- dice Mónica suspirando.

-¿En serio?- pregunto un poco asustada por la obsesión de esta mujer.

-Sí, y lamento si te asusto, es solo que él nunca había traído a nadie a esta casa, ni siquiera hombres, él confía mucho en ti, se ve que te quiere, lamento si la palabra es fuerte para ti pero es como lo veo, te quiere… Solo te pido que no lo decepciones, ya le han hecho mucho daño antes.- me dice en un tono serio pero suplicante.

-No se angustie Mónica, no pienso lastimarlo.- digo mirando a Brhian que sigue abrazando a Fivi.

-Gracias, tu eres lo que le hacía falta para volver a ser feliz.-

-Muchas gracias, pero creo que lo está logrando él solo, yo solo estoy aquí para recordarle que tiene que hacer...-

-¡Buenos días familia!- dice Estiven que sale de una habitación, que supongo es la suya.

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