Mugglefied

Hablando

¡Estoy llorando! Ya solo falta el epílogo. ¿Estáis preparados para el final de esta historia?

Capítulo 65: Hablando.

Draco hizo una mueca mientras se sentaba en el sofá de su casa.

—Es sorprendente cuánto puede pesar un niño pequeño cuando insiste en que lo cargues durante toda una noche y un día.

Hermione se unió a él y lo besó. Él la rodeó con un brazo.

—Lo has hecho sorprendentemente bien.

—Me hizo pensar en Teddy. Ash no es mucho mayor que él. Teddy tiene suerte.

—Ash también tendrá suerte ahora. No lo habían convertido todavía. Estará bien.

Él entrelazó sus dedos en su cabello.

—Su vida ya ha sido dura.

—Y ahora va a mejorar. —Se apoyó contra él e inspiró el aroma de su cuello—. Creo que tu madre va a ser aún más valiosa en todo esto de lo que inicialmente esperábamos. Antes de irnos me dijo que tenía un par de contactos. Hay una medimaga a la que puede traer para realizar algunos chequeos de salud en todos ellos. Y alguien para vigilar a los niños que no se transforman durante la luna llena de la próxima semana.

Él aqueó una ceja.

—Sabes que ella se ha metido en esto para obtener un beneficio, ¿no?

—Por supuesto que sí. En última instancia espero que use el hecho de su buena voluntad en esto para tratar de sacar a tu padre de Azkaban. Si ella hace su parte lo suficientemente bien... incluso la respaldaré. —Eventualmente. Después de que haya tenido tiempo suficiente para trabajar un poco más en Lucius. Le quedaba mucha lectura por hacer. Todavía necesitaba obtener su respuesta sobre Anna Frank—. Aun así, creo que incluso distinguí un atisbo de emoción real en su rostro anoche. Creo que ahora tiene otra motivación.

—Cosas más extrañas han sucedido.

Para ser sincero, pensaba que Hermione tenía razón. Había algo en la cara de su madre anoche. No creía que aquella percepción fuera provocada por el pastel de chocolate nublando su juicio.

—¿Cómo te sentirías? Si ella logra sacarlo.

Draco se tensó. Era una pregunta en la que había pensado y apartado de su mente más veces de las que podía contar. Todavía no sabía qué le diría a aquel hombre si lo volvía a ver.

—No lo sé. Podría depender de cuánto tiempo pase antes de que ella lo saque. Se merece...

Ni siquiera sabía lo que merecía. Castigo por todo lo que sus decisiones le habían causado a él mismo. Por las vidas que se había cobrado su vanidad. Por las pesadillas que fueron su culpa. ¿El perdón por no saber cómo salir de aquella situación cuando empezó a superarle? No. No estaba de un humor indulgente en ese momento.

La oración quedó suspendida en el aire.

—Tengo que volver a ver a Belby mañana. Según él, a pesar de todas las molestias de esta semana pasada, le debo una docena de pociones de su extremadamente difícil lista.

Draco se rió entre dientes.

—Lo lograrás. Yo voy a ir a la tienda de George mañana. Casi no puedo creer que hayamos logrado esto.

—Hay un largo camino por recorrer, pero... lo haremos bien. Y nadie podrá encontrarlos en la mansión. —Habrían muchos días por delante, comprobando que todo estuviera yendo bien en la mansión, preparando cosas, asegurándose de que tenían lo que necesitaban. Hermione estaría dividiendo su tiempo entre la mansión y Belby. Ella estaba acostumbrada a eso—. Estaba pensando en ir a la Madriguera y ver si Arthur nos puede poner al día. ¿Estás preparado?