Capítulo 41.

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Maddison


Ethan se había enojado, y mucho. No le gustó la idea de que yo saliera con alguien más, y menos que ese "alguien" fuese Ryan.

Pero ese no era mi problema. Yo no tenía la culpa. Es decir, él había decidido no estar más conmigo.
Además, no era una cita, sino una salida común y corriente. Y si él no lo entendía, pues era su problema.

—¿Por qué vas a salir con él? —me preguntó en cuanto salí de la casa.

Ryan tenía que estar por llegar y Ethan insistía con lo mismo.

—Porque es una manera de disculparme con él. —respondí, y apoyé mi poco trasero en los escalones continuos a la puerta principal.

—Pero... no lo conoces, ¿y si te hace daño? —insiste, tomando asiento a mi lado.

—Sé defenderme. —elevo mis hombros.


Yo suspiro y levanto la vista para observar el hermoso cielo estrellado.

—Lo lamento.—dice.

—¿Por qué te disculpas? —frunzo el ceño.

—Fui muy cruel contigo y, la realidad es que te extraño mucho. —murmura.


—A mí me duele que estemos separados, pero fue algo que tú decidiste. —le recuerdo, con un tono de voz tranquilo.

Pero reconoce que tuve razón al enojarme. —inquiere.

—No quiero hablar sobre eso de nuevo. —le pido.


—¿Entonces qué hacemos? ¿Podemos retomar las cosas? Perdóname.

Miro hacia la calle y veo a Ryan asomando su rostro por la ventanilla de su auto, saludando con la mano.

Observo por última vez a Ethan y noto que me mira suplicante.

—Quédate y hablemos, por favor. —me ruega.

—No puedo. —murmuro, y me alejo de él.

Ryan baja del auto y se acerca a mí, con una sonrisa.

—Hola, bella dama. —me saluda con un beso en la mejilla.

—Hola. —respondo.

Él rodea el auto y abre la puerta para mí.

Le sonrío e ingreso al auto. Tomo asiento y observo por la ventanilla a Ethan, quien no se ha movido ni un centímetro desde donde estaba. Observaba la escena con algo de tristeza.

—¿Sucede algo? —escucho la voz de Ryan.

—No, nada. —digo con calma y él asiente.

Enciende el motor del auto y lo pone en marcha, mientras que se aleja de la casa.

—Déjame decirte que estás muy linda.—me halaga.

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