Mugglefied

Espectadores

Capítulo 59: Espectadores.

El hervidor silbó cuando Draco revisaba el correo de la mañana. Hermione había comenzado temprano su día preparando los planes para esa noche. Dejó a un lado dos cartas dirigidas a Hermione, una con la escritura de Potter y otra con un sobre que solo podía pertenecer a su propia madre; se sentía caro con solo mirarlo, incluso sin necesidad de sentir la suavidad bajo sus dedos. Él solo podía agradecer que la carta no estuviera dirigida a él.

Solo había una dirigida a Draco, quien hizo una mueca interna al ver el escudo de Hogwarts en la parte posterior. No había respondido a la primera carta de hace dos días. Salazar, ni siquiera la había leído todavía. La había dejado de lado con la intención de hacerlo luego... aunque evidentemente McGonagall no era una bruja paciente. No estaba seguro de qué podría hacerle el Wizengammot si no accedía a su petición. No valía la pena el riesgo, había demasiado en juego. Ahora tenía una vida para vivir... con Hermione.

Se detuvo, agitó su varita, invocó el hervidor y echó agua caliente sobre la bolsita de té.

Mientras el té empapaba, rompió el sello de cera de la carta y la leyó.

Sr. Malfoy,

Me preocupaba que no hubiera recibido mi carta anterior, por lo que me tomé la libertad de escribir nuevamente con la esperanza de que la reciba esta vez y responda con prontitud. Si bien muchos de nuestros estudiantes provienen de un entorno de origen muggle y aprenden a lo largo del tiempo las formas del mundo mágico, pocos niños de familias de magos llegan a conocer y comprender la vida de sus compañeros nacidos de muggles. Un curso opcional de Estudios Muggle para estudiantes de nivel superior apenas parece ser suficiente. En los casos más extremos, algunos de ellos pueden incluso preguntarse por qué dejamos a los muggles entrar en nuestro mundo, y eso es algo que me preocupa.

Creo que su vivencia de este año sería invaluable para los estudiantes. Leer su diario ha sido una experiencia memorable, y creo que nuestros estudiantes se beneficiarían.

Solicito formalmente su presencia en la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería para ofrecer su valiosa información al cuerpo estudiantil. A continuación, he enumerado varios horarios y fechas en las que estoy disponible para hablar sobre la mejor manera de presentar esto. Por favor, responda en breve con su disponibilidad.

Debajo de los horarios y fechas propuestas, Minerva McGonagall, directora de Hogwarts, había firmado la carta con todo el peso de sus títulos, de los cuales parecía haber conseguido varios extras desde que había sido su alumno. Casi podía sentirla mirándolo a través del pergamino. No es que eso fuera posible por lo que él sabía, pero... se estremeció. Tenía algo de tiempo antes de ir a la biblioteca, así que pensó en no postergarlo por más tiempo para evitar que se apareciera allí en persona. Ese realmente era un pensamiento desagradable.

Hogwarts. ¿Habría todavía agujeros en las paredes? ¿Cuánto tiempo habría tardado en volver a crecer la hierba en los jardines? Incluso usando la magia no puedes arreglar esas cosas de la noche a la mañana. Solo había pasado un poco más de un año desde que la escuela se había llenado de monstruos. Sospechaba que el castillo se había construido con hechizos que se habían perdido hacía siglos. Si la sala de los menesteres estaba derruida... ¿Alguien sabía cómo hacer otra? Lo dudaba muy seriamente.

Convocó una pluma y una hoja de pergamino con una mueca en los labios. No merecía la pena pensar en los detalles.

Draco se pasó una mano por el pelo rubio. Le tomó varios minutos de respiración y media taza de té antes de arreglárselas para poner la pluma en el pergamino. Para cuando selló la carta y la envió, ya llegaba tarde al trabajo.