Epílogo…
(Narra Brhian)
Aquí estoy, aquí estamos todos, reunidos frente a un pequeño ataúd.
El gran orificio en el que se encuentra dicho objeto está rodeado de flores, y lo único en lo que puedo pensar es en que yo fui el único que le dio flores mientras seguía con vida.
-Porque de la tierra venimos, y a la tierra regresaremos.- dice el sacerdote.
Ya no puedo seguir con esto, doy media vuelta dispuesto a irme pero Estiven me detiene.
-¿A dónde vas?- me pregunta en susurro.
-Ya no lo soporto.- confieso tragándome las lágrimas.
-Es tu turno de hablar.- dice señalando la pequeña tarima.
-¿Debo hacerlo?- pregunto.
-Hazlo por ella.- Responde.
Resoplo y simplemente camino hasta quedar en la pequeña tarima frente a todos.
-Bueno.- me aclaro la garganta.- yo no estoy aquí para hablar de infinitos.- digo y todos ríen entre lágrimas.- ¿Qué puedo decir?, la verdad es que no prepare mi discurso, porque yo pienso que si quieres decirle algo a una persona, es tu deber decírselo mientras siga con vida, yo no quiero hablarle a una caja de madera pulida, simplemente diré que esta chica es la mejor persona que he conocido, es honesta, divertida y hermosa, no te juzga y aunque sus problemas sean enormes, siempre va escuchar los tuyos primero, es enojona, es bipolar, es mi definición de perfecta… pero todo tiene un inicio y también un final, debo admitir que este no es el final que yo tenía en mente, pero ni como cambiarlo, si de algo estoy seguro en este momento, es de que ella no se rendirá, nos molestará en las noches porque va a estar aburrida en donde quiera que este, ella siempre iluminaba tu día más obscuros y ayudaba a quién lo necesitaba… sin más que decir, gracias Madison, gracias por tu vida, gracias por tu amor, gracias por todo…-
Finalizo con un nudo enorme en la garganta y simplemente bajo de la tarima para ir a fumar un cigarrillo.
Me voy hasta la tumba de una tal Hortensia Del Carmen, lo siento Hortensia, este chico necesita tabaco.
-Hola.- me dice Brad llegando junto a mí.- Gran discurso.-Me reconoce.
-Gracias.- digo sacando la cajetilla del bolsillo de mi pantalón.
-El mío no fue tan bueno.- admite.
Yo solo llevo el cigarro a mi boca y lo enciendo.
-Solo dije lo primero que se me vino a lamente.- confieso mientras le doy una pitada al cigarro.
-También la amaba.- dice mirándome.
-Creo que todos la amábamos.- dice Jasón uniéndose a la incómoda plática.
-Y ahora qué, ¿Hacemos un club para los corazones rotos?- pregunto dejando escapar el humo de entre mis labios.
-No sé ustedes, pero regresaré a Florida.- dice Jasón encogiéndose de hombros.
-Me quedo, no tengo a donde ir.- añade Brad encogiéndose de hombros igual que Jasón.
-No tengo idea de lo que haré.- confieso…
(Narra Irina)
-¿Chicos?- llamo la atención de los tres mosqueteros que están muertos por la muerte de mi amiga.
Los tres se giran hacia mí y me quedo impactada.
Dios, esta mujer tenía a los dioses griegos a sus pies.
-¿Puedo hablar con Brhian?- pregunto sintiéndome cohibida por todas la miradas sobre mí.
Brad y Jasón no responden, simplemente se retiran de la escena.
-¿Qué pasa?- Brhian pregunta dándole una pitada a su cigarro.
-Primero deja eso, ella lo odiaba.- digo señalando al asesino silencioso.
-¿Hortensia odiaba el cigarro?-
-Madi.- digo captando que lo que tiene de guapo lo tiene de idiota.
Brhian simplemente tira el cigarro a sus pies y lo pisa para extinguirlo.
-Ahora sí.- continuo.- Solo quería saber cómo estás y que es lo que harás.- concluyo posicionándome junto a él.
-Me siento como una mierda y creo que me iré a Italia.- dice encogiéndose de hombros.
-Eres tan profundo como un charco.- digo riendo.
-¿Qué quieres que te diga?- pregunta.
-¿Cómo te sientes?, ya sé que cómo una mierda, pero se más claro.- le pido.
-Bueno, ¿Qué te digo?, la chica a la que básicamente tuve que rogarle para que estuviera conmigo murió, me dejó solo, me siento como si me apuñalaran en el corazón una y otra vez, no puedo quedarme aquí porque todo me recuerda a ella, tú me recuerdas a ella, yo me recuerdo a ella, siento como si pudiera escuchar su voz, siento como si oliera su perfume, siento como si la tuviera entre mis brazos, siento… siento… vacío.- concluye con lágrimas corriendo por sus mejillas.
-Lo sé.- digo abrazándolo.- todos nos sentimos así, internamente hay un vacío…-
Fin
Link del triler: https://www.youtube.com/watch?v=AsRFF4fRcpc&hd=1

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Misteri / ThrillerA veces el corazón tiene un encanto repentino, un dolor que parece interminable, una confusión que lo abarca todo. A veces el corazón deja de latir, otras cambia su ritmo, a veces late más rápido. El corazón hace todo esto por una razón. Hasta un ór...