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Capítulo 16

Maddison

Camelia nos observaba expectante, esperando una respuesta de nuestra parte.

Mi mente estaba en proceso de inventar una excusa, y Ethan estaba pasmado a mi lado, observando a Camelia con algo de incomodidad en su rostro.

—Estábamos hablando.—me apresuro a responder.

Ella me observa con seriedad, claramente sin creer la tonta excusa que dije.

—Hablando. —repite, esta vez clavando sus ojos en Ethan. —¿Sobre qué? —interroga.

—Sobre la fiesta. —intervengo nuevamente. —A decir verdad, no fue tan mala idea venir, pese a que no tenía ganas. —comento, restándole importancia.

—De acuerdo. —responde, al cabo de unos segundos.

Le sonrío en modo de respuesta y noto de reojo que Ethan suelta un suave y silencioso suspiro de alivio.

—¿Bailamos, Ethan? —propone Camelia.

Él asiente de inmediato y ella lo toma de la mano, entrelazando sus dedos. Luego me da una mirada de advertencia, y lo arrastra hacia la multitud de gente.

Ruedo los ojos con irritación.
Veo a los chicos venir en mi dirección y les sonrío.
Alex trae dos botellas de cerveza y me tiende una, la cual acepto. Aunque ya tenía conmigo un recipiente de alcohol que Taylor me había ofrecido anteriormente.

Matt se nos acerca y sus ojos recorren la pista de baile, hasta que noto como se tensa.

Sigo su mirada y veo a Taylor bailando alocadamente junto a Aaron, mientras se ríen a carcajadas.

—Ve a bailar.—lo aliento.

—¿Para qué? ¿Para interrumpir su baile? —cuestiona irónicamente.

Le da un largo sorbo a su bebida y se deja caer en uno de los sofás a nuestro lado.

—No seas tonto. —hablo y tomo asiento a su lado.

—¿No los ves, a caso? —señala a ambos.—Está claro que lo prefiere antes que a mí.

—Solo están bailando, ¿qué tiene eso de malo? —pregunto.

Alex toma asiento a mi lado y observa también a los chicos.

—Muchas veces, las personas confunden una buena amistad con otra cosa. —habla. —Hay quienes opinan que no existe la amistad entre el hombre y la mujer. —hace una mueca de desaprobación.

—Soy uno de ellos. —se incluye Matt. —Uno de los dos siempre termina deseando al otro, sintiendo algo más que amistad. —comenta.

—Yo opino que existe la amistad entre el hombre y la mujer. —hablo. —Taylor ha estado en nuestras vidas desde que nació, y jamás se interesó en alguno de ustedes. O viceversa. —le recuerdo a Matt. —Ahí tienes un claro ejemplo de que sí existe. O existía. —ladeo la cabeza al recordar que él está interesado en ella.

—Da igual. Eso es mentira.—ataca, sin despegar la vista de los chicos. —Te dije que no quería a Taylor en la casa, y no me hiciste caso.—me acusa, mirándome fijamente. —¿Y qué pasó? Ahora ella está babeando por el idiota de Aaron. —gruñe.

—Iré a... dar una vuelta.—interviene Alex y se aleja de nosotros, algo incómodo.

—¿Crees que es momento de sacar a flote tus celos? —cuestiono a Matt, con el ceño fruncido.

—¿Qué quieres que haga entonces? —se voltea hacia mí con enojo. —¿Dejar que ella se divierta con mi hermano? ¡Le confesé lo que sentía y parece que le vale mierda! —escupe.