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-Gracias por dejarme quedarme a comer aquí Taehyung.-dijo Jungkook a su amigo mientras abrían la puerta de la casa de su amigo. Jungkook amaba la casa de Taehyung, era la casa que él siempre había soñado, con la familia que él había soñado, incluso tenía un perro. Este último vino a saludar a su dueño y a la visita con ladridos y saltos de alegría.
-¡Papá está aquí!-Taehyung se agachó y le saludó dándole un montón de besos. Jungkook siempre quiso tener una mascota, así que aprovechaba cuando iba a casa de Taehyung para pasar tiempo con Yeontan, el perro de su amigo. Jungkook también se agachó y le saludó, en eso momento la abuela de Taehyung se acercó.
-¡Jungkook! ¿Cómo te va? Estás más delgado.
Jungkook sonrió.
-Hola, cuanto tiempo.
La abuela tiró de Jungkook hacía la cocina.
-He hecho mucha comida, así que come y engorda un poco.
Jungkook no entendía como podía verlo más delgado si llevaba una sudadera pero asintió y pensó en la comida. Iba a comer comida decente por segunda vez en la semana.
Había carne, estofado, kimchi, algas, todo tipo de comida. Jungkook comió realmente rápido y le dió las gracias a la abuela de Taehyung por la comida.
Ambos amigos subieron a la habitación de Taehyung con Yeontan. Una vez en la habitación estuvieron jugando con el perro y hablando.
-¿Cómo es que has defendido así a Haeri?
A Jungkook le pilló por sorpresa la pregunta.
-Es que la golpearon por mi culpa y realmente me molestó.
-¿Te gusta esa chica?
-No.
-Es que nunca te he visto así por una chica.
-Ah pues no sé.-Jungkook trató de cambiar de tema.-¿Saldremos esta noche también?
Taehyung se dió cuenta de que Jungkook había intentado cambiar de tema pero no le dijo nada.
-No puedo hoy, tengo que quedarme con mi abuela y hacer una tarta de cumpleaños para mi hermano.
-Esta bien. Yo me iré ya, tiene que estar preocupado mi padre ya que no le he podido avisar de que me quedaba a comer.
Mintió, en verdad tenía que irse a trabajar.
-Vale, ya sabes que esta es tu casa.-Taehyung le sonrió.
Cuando se iba a ir apareció la abuela de Taehyung con una bolsa.
-Llévate esto y dáselo a tu padre, seguro que le gusta.
Jungkook sonrió.
-Por supuesto, le encantará. Gracias por el detalle.
Jungkook pensó en no dárselo y guardarlo para él, ya que le daban constantes mareos debido a comer mal y ya que su padre casi le mata anoche.
Así que salió de la casa con La Bolsa de comida en la mano y se fue a trabajar.

💚

Aquella misma tarde, Haeri quedó a solas con Minla en una cafetería.
Mientras se preparaba recordó el mensaje de Jungkook y se metió en el chat, aún no lo había visto. Supuso que no tendría el móvil a mano, ya que él mismo dijo que no lo usaba mucho o que estaría trabajando.
Cambió sus leggings por unos vaqueros y su sudadera por un suéter. Se pintó lo labios con un brillo muy discreto y se marchó.
Cogió el autobús, que le dejó justo enfrente de la cafetería y se bajó. Cuando entró visualizó a Minla sentada al fondo en una mesa.
-Siento haber llegado tarde.-Se disculpó.
-No importa yo acabo de llegar.
Se dieron un abrazo y se sentaron.
Pasaron un rato disfrutando de la comida hasta que Haeri habló.
-Oye, Minla, te he oído hoy hablar con Jimin, ¿pasa algo entre vosotros dos?
Minla hizo una mueca y asintió.
-Esta bien, te lo contaré, pero no se lo digas a nadie. Yo... estoy enamorada de Jimin y él de mi.
Haeri se emocionó.
-Eso es genial, o sea no conozco mucho a Jimin y también hay muchos rumores de él como de Jungkook pero se ve buena persona aún así.
-Y lo es, es una persona maravillosa.
Minla sonrió.
-¿Por qué no salís si ambos os amáis?
-No es tan fácil, nuestros padres se odian...
-¿Por qué?
-Verás, antes eran muy amigos, por eso conozco a Jimin desde que nací, pero ambos montaron una empresa muy parecida y desde entonces compiten entre sí por saber cual es mejor. Si les decimos a nuestros padres que nos queremos empeorará todo.
Haeri se quedó pensando un rato. La situación era realmente complicada.
-A lo mejor los une más en lugar de hacer que empeore. A lo mejor el ver que sus hijos se aman hace que reflexionen.
-No lo sé...pero es un buen consejo, se lo propondré a Jimin.
Haeri se alegraba mucho por su amiga y esperaba que el problema que había tenido desapareciera pronto.
Pasaron el resto de la tarde riendo y contando cosas graciosas. Hasta que llegaron las nueve y Haeri se tenía que ir a cenar.
Cuando llegó el autobús y Haeri se bajó divisó una sudadera amarilla que conocía muy bien.
Corrió hacía Jungkook y le gritó.
-¡Jungkook!
Se paró al lado de él, este se volteó y la miró sorprendido.
-Hola, Haeri.
Haeri notó enseguida que algo no iba bien.
-¿Te pasa algo?
-No, es que estoy muy cansado de trabajar.-A Jungkook una vez más le gustó poder decirle eso a Haeri.
-Oh, entonces deberías ir a casa. Por cierto Jungkook, muchas gracias por lo de hoy.-dijo Haeri mientras miraba hacia abajo algo avergonzada.
-No me las des, ¿te apetece ir a algún lado?
-¿Contigo?
-Si.
-¿Ahora?
-Si, ¿no puedes?
Haeri se olvidó de la cena y de su madre esperandola, ella realmente quería estar con Jungkook.
-Si, si puedo, se lo digo a mi madre espera. Pero oye, ¿no estabas cansado?
Haeri le miró preocupada.
Jungkook se quitó la capucha, se acercó a una fuente y se lavó la cara.
-Ya no.-sonrió y cogió de la mano a Haeri.-Ven, vamos a por unas bebidas.
Haeri miró su mano entrelazada con la suya y asintió mientras le mandaba un mensaje a su madre diciéndole que cenaría fuera.

Lost Stars→Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora