Maddison
Abro los ojos en cuanto siento unos leves golpes en la puerta de mi habitación.
Reviso la hora en mi reloj de pared y a penas son las 6:30 AM.Suelto un sonoro suspiro y froto mis ojos con ambas manos.
¿Quién mierda venía a golpear la puerta a ésta hora?
Con pereza salgo de la cama y piso el suelo totalmente descalza. El solo contacto de mis pies con el suelo frío, me estremece.
Abro la puerta de la habitación y el rostro de Matt aparece frente a mí.—¿Qué haces frente a mi puerta a esta hora? —pregunto, bostezando.
—¿Podemos hablar? —noto que está impaciente.
—Déjame dormir media hora más, y luego podemos hablar de lo que quieras.—pido cerrando mis ojos, con sueño.
—Es urgente. En serio.—insiste.—Necesito hablar con alguien.—lo observo con atención y su rostro luce triste.
—¿Qué sucede? ¿Te sientes mal? ¿Llamo a mamá? ¿Volviste a tener pesadillas como antes? —no puedo evitar preguntar con rapidez.
Me hago a un lado y él ingresa a la habitación. Toma asiento en mi cama y yo cierro la puerta.
—¿Qué sucede, Matt? —hablo, con calma. Tomo asiento junto a él y espero a que hable.
—Megan terminó conmigo. —suelta.
Mi mente queda en blanco durante unos segundos.
¿Se suponía que eso era malo?
—Y...—digo, confundida.—¿Te... duele esa decisión?
—Ayer en la noche, en la fiesta de disfraces... ella estaba enojada.—comienza a explicar.—Traté de hablar con ella, de manera civilizada. Pero fue imposible. —suspira.—Cuando salimos del túnel del terror, ella se puso peor. Y en cuanto terminó la fiesta, se me acercó y me pidió que la llevara a su casa. Lo hice. Y... en cuanto ambos nos bajamos del auto, ella comenzó a gritarme muchas cosas. —yo le presto atención. Su rostro muestra signos de enojo, y también de tristeza.
—¿Qué tipo de cosas?
—Me exigió explicaciones. Creía que yo tenía algo con Taylor, y aunque se lo negué, no me creyó.—yo acaricio su cabello.—¿Y sabes qué fue lo peor? Que todo este tiempo, ha estado conmigo por... diversión. Dijo que yo era un estúpido por haber creído en ella. Que me había estado engañando y yo no lo había descubierto.—escupe con rabia.—Estaba conmigo por interés, por... ¡no sé! Todo fue mentira. Y... yo llegué a quererla, ¿sabes? La defendía de todos, incluso de ustedes. Todos tenían razón y yo no les creí.
Yo lo abrazo con fuerza y acaricio su espalda.
—Ya está, Matt. Fue mejor así. Ella es una completa perra.—digo, sin dejar de abrazarlo.—Tú eres un chico magnífico, tienes todo lo que una chica desea.—lo aliento. —Y sé que hay más de una chica babeando por ti. —aseguro —Megan no te supo valorar.—me separo de él y sonrío. —Esa maldita me va a oír. Te lo juro.
—No hagas nada. Ya no importa.
—¡Por supuesto que haré algo! Se va a arrepentir de haberte hecho esto. La voy a poner en su lugar. Ya lo verás. —sentencio.
—Meddison...
—Hablaré con ella.—digo y él suspira.
—No te metas en problemas.
—Tranquilo. He hecho cosas peores.—le resto importancia y frunce el ceño.—¡Es broma! —miento, tratando de que no me regañe.—Sabes que nunca hago nada malo.
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New Player ©
Teen FictionA veces convivir con nuestros hermanos, bajo el mismo techo, puede ser muy complicado. Y Maddison Dallas lo sabe perfectamente. Ella pensaba que su vida ya no podía ir peor. Pues soportar las 24 horas del día a sus tres hermanos: Aaron, Matt y Chase...