MaddisonHabía pasado como una semana ya. Y yo seguía en casa de Taylor.
¿Quieres saber lo que pasó en esta semana? Pues, de todo: Matt y Ethan estaban "enojados" con Taylor y conmigo, debido a lo que pasó en el club de Ryan Danvers.
A decir verdad, todos mentimos a partes iguales, así que lo del enojo me parece un poco... estúpido ya. Creo que los chicos exageran.El caso es que no nos hablan o, de hacerlo, si lo hacen es para lanzarnos alguna indirecta sobre lo sucedido. Mucho drama de su parte.
Con respecto a mi madre, y al asunto de Camelia, pues e intentado dejarlo a un lado. Trato de no pensar en ello, o de ignorar cualquier comentario que se haga al respecto.
Hoy decidí volver a casa, ya que no quiero abusar de la confianza que me tiene Taylor y sus padres. Ya me quedé el suficiente tiempo en su casa.
Taylor se había ofrecido a acompañarme a casa y, de paso, se quedaría a cenar. También quería aprovechar para hablar con Matt, a ver si podían ponerle punto final a ese drama del club.
Les avisé a mis hermanos de mi regreso, y según lo que dijeron, mi madre se había puesto muy contenta y estaba preparando una deliciosa cena. A lo que no le di importancia.Mi amiga estaciona su auto en el patio delantero de mi casa, y ambas nos bajamos de él.
Tomo la pequeña maleta que me había llevado a su casa, y mi bolso.
—Quiero que sepas que si te sientes incómoda aquí, puedes regresar a mi casa.—habla Taylor, poniéndose de pie delante de mí.
—Lo sé. Y gracias, por todo.—le agradezco.
Abro la puerta principal, y ambas avanzamos.
—¡Ya llegó! —escucho el grito eufórico de Aaron. —¡Santa Virgen del pan calentito! ¡Ya llegó! —grita con más fuerza.
—¿¡Qué!? ¡El pollo se quemó! ¡Chase! ¿¡Qué hiciste!? —se oye el reclamo de Matt.
Taylor y yo nos miramos con confusión y avanzamos hacia la sala.
Mis tres hermanos aparecen corriendo, y Ethan también.
Aaron trae puesto un gorro de chef, Matt un delantal floreado, Chase trae una espátula y Ethan una sartén.
Dejo la maleta a un lado, y el bolso también.
—¿Qué...? —cuestiona Taylor, señalando las cosas que ellos traen, aturdida.
—Sí... ¿qué..? —copio su acción —Eh... Hola.—saludo, incómoda.
Ellos reaccionan, y se abalanzan sobre mí dándome un fuerte abrazo grupal. Cabe mencionar, que mi amiga también quedó atrapada en medio del abrazo.
—No... respiro... —logro decir, sin aire.
—Lo siento. —se disculpan a coro y se separan de mí.
—Nos alegra que hayas regresado. —habla Aaron, mientras se quita el gorro y lo pone sobre mi cabeza.
—¡Justo estábamos cocinando la cena! —salta Chase, con alegría.
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New Player ©
Teen FictionA veces convivir con nuestros hermanos, bajo el mismo techo, puede ser muy complicado. Y Maddison Dallas lo sabe perfectamente. Ella pensaba que su vida ya no podía ir peor. Pues soportar las 24 horas del día a sus tres hermanos: Aaron, Matt y Chase...