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Jasón

Capítulo 32

Escucho un golpeteo constante y m obligo a mí misma a abrir los ojos, pero inmediatamente entro en arrepentimiento total, ¡Maldito sol!, ¿Cuál es tu problema conmigo cada vez que tengo resaca?

Sigo escuchando los golpes y al final me doy cuenta de que están tocando la puerta. Me levanto y me miro en el espejo de mi habitación.

-Que belleza.- le digo a mi reflejo de forma sarcástica.

Llevo puesta la misma ropa de la noche anterior, a excepción de la chamarra de mezclilla, tengo el maquillaje corrido y parece que tuve sexo salvaje la noche anterior, mi cabello no puede estar más desordenado.

Miro la hora, ¡La una de la tarde!, ¿Qué rayos?...

Los golpes son constantes por lo que me digno a bajar.

-¡Voy!- le digo al susodicho ciudadano que toca mi puerta.

La abro y un flash de luz me sega.

-Feliz resaca enana.-me saluda Jasón con una cámara profesional en la mano.

-Dios, ¿No tienes nada mejor que hacer?- le pregunto intentando hacer que mi vista vuelva a la normalidad.

-No.- dice entrando.

-Pasa.- le digo sarcástica.

-Y bien, ¿Te sientes mejor de lo que te vez?- me pregunta señalándome de la cabeza a los pies.

-A decir verdad...- lo pienso un poco mientras paso mis manos por mi cabello de forma perezosa.-No.- concluyo haciendo pucheros.

-Entonces me compadezco de ti.- dice tirándose en mi sofá mientras revisa algo en su cámara.-Dúchate.-me dice con espontanea seguridad.

-¿Perdón?- pregunto incrédula.

-Que te duches, no te vas a quedar así todo el día, ¿O sí?-

-En realidad eso planeaba.- le confieso encogiéndome de hombros.

-No, no es una opción.-

-Jasón, estoy deprimida, enojada, frustrada y con una resaca que hasta me duele la conciencia.- le digo y suelto un bostezo.

-Madi, si te quedas aquí de ermitaña vas a sentirte así todo el día, tienes que salir a descargar tus emociones, y yo sé de un buen lugar para descargar emociones.-

-No quiero.- digo como una nena sentándome a su lado.

-Madison.- me dice en tono demandante sin dignarse a mirarme.

-Me rehusó.- concluyo cruzándome de brazos.

-¿Qué edad tienes, 5?- me dice mirándome exasperado.- levántate y dúchate.- dice regresando la vista a su cámara.

Pero yo no muevo ni un musculo.

Jasón suelta el aire de modo frustrado, deja su artefacto sobre el sillón con sumo cuidado y en un movimiento rápido, me toma por la cintura y me levanta colocándome en su hombro como si fuera un costal de patatas.

-Créeme, si no estuviera tan muerta ya te habría dado un golpe en donde nunca llega el sol.- le digo usando la menor cantidad de energía posible.

Sube las escaleras conmigo en su hombro y entramos a mi habitación, me deposita en mi cama de una forma poco delicada y yo me quedo tendida sobre esta en pose de trapo viejo.

-Madison, dúchate o yo te ducharé.- me amenaza.

Y su amenaza da resultado, me siento en un movimiento fugaz y me dirijo a mi armario a buscar ropa.