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Confesiones

Capítulo 31

Abro los ojos porque siento mucho frio, me he quedado dormida observando la lluvia, miro por la ventana y parece que ya es el otro día, me siento y me duele el cuello bastante, me levanto y miro a mi alrededor, todo sigue igual, DIABLOS.

Miro la hora y son las 7 a.m., es temprano, debo pasar por Page a las tres de la tarde, tengo tiempo suficiente, se exactamente qué hacer, le voy a dar a esa hermosa pequeña el mejor día de su vida, nunca nadie sabe si podría ser el último...

Voy a mi habitación con pesados pasos y decido tomar un baño, no tengo ganas ni de respirar, sin embargo debo hacerlo, debo seguir adelante sin importar quién este a mi lado y quién no.

Antes de entrar al baño, escojo la ropa que voy a ponerme, un suéter gris con dibujos de pandas, unos jeans de mezclilla rasgados, un par de tenis color gris, y un gorrito gris.

Entro al baño, entro en la bañera y abro la llave, el agua fría me hace pegar un salto, pero también me hace reaccionar por completo, me doy cuenta de que aún estaba medio dormida, el agua empieza a entibiarse rápidamente, por lo que los músculos de mi tenso cuello se relajan un poco.

Salgo del baño después de media hora, ya vestida y peinada.

Tomo el móvil y veo que tengo varias llamadas perdidas de mi mamá, por lo que decido llamarla.

-¡Madison!- contesta inmediatamente.

-Mamá, ¿Qué ocurre?- le digo exaltada por su desesperación.

-¡Me tenías preocupada!, ¿Dónde estabas?, te llamé no sé cuántas veces y...-

-Tranquila mamá, estoy bien, solo tome un baño, y no metí el móvil conmigo, lo siento si te preocupé, pero estoy bien, puedes tranquilizarte.-la interrumpo antes de que le dé un ataque de ansiedad.

-Me diste un gran susto.- dice en un suspiro.

-Ya te dije que estoy bien.-

-Lo sé, lo sé, solo que en verdad me preocupé.-

-¿Por qué tan preocupada?-

-Ya sabes, instinto maternal. No pude dormir anoche, sentía que algo te pasaba, pero ahora estoy más tranquila.- dice en tono más relajado.- Y, ¿Cómo está ese encantador chico, Brhian?-

-Bien creo.- digo en un hilo de voz

-Oye, creo que ya sé que pasa, ¿Puedes decirme que pasó con él?- me pregunta en tono demandante.

-Nada.- digo con el corazón en la garganta.

-Madison.- me reprocha.

-Solo hubo... no sé... ¿Problemas?- digo más como una duda que como una afirmación.

-¿Problemas?, ¿Qué clase de problemas?-

-Traté de ser honesta con él.-

-¿Y?- pregunta animándome a continuar.

-Y no resulto como esperaba.- digo para terminar con esto de una vez.

-¿Se entró de Brad?- me pregunta casi horrorizada.

-No, bueno, eso ya lo sabía.-

-¿Entonces?-

-De lo que pasó después.- digo en tono de obviedad.

-¡Valla!, ¿Se lo dijiste?- me pregunta incrédula.

-Sí, algo así.- digo simple.

-Debes de confiar demasiado en él, es sorprendente que se lo hayas dicho por tu voluntad.-