"Marco Asensio"

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Narra Sam

Aquí estábamos, los cinco sentados en el salón, mientras mirábamos la pantalla del ordenador de Marco. Había conseguido localizar el móvil de Emily, e incluso había conseguido activar su cámara y ver dónde se encontraba. Creo que tanto Igor como Gilberto estaban alucinando un poco mientras que Mateo y Marco no quitaban ojo de la pantalla.

Supongo que Mateo estaba atento a cualquier cosa que pudieran hacerle a Emily mientras que Marco estaba nervioso por lo que yo pudiera hacer.

-Tenemos a dos personas custodiando esa habitación, cada 30 minutos hacen un descanso de 5 minutos, esa será nuestra oportunidad - dije la táctica en voz alta y me arrepentí.

-¿De verdad pretendes hacer eso tú sola? Como te cojan sí que no vamos a poder hacer nada - me reprochó Marco mientras su mirada se perdía en la mía y pude ver su miedo a perderme, entonces lo entendí todo.

- No me va a pasar nada, el plan es el siguiente: Mateo y yo nos vamos, él me espera fuera con él coche mientras que vosotros os quedáis aquí y mediante la cámara me informáis del cambio de guardia ¿Entendido?

Creo que fui demasiado dura explicando el plan, pero esa había sido mi vida durante caso 4 años, una vida llena de rescates e infiltraciones. Esto para mí no era nada comparada con lo que había hecho anteriormente.

-Sí, creo que podremos hacerlo - esa contestación de Mateo nos sorprendió a todos.

Ni punto de comparación con Marco que se levantó cabreado y atravesó la puerta que daba al jardín. Automáticamente su padre se levantó pero decidí que tenía que ser yo la que fuera detrás de él. Gilberto se volvió a sentar y yo salí al jardín.

Estaba de pie, en medio del jardín mientras alzaba la vista como si quisiera alcanzar las estrellas.

-Marco... - pero no me dejó continuar.

-Siempre pienso que cada una de esas estrellas son todas las personas que dejan este mundo, personas buenas que necesitan seguir brillando. ¿Ves esa estrella que brilla tanto? - me acerqué más a él y seguí su dedo, era una de las estrellas más brillantes del firmamento - Esa estrella es mi madre y no quiero tener que imaginar cómo será tu estrella.

El mundo se paró, nadie hasta ahora había tenido tanto miedo a perderme. Ya no podía actuar por mi cuenta, como si no tuviera a nadie importante esperándome en casa o que simplemente se preocupara por mí. Ahora sí que tenía a alguien y también tenía que pensar en él.

-Cariño - cogí sus dos manos y nos miramos a los ojos - Hasta ahora nunca había tenido a nadie que se preocupara tanto por mí, pero ahora estás tú y sé que no puedo ir por ahí a mi bola -tragué saliva, esto era más difícil de lo que pensaba - Tengo que hacer esto, es Emily, haría lo mismo por ti sin dudarlo, pero no tienes que tener miedo por mí.

Le abracé todo lo fuerte que pude y deseé que todo esto fuera diferente, que yo fuera una chica normal y corriente que se hubiera cruzado en la vida de Marco sin ponerla patas arriba.

-Vuelve sin un rasguño, por favor - su mirada estaba cargada de miedo.

- Lo haré, esos capullos van a pagar por todo - le besé como si nunca antes lo hubiera hecho, me prometí a mi misma que volvería sana y salva a casa sólo por él.

El plan era el siguiente. Gilberto, Igor y Marco se quedaban en casa manteniéndome informada de los cambios de guardia y cualquier inconveniente que sucediera.

- La primera norma que tenéis que cumplir es que siempre tenemos que estar comunicados entre nosotros, pase lo que pase - juntamos los móviles de Mateo, Marco y mío para hacer una llamada en línea - Ahora que lo estamos, vosotros tres tenéis que estar muy pendientes de la pantalla, esta de aquí - señalé el ordenador de Marco - muestra la sala de vigilancia y esta otra - dije señalando la pantalla del ordenador de Igor - es el plano de la casa. Son 5 habitaciones, entraré por esta puerta y me iréis informando de cualquier movimiento que se produzca. Aparecerán los puntos rojos que son los guardias y yo seré el punto azul.

Me metí un pequeño chip en el pantalón y pulsé dos teclas en el ordenador y aparecieron los puntos rojos y mi punto azul.

- El ordenador capta el calor del edificio, y esos puntos rojos son donde más calor se concentra, por lo tanto son las personas que hay dentro. Mateo se quedará a unos metros de la casa con él coche, y me acercaré para entrar cuando me deis la señal.

-¿Estás segura de esto? - me preguntó Igor, todos en esa sala estaban aterrorizados, incluso los que se iban a quedar en casa, pero supe que estaban más aterrorizados por lo que me pudiera pasar a mí que por el lío en el que les estaba metiendo.

-Sí, de verdad, estoy segura de esto y estoy segura de que en una hora vamos a estar en este mismo salón con Emily ¿Vale? - necesitaba sonar segura, tanto para ellos como para mí.

Mateo paró el coche donde le indiqué, justamente a 100 metros de la casa, lo suficiente para no ser visto y para llegar a tiempo si tenemos que salir corriendo.

-Si ves algo extraño no dudes en salir corriendo de aquí ¿vale? - tuve que repetírselo unas cuantas veces antes de marcharme, no iba a permitir que ni él ni Marco salieran heridos de todo esto.

Asintió con la cabeza y baje del coche sacando la pistola de mi cinturilla.

-¿Alguna novedad? - dije por el móvil mientras esperaba la respuesta de Marco.

- No hay nada, les quedan 2 minutos para hacer el cambio. Tienes 3 personas en el patio y los dos de dentro - se calló durante un segundo y suspiró - Así que vas a tener a un guardia en la puerta mientras hacen el cambio. ¿Estás segura Sam? - oír la voz de Marco en un susurro e imaginármelo andando de un lado a otro preocupado no me ayudaba.

-Cariño, todo va a salir bien, te lo prometo.

Intentaría cumplir esa promesa aunque fuera lo último que hiciera.

- Lo siento chicos, pero el cambio comienza ya - la voz de Igor nos interrumpió.

Me asomé entre los arbustos y efectivamente se quedaba uno en la puerta, así que tocaría pelear en el más profundo silencio.

Me acerqué con sigilo por detrás, me aproximé a él y le tapé la boca. Intentó pelear, pero mi rodilla se clavó en su espalda y le dejé tirado en el suelo. La parte difícil estaba resuelta, o eso creía. Entré por la puerta y escuché voces al final del pasillo.

-Ha dicho el jefe que podemos dejarla ir, tiene otro plan - escuché al más alto decir eso mientras entraban en la habitación donde estaba Emily.

Avancé más por el pasillo hasta la habitación anterior a Emily, la puerta estaba abierta y pude ver mis papeles sobre la mesa. Esa era mi oportunidad. Entré y no solo encontré mis papeles, sino que también encontré fotos mías, pero no estaba sola.

Junto a las fotos había una serie de carpetas, tenían nombres y uno de ellos era: Marco Asensio.

Déjame intentarlo. //Marco Asensio//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora