Capítulo 6 (Parte 1). Memoria perdida.

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Abrió sus ojos con lentitud.

Se hallaba en lo que parecía ser un pasillo oscuro, frío y tétrico de un hospital que nunca había visto; solo unas cuantas luces led encima de su cabeza, que parpadeaban constantemente por un corto circuito y que estaban en mal estado, trataban inútilmente de iluminar ese enorme corredor.

Avanzó sin prestar demasiada atención a lo lúgubre del sitio, pensando que quizás ese era el sueño más real y extraño que había tenido en toda su vida.

Su abrigo corto de color negro, sus pantalones de vestir grises y sus tenis, fueron reemplazados por una simple bata de hospital que no le cubría del todo y sus pies descalzos le hacían sentir constantemente escalofríos por lo frío de la loza del pasillo.

Cuanto más se adentraba al sitio más parecía que el lugar no tenía ningún final; cada una de las habitaciones por las que pasaba estaban llenas de oscuridad y tinieblas, en ocasiones en su interior lograba escuchar leves sollozos, gritos, llantos e incluso lamentos... de lo que parecían ser almas en pena.

Los gritos comenzaban a perturbarle. Había algunos espectros que salían de sus escondrijos en las habitaciones que lo observaban, con sus enormes orbes carmesí que parecían sacados del mismo infierno, como si esperaran algo de él. En ocasiones también veía salir de los cuartos figuras humanoides que se aparecían frente a él y desaparecían un segundo después al caminar hacia las paredes mientras le susurraban algo que él no lograba escuchar.

¿Y por qué aún no ha despertado?

Escuchó a lo lejos, al final del pasillo, una voz que le pareció familiar pero que no era la misma que había tenido en anteriores sueños.

De repente se vio tele-transportado y ahora se encontraba dentro de la habitación, al final del pasillo, donde escuchó las voces. Frente a él había tres siluetas oscuras de personas hablando entre sí, había dos de mayor estatura mientras que el tercero era un poco menor de tamaño; al otro lado de la habitación había una camilla con un paciente postrado y respirando con un par de máquinas a su alrededor, por alguna razón no lograba ver las facciones del que estaba en la cama debido a lo oscuro de la habitación. A su lado, durmiendo junto al enfermo, estaba un hombre de piel blanquecina parecida al alabastro y en su cabello negro lo distinguía un mechón anaranjado; parecía dormir plácidamente mientras tomaba de la mano al extraño de la camilla.

Des...— pensó al instante, —él fue el que me rescató cuando me atacaron esas... cosas. Y ahora está con alguien al que no logro ver bien...

— ¿Cuánto tiempo estará así?—

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el trío que estaba detrás de él, sin más se acercó a ellos esperando alguna respuesta sobre lo que sucedía y la escena que presenciaba.

— Aún no lo sabemos, ¿señor...?— la voz era más suave como de un adulto mayor, del que parecía ser el doctor.

— Sebastián, puede llamarme así—

La voz que escuché antes en el pasillo... era él, con que se llama Sebastián

— Muy bien señor Sebastián, el problema del paciente no recae en su cuerpo él ha sanado apropiadamente después del accidente. Sin embargo, su cerebro a caído en un coma debido al trauma sufrido con los múltiples golpes, lo que aún no sabemos es cuánto tiempo estará así, probablemente el diagnóstico de las siguientes pruebas pueda determinar de una mejor forma el momento de su despertar, pero por ahora necesitan esperar y dejar que se recupere por sí solo—

La figura de menor estatura se retiró al acabar de informar a los visitantes yendo hacia el pasillo donde momentos antes estaban los espectros.

— ¿Qué crees que pasará con Des?— preguntó la figura que estaba junto a Sebastián la que no había hablado durante la pequeña conferencia.

— No lo sé... primero tendremos que decirle lo que nos dijo el médico en cuanto despierte, sin embargo, lo quiera o no, tendremos que seguir con nuestras vidas mientras @e&%o se recupera—

— Espero lo haga pronto... ya casi se acerca Halloween y quería que todos juntos visitáramos otro sitio abandonado—

— Cállate Luca, yo soy el menos emocionado por eso, ¿recuerdas el sitio del año pasado? Fue el peor al que nos llevaste y casi morimos en el intento, yo por más que quiera no puedo olvidarlo... y ahora que @e&%o está así primero debemos pensar en su salud y apoyar a Des en todo lo que ocupe, la excursión podrás hacerla el año que entra—

— Bueno ya, lo siento, no quise decirlo de esa forma... solo quiero que se recupere y vuelva a sus andanzas pronto—

Sebastián suspiró, mientras le daba palmaditas a su compañero, al parecer de nombre Luca.

— Igual yo...—

...

La escena lentamente se oscureció y lo que parecía ser un recuerdo se esfumó, lo último en desvanecerse fue la imagen de Des durmiendo en la camilla junto al paciente desconocido. Algo le pareció nostálgico de esa última escena que desapareció y por un segundo deseo que esa fuera su mano, al que con fervor se aferraba Des al estar en sueños.

¿Por qué tenía constantemente esos sueños?— Se dijo a sí mismo, mientras paseaba en la oscuridad tan familiar de su mente.

Lo único que recordaba antes de desmayarse por el dolor, fue que dos personas le salvaron de los espectros que intentaban matarlo a cualquier costo y uno de ellos había recordado su nombre... Des.

No supo de dónde lo había sacado o de qué recuerdo de su mente le surgió, solo sintió una conexión muy fuerte con el chico de piel pálida y de mechón naranja en su oscuro cabello. Y las dos figuras que habían aparecido recientemente que se hacían llamar Sebastián y Luca, de algún modo también le parecían conocidos pero su conexión no había sido tan fuerte como fue con el chico de mechón naranja.

Sin embargo... ¿Quién era el que estaba en el hospital y por qué aparecía en mis sueños?, además, ¿qué era Des para mí?, Y, ¿Por qué mi corazón constantemente palpita cada vez que recuerdo su nombre?, ¿Habrá sido alguien cercano a mí antes de terminar en este sitio?

— Probablemente él sepa quién soy y el por qué termine de esta forma— concluyó. — Quizás si lo busco me diga todo lo que necesito saber—

Llevaba horas con estas cavilaciones sin obtener ninguna respuesta que lo sacara de ese lugar, comenzaba a desesperarse y quería por fin recordar para así volver a su hogar. Llevó así su hilo de pensamientos... hasta que sin darse cuenta él se quedó dormido, mientras escuchaba los zumbidos y pitidos de las máquinas que monitoreaban su pulso en el cuarto de Médico.

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N. A: Quiero decirles que los personajes de Sebastián y Luca son las contra partes humanas de Sabiduría y Locura (lo digo para que no se confundan xd) y ya eso es todo.

¡Espero que hayan disfrutado la lectura! :D

Entre la Vida y la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora