De assistant à épouse d'un millionnaire

Bonjour, Agreste

Llegue temprano para entrevistarme con Gabriel Agreste. Según sabía Stefan Agreste ya no estaba a la cabeza, si bien Stefan era como un pescado con raspas, Gabriel era alguien demasiado exigente. Eso lo note un poco en la entrevista.
- Y dígame Mademoiselle Sancoeur, usted estudio entonces en Collège de Design et d'ingénierie textile Coco Maison de haute couture?
- Así es Monsieur Agreste.
- Muy bien, que sabe hacer en la industria del diseño?
- Coser, trazar, diseñar, hacer patrones digitales para telas, confección y tiraje masivo así como confección manual de prendas de alta gama y costura.
- Muy bien, sabe alguna lengua además del francés?
- Inglés, Español, Ruso y Alemán al 100%, estonio solo el 30% e italiano al 50%.
- Así que políglota eh, bien, de funciones administrativas sabe algo?
- Contaduría, secretariado, cómputo.
- Perfecto. Y que tal es para trabajar bajo presión?
- Bastante buena. Toda mi vida ha sido de bastante disciplina.
- Leo aquí en su CV que modeló, cuánto tiempo y para quienes?
- Para varias marcas tanto de productos como de ropa, así como casas importantes de moda. Fui imagen de Pierrot Gourmand.
- Algunas aficiones además del diseño y modelaje?
- Natación, baile, teselado, soy bastante deportista.
- Excelente. Mire solo me faltan dos áreas por acabar de acomodar. Una es para mi séquito de diseñadores subalternos, otra para labores de oficina, igual conmigo, y otra para áreas de relaciones internacionales. Por lo visto usted tiene de todo un poco de modo que me gustaría que fuera de mi séquito de diseñadores y me auxilie en juntas y acuerdos con otras firmas dentro y fuera de París, podrá?
- Si por supuesto.
- Bien. Pues preséntese mañana a las 8 am para hacer un cronograma de actividades hecho?
- Si por supuesto.
- Bien, que tenga un excelente día, au revoir.
Salí con una amplia sonrisa de satisfacción. Pude presentarme ante el más importante diseñador de París, sin titubear, sin dejarme intimidar, y, me temo, creo yo fui quién lo intimide a el, así que me acomode los anteojos con un ademán suave y salí victoriosa. Para celebrarlo fui a tomar unas cuantas copas a un lounge que se llamaba Meow Meow, donde también vendían comida, refrescos, jugó y cerveza, y para los más osados vodka y vinos caros. Me merecía el mejor vino del Rhin por mi éxito.
Después me fui caminando a mi apartamento, no sin antes pasar por una casa de lencería para estrenar un conjunto nuevo en mi primer día de trabajo, pues según una antigua tradición en mi familia decía que siempre que vas a iniciar algo, debes usar un conjunto nuevo de ropa interior. A mí siempre me había resultado fuera una superstición o no.
Elegí para la ocasión un conjunto color azul marino, mi color favorito, afortunadamente podía ir semi casual a trabajar. Elegí para el día siguiente un palazzo azul marino, zapatillas altas, una torera casual color blanco, llevaba un moño sencillo alto, mis anteojos casuales y un maquillaje discreto y sencillo.
Al día siguiente mié tras llegaba ya ataviada para ponerme de acuerdo con Agreste, el iba entrando, yo iba caminando con otras personas del séquito, y una joven pasante que estaba en el área de mensajería, tropezó con el rubiales de cara enfadada. Gabriel solo le gritó que recogiera las carpetas, y mientras lo decía me miraba a los ojos mientras sonreía con un ligero retintin. Eso podría ser bueno o malo pero con el tiempo lo descubriré.