Mugglefied

Sayonara

Capítulo dedicado a TinaPrez4 ... Le prometí traer esta actualización la semana pasada, pero no me dio la vida entre el trabajo y la universidad. Un poco tarde, pero aquí está el nuevo capítulo :)

Capítulo 57: Sayonara.

Sus pasos resonaron mientras se abría paso por aquellos corredores tan desiertos. A pesar de sus intentos de mantener una expresión seria en su cara, Hermione podría haber jurado que Arnold parecía interesado en lo que tenía que decirle esa mañana. Parte de ella había esperado que si le contaba su éxito con los licántropos él podría mostrarse más comunicativo y ofrecerle información útil. ¿Había habido un parpadeo en sus ojos cuando mencionó que una mujer quería ayuda para su hijo o lo había imaginado? Arnold había permanecido la mayor parte del tiempo en silencio mientras le hablaba.

Había mucho que hacer. Realmente necesitaba disponer de algún espacio seguro para ofrecerle a cualquiera que quisiera ayuda. Si había entendido bien a Meredith, Dylan no era un hombre lobo por su propia elección. Sus compañeros de manada habían tomado la decisión por ella, o al menos uno de ellos lo había hecho. No estaba bien. ¿Les hacían eso a todos los niños? ¿Cómo puede alguien querer dañarlos así?

Aminoró el paso cuando se acercó al desvío que la conduciría a la celda de Lucius. No tenía nada que decirle esa mañana, a menos que él quisiera hablarle un poco sobre Austen. Aun así, podría ser beneficioso.

Hermione estaba a solo unos pocos pasos cuando oyó una voz femenina que le heló la sangre. Tal vez hoy no fuera el mejor día para hablar sobre Jane Austen con Lucius Malfoy. Se dio media vuelta y se fue. Había muchas cosas que necesitaban ser atendidas en otros lugares, incluidas sus lecciones con Belby. Seguía habiendo un día completo de trabajo por delante a pesar de haber comenzado más tarde de lo normal. No perdía la costumbre.

. . . . . . .

Draco no tenía ganas de ir a la biblioteca aquel sábado, pero había prometido que cubriría ese turno. No sin un cierto pesar, dejó a Hermione con su bata tomando un café y salió de su apartamento. Trató de pensar que su tiempo allí estaba a punto de terminar... algo le decía que una parte de él iba a extrañarlo.

Optó por caminar hasta la biblioteca disfrutando de las vistas (y con menos placer, los olores) de la ciudad. Tal vez sería bueno mudarse a algún lugar fuera de allí y alejarse de los gases nocivos y las multitudes.

La biblioteca debería haber estado recién abierta cuando llegó, pero Draco se acercó a la multitud reunida en la recepción. Mayoritariamente eran niños usando sombreros de papel.

—¡Sorpresa!

—¿Qué es esto? —preguntó, mirando a su alrededor.

—Es solo una pequeña fiesta de despedida. Te echaremos de menos —le dijo Theresa, sacando otro sombrero de papel de detrás del escritorio y poniéndoselo en la cabeza—. Los niños querían hacer algo. Hay galletas y zumos en la zona de lectura infantil. Ahora que han vuelto a la escuela el único día que podían estar aquí para despedirte era el sábado. Continúa con ellos.

Draco estaba aturdido. Necesitó un momento antes de lograr encontrar las palabras.

—No estoy seguro de que alguien hubiera lamentado alguna vez que me fuera. Gracias.

Theresa le lanzó una sonrisa.

—Vamos, llévalos allí. Katrina debería llegar en cualquier momento, yo cubriré el escritorio hasta que aparezca.