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una noche divertida (en el buen sentido)

Capítulo 6

De pronto llamaron a la puerta.

-Madison ¿Te encuentras bien?- dice la voz de mi mamá desde el otro lado de la puerta, opte por limpiar mis lágrimas y hacer como si nada hubiera pasado.

-Sí, tranquila, voy en un segundo, no es sencillo cambiarme con un brazo agujerado.-respondo para clamarla.

Me levanto del suelo, pongo las cosas de mi pequeña Madison sobre la tapa del inodoro cerrado y me miro en el espejo, mis ojos parecen un par de melones, es demasiado llorar en un día para cualquier persona, abro la llave y me mojo la cara varias veces para bajar un poco la inflamación de mis ojos y me digno a salir de ahí de una buena vez, así que tomo la cobija y el brazalete y abro la puerta.

-¿Nos vamos?- le pregunto a mi mamá que está sentada en el sillón mirando el teléfono.

-Sí, vámonos ya, ay que ir por Paula.- dice ella levantándose del sillón para ir a abrir la puerta.

Antes de salir miro el teléfono, lunes 11 de Junio de 2014, 6:00 p.m., es más temprano de lo que pensé, así que puedo llamar a las chicas en casa para que se pasen a verme, si eso are.

-¿Madison?- dice mi mamá sacándome de mis pensamientos.

-Ha, ¿Qué?- pregunto desconcertada.

-Te he dicho que si quieres llamar a tus amigas para que vallan a verte.- responde ella mirándome.

Por dios esta mujer puede leer mi mente.

-Sí, de hecho es lo que te iba a pedir en este momento.- respondo muy complacida.

-Bueno llámalas ya, para que cuando lleguemos ahí, ellas ya estén llegando.-dice ella mientras me abre la puerta del frente para dejarme salir.

Esta vez opto por mandar mensaje a todas a la vez en lugar de una llamada:

YO:

-Hola chicas ya salí del hospital, porque no se dan una vuelta por mi casa: 3-

Irina:

-Ahí me tendrás hermosa:*-

 Christina:

-Seguro Mad ahí estaré-

Silvana:

-Pero por supuesto linda-

Sofía:

-Sin dudas-

Monserrat:

-Claro vida-

Ángela:

-Cuenta conmigo-

-Todas vendrán.- le digo a mi mamá para que se valla haciendo a la idea, porque ellas no son realmente tranquilas… Pffff ya para que le hago al cuento, ellas no son nada tranquilas.

Llegamos al estacionamiento donde está la Grand vitara de mi mamá aparcada junto a un bittle blanco, se ve enorme a su lado ya que la nuestra es una camioneta y básicamente el otro es un bocho, abro la puerta del copiloto y entro, después me colocó el cinturón.

Fue un viaje rápido, nunca había estado en la caza de la tal Romina pero al parecer no está lejos del hospital, es una casa de una sola planta, es totalmente blanca y tiene una puerta de madera, tiene un par de ventanas enormes a cada lado de la puerta.

-¿Es aquí?- pregunto para romper el silencio, estoy harta del silencio.

-Sip, vamos.- dice mi mamá mientras se quita el cinturón y abre la puerta, yo imito sus actos y bajo de ahí.