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Jungkook no soltó a Haeri de la mano aún cuando comenzaron a subir una colina ni cuando entraron a un supermercado que estaba abierto las veinticuatro horas.
-¿Qué te apetece beber? Yo invito. También puedes pedirme comida.
Jungkook se sintió bastante avergonzado de sólo poder comprarle algo a Haeri en un veinticuatro horas.
A Haeri le daba cosa que Jungkook le comprase algo pero no quería quitarle la ilusión.
-Esta bien, invítame tu esta vez y la próxima vez te invito yo. Quiero el té de melocotón.
Jungkook separó su mano de la de ella, cogió dos cervezas y el té helado que le pidió Haeri.
Jungkook era consciente de que no debía gastarse ese dinero pero ignoró sus pensamientos.
Lo puso en el mostrador, le enseñó al vendedor que tenía dieciocho años con el carnet y compró las bebidas.
Al salir, Jungkook buscó la mano de Haeri de nuevo y vió que estaba abrazándose a sí misma por el frío que hacía.
Jungkook soltó la bolsa con las bebidas y se quitó su sudadera amarilla, quedando en una camiseta negra de manga corta.
Haeri se horrorizó por ver a Jungkook sin la sudadera con el frío que hacía.
-Jungkook, estoy bien, de verdad póntela.
Jungkook negó con la cabeza con una sonrisa.
Haeri insistió en no ponérsela así que Jungkook como último recurso le puso la sudadera. Rió al ver lo graciosa y adorable que se veía, la sudadera le estaba grande y no tenía los brazos metidos en las mangas.
-Ahora mete los brazos.
Haeri gruñó y metió ambos brazos. Se miró a sí misma y rió.
-Parezco un saco de patatas.
Jungkook rió y la miró curioso.
-Es verdad, lo pareces... pero creo que hay algo que haría que lo parecieras aún más.-se acercó lentamente a Haeri riendo.
Haeri entendió perfectamente lo que Jungkook quería hacer y empezó a correr, pero Jungkook fue mucho más rápido y la paró. Y efectivamente la subió a su hombro como si fuera un saco de patatas.
Haeri gritó que la bajara pero Jungkook hizo caso omiso y empezó a correr con ella aún encima.
-¡Jungkook! Me mareo, suéltame.-Gritó Haeri entre risas, era cierto que se mareaba pero la verdad es que se estaba divirtiendo mucho.
Jungkook finalmente la bajó y resopló agotado.
-Y así, es como se entra en calor.-dijo cogiendo nuevamente las bebidas del suelo y con una enorme sonrisa en la cara.-¿Vamos?
-¿A dónde iremos?-preguntó Haeri confundida.
Jungkook volvió a sonreír.
-Es una sorpresa.
Jungkook entrelazó los dedos con los de Haeri y ambos continuaron subiendo la colina.
Se pasaron el camino entero haciendo tonterías y riendo. Habían hecho una carrera para decidir quien llevaba las bebidas y había ganado Jungkook así que las llevaría Haeri, después volvieron a hacer otra apuesta y otra vez perdió Haeri.
-Ya mismo llegamos Haeri.-dijo Jungkook emocionado.
Ambos subieron unas escaleras y llegaron al sitio que Jungkook había prometido.

 Ambos subieron unas escaleras y llegaron al sitio que Jungkook había prometido

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Era un hermoso mirador con vistas a Busan.
Haeri se emocionó un montón y le encantó la sorpresa de Jungkook. Era precioso el sitio.
Haeri abrazó a Jungkook. Jungkook se sintió nervioso en ese momento.
-¿Te gusta entonces?
Haeri miró a Jungkook aún abrazándolo.
-Me encanta. Gracias por traerme aquí Jungkook.-sonrió sonrojada.
Jungkook al ver lo hermosa y adorable que era se sonrojó y se le aceleró el corazón.
Haeri se separó de él y volvió a mirar el mirador, esta vez por un buen rato.
Ambos se sentaron en un banco que había y lo observaron mientras tomaban sus bebidas.
-¿Nos hacemos una foto?-dijo Haeri. Jungkook asintió.
Después de tomarse la foto Haeri se la pasó a Jungkook por mensaje.
-Listo.-dijo al terminar. Observó a Jungkook que tenía su mirada fija en el horizonte. Observó la silueta de su perfil, su cabello alborotado por haber corrido tanto, sus pendientes y podía ver su clavícula bien marcada.
En ese momento Jungkook miró a Haeri.
-¡Te pillé!-chilló. Haeri se asustó y rió algo avergonzada.
Jungkook se acabó la primera botella y volvió a mirar a la ciudad. Este sitio era su escape de la realidad siempre que estaba mal o agobiado venía aquí, de hecho más de una vez había pensado en tirarse por aquel lugar y acabar con su vida.
Y ahora estaba ahí con una chica, esa chica era Haeri. Esta vez él la observó a ella, se alegraba de haberla conocido, con ella sentía que podía ser él mismo sin ser juzgado.
-¿Me das un trago?-su voz inocente sorprendió a Jungkook.
-No. Eres menor de edad.
-Los cumplo el mes que viene joe.-Haeri le hizo pucheros.
-¿En serio? ¿Qué día?
-El veintiséis.
Jungkook empezó a planear cosas para hacer en el cumpleaños de Haeri, pero se paró a sí mismo cuando los pensamientos negativos llegaron a su mente.
-Esta bien, bebe. Pero que sea nuestro secreto.
Haeri sonrió.
-Lo guardaré.-Dió un trago a la cerveza y arrugó su cara de lo amarga que estaba.
Jungkook se rió de ella.
Haeri le miró mal pero después rió.
Le devolvió la botella y volvió a mirar Busan, el aire frío volvió a atacar y Haeri tuvo frío a pesar de la sudadera que le había prestado Jungkook.
Este se dió cuenta y también pasó frío.
-¿Deberíamos hacer otra carrera?-le dijo a Haeri, que le miró y negó riendo.-Bueno, si no quieres carrera entonces habrá que calentarnos corporalmente.
Haeri al principio no lo entendió, pero Jungkook le demostró en seguida a lo que se refería abrazándola.
-¿Mejor?-preguntó.
Haeri asintió, ella sentía que se le iba a salir el corazón en cualquier momento.
Jungkook se acabó la segunda botella y la apartó para así abrazar más fuerte a Haeri.
-Jungkook.
-Haeri.
-¿Me puedo fiar de ti?
Esa pregunta pilló desprevenido a Jungkook. Pero la contestó.
-Si, si puedes.
Haeri sonrió y cerró los ojos. Jungkook sintió la necesidad de darle un beso, así que le dió un beso en la cabeza.
Haeri, sorprendida, se giró y le miró.
Jungkook le sonrió tiernamente.
-Son las once, deberías irte a casa ya.
Haeri no quería que ese momento acabara nunca pero asintió.
Por el camino ambos iban agarrados de la mano y en silencio, no era un silencio incómodo, era un silencio agradable.
Jungkook tenía muchas ganas de besar a Haeri, de abrazarla y más pero no podía, tenía miedo de perderla si lo hacía.
Cuando llegaron a casa de Haeri se abrazaron, esperando ambos que nunca acabara ese momento.
-Nos vemos mañana en clase.-dijo Jungkook.
Haeri asintió separándose de él.
-Te tengo que dar la sudadera.
Haeri se la iba a quitar pero Jungkook la paró.
-Quédatela, me la devuelves en otro momento, se ve muy bien en ti.
-Esta bien, te la devolveré otro día. Muchas gracias por el día de hoy, me lo he pasado genial.
Jungkook se acercó aún más a Haeri, hasta el punto de casi besarla y estaba apunto de hacerlo pero acabó dándole un beso en la mejilla.
-Quedemos otra noche, Haeri. Hasta mañana.
Dicho esto Jungkook se marchó.

Lost Stars→Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora