Ethan
Sin duda, estos 4 chicos, no son lo que su madre me describió.
Ya eran aproximadamente las 10 de la noche y estábamos en la sala de juegos, cenando diversos tipos de pizza, mientras que ellos me contaban anécdotas de su niñez; las cuales no son las típicas travesuras que comete cualquier niño travieso. Definitivamente estos 4 hermanos, tenían un imán, el cual atraía problemas. Principalmente Aaron, quien es el más problemático de todos ellos.
—¡Ese verano fue asombroso! —exclama Aaron entre risas, mientras se deja caer en el Puf azul a un lado del sofá en el que me encuentro sentado.
—¿Asombroso? ¿Es una broma? ¡Eso fue una tortura!—lo corrige su hermano mayor, Matt.
—Depende del punto de vista en que lo veas.—comenta Taylor, la mejor amiga de Maddie. —Para todos nosotros, fue más que asombroso. Pero... si nos ponemos en tu lugar... —hace una mueca y le da un mordisco a su rebanada de pizza.—Ese dolor estomacal no te dejó disfrutar de nada.—observa a Matt con pena.
—Sí, pasó toda la semana en el baño. Hasta creo que durmió allí. —me dice Chase.
—Bueno... ya fue suficiente información sobre lo que me sucedió. —interviene el hermano mayor. —Mejor cambiemos de tema.
—Tienes razón. Mejor hablemos del nuevo inquilino.—propone Maddison.—Cuenta algo sobre ti.—me anima.
—Pues, nací en Danver, y no tengo hermanos. En mi antigua Universidad, jugaba Fútbol Americano y la verdad, me costó mucho despedirme de mis compañeros de equipo y de todos mis amigos. Pero... lo positivo de este cambio, es que podré seguir jugando, eso es lo que verdaderamente me pone contento.—les comento.
—¿Tus padres cómo tomaron esta situación? —me pregunta Chase.
—Ellos saben que este es mi sueño, y aunque al principio intentaron impedir que me alejara de ellos, entendieron que esto era lo que yo quería y me apoyaron.
—Aquí haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que te sientas cómodo. —me asegura Maddison mirándome fijamente con esos ojos celestes grisáceos que posee. —Sé que no será lo mismo, pero aquí todo el tiempo nos divertimos.—me sonríe.
—A veces más de la cuenta.—interrumpe Aaron.
—Solo recuerda una sola cosa: —me dice Matt. —nunca sigas los pasos de Aaron. Él nunca hace las cosas bien.—comenta y todos se ríen, menos Aaron.
—Y yo te diré otra cosa.—me habla ésta vez Aaron. —Nunca te juntes con Matt, él es el amargado de la familia.—yo me río levemente y niego con diversión.
—Mejor dicho...—interrumpe Taylor. —no sigas los pasos de ninguno de ellos.—señala a los tres chicos de mi mismo sexo.—Los tres tienen algo del diablo. Cualquiera de estos tres mosqueteros, te llevarán por el mal camino.—sentencia mordiendo la pizza.
—Nosotros somos los machos de la casa.—se adelanta Chase. —Todo lo que hacemos, está bien. —choca sus puños con Aaron y Matt.
—Sí, claro. Todo lo que según tú "hacen bien" —utiliza comillas la amiga de Maddison.—implica problemas.
—Es cierto.—concuerda la castaña.
ESTÁS LEYENDO
New Player ©
Teen FictionA veces convivir con nuestros hermanos, bajo el mismo techo, puede ser muy complicado. Y Maddison Dallas lo sabe perfectamente. Ella pensaba que su vida ya no podía ir peor. Pues soportar las 24 horas del día a sus tres hermanos: Aaron, Matt y Chase...