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Min Seok.

- Sid, santo cielo, yo no...

- Solo abrázame, por favor. - me pidió en cuanto llegué a su lado y no dudé ni un solo segundo en hacerlo.


En cuanto recibí su mensaje pidiéndome que la acompañara, no dudé en pedir permiso en el trabajo y tomar el primer taxi hacia el hospital en el que se encontraba.

No sabía qué había pasado, pero me necesitaba a su lado y jamás le negaría algo así.


- ¿Qué sucedió? - me animé a preguntar, cuando comenzó a calmar su llanto. Ella se alejó un poco para secar sus lágrimas y tomó un poco de aire, intentando tranquilizarse. Fuese lo que fuese, no sería bueno.

- Yeol... - balbuceó y solo entonces, comencé a buscarlo con la mirada. ¿Por qué su esposo no estaba con ella? - Estaba en el auto de la compañía, regresando de una reunión, cuando de pronto, el conductor perdió el control y... - antes de que terminase de contármelo, se lanzó a llorar una vez más. Su voz y su expresión me desgarraban el corazón y me terminaron de contar lo que había pasado: Chanyeol había sufrido un accidente.

- ¿Los doctores te han dicho algo? - ella asintió y se inclinó hacia su bolso para sacar un pañuelo.

- Está muy grave. - me contó, completamente destrozada. - Lo pusieron en Cuidados Intensivos para intentar estabilizarlo, pero no me han dado mucha esperanza. - sus lágrimas no dejaban de salir disparadas por sus mejillas y aunque quería ayudarla, no tenía idea de que hacer. Estábamos hablando de la vida de su esposo, de la persona que más amaba en el mundo y de quien la hacía feliz, era obvio que estuviese desconsolada.

- ¿Ya entraste a verlo? - ella negó con la cabeza.

- Iba a entrar y tuvo un fallo respiratorio. - dijo con dificultad a causa de las lágrimas. - Cuando esté estable me dejaran verlo.

- Me tienes a tu disposición, Sid, solo dime qué necesitas que haga por ti. - ofrecí sinceramente. A pesar de todo lo que había pasado, el amor que le tenía a Sidney no me permitía ser indiferente a su dolor. No importaba si era algo de su esposo, de la persona por la cual yo perdí mi oportunidad con Sid, me importaba más el bienestar de ella que la punzada en el corazón que sentía al verlos juntos.

- Mochi. - murmuró, volteando hacia mi para tomar mis manos. Sentí mis latidos dispararse en ese momento, pero intenté mantenerme tranquilo. - Quédate conmigo, por favor. Su familia está regresando a Seúl y mientras tanto, estaré sola en este lugar. No se qué debo hacer, no tengo idea de nada y no puedo pensar bien con él en ese estado. - asentí casi al instante y la atraje hacia mi una vez más. Ella siempre me pareció una joven que podía enfrentar cualquier cosa, pero en ese momento, mientras la sentía temblar entre mis brazos, me di cuenta que eso era un caparazón y que se había roto completamente, dejando a una Sidney tan frágil que con un soplo se vendría abajo.

- No me iré de aquí hasta que me lo pidas.


x


Sidney.

- Unnie, no se que haré sin él. - lloriqueé en el hombro de mi cuñada. - Los doctores no han hecho más que darme malas noticias y hasta ahora no me han permitido verlo.

- Tranquila, Sid, por favor. - me pidió Yoora, haciendo círculos en mi espalda con sus manos para intentar que mi llanto cese. - Chanyeol es fuerte.

- Es por eso que temo. - admití. - En estos últimos años él se ha encargado de ser mi soporte y fuerza. ¿Que hago sin él? Me siento desfallecer, siento que me falta el aire, siento que una parte de mi se ha apagado. - Yoora buscó mis ojos rojos y me dirigió una mirada comprensiva. Ella sabía cuánto amaba a su hermano y cuán unidos éramos, por lo qué tal vez ya sabía todo eso sin que se lo tuviese que decir.

- Tu también eres fuerte, Sid. - afirmó, sujetándome por los hombros. - Mi hermano tomó la mejor decisión al unir su vida a la tuya. Eres una mujer increíble, valiente, madura y dispuesta a enfrentarse al mundo entero si es necesario. Es ahora cuando Chanyeol necesita que te mantengas a flote, que luches junto a él para que sobreviva.

- No sé como hacer esto sin él. - Yoora pasó su mano por mi cabello, cambiando su expresión a una cargada de la dulzura característica de ella.

- Chanyeol no se ha ido, Sid, está allí dentro, luchando por volver a ti. - me recordó, señalando hacia el ares de Cuidados Intensivos. - Se fuerte, hermana, verás como pronto lo tendremos con nosotros una vez más. - añadió, antes de que Min Seok se acercará a nosotras con café. - Gracias. - dijo Yoora, dedicándole la mirada solo por unos segundos, para luego volver su atención a mi. - Voy a buscar a mamá y papá, ¿bien? Volveré enseguida. - asentí y me quede viendo a la mujer que había tomado el papel de hermana mayor en los últimos años, mientras se alejaba por el pasillo.

- Deberías descansar. - sugirió Min Seok y aunque todo mi cuerpo gritaba por recostarse en la cama, negué con la cabeza.

- Quiero estar aquí si despierta.

- Él querría que cuidaras de tu salud, también. - dijo, pasando su mano por mi cabeza. - Estuviste aquí desde ayer, necesitas dormir en una cama decente, no en una incómoda silla.

- Si despierta, preguntará por mi.

- Y su familia le podrá decir que fuiste a descansar un poco. - solté un suspiro al instante. Era inútil pelear con Min Seok. - Vamos, Sid, estoy aquí para ayudarte, pero también para velar por tu bienestar.

- Es que no sé si...

- ¿Familiares de Park Chanyeol? - se escuchó la voz un tanto alarmada de una de las doctoras. Volteé casi de inmediato, sintiendo un tirón en el cuello, y corrí hacia la mujer sin demora.

- Soy su esposa. - repliqué rápidamente. - ¿Qué sucede? ¿Le pasó algo? - la doctora abrió y cerró la boca varías veces, intentando hablar, pero no parecía tener las palabras correctas.

- Voy a ser sincera con usted. - me dijo. - El fallo respiratorio de su esposo y sus costillas rotas, han dañado mucho los pulmones. Eso es sin contar con los efectos secundarios de sus otras lesiones, señora Park. No sabemos cómo evolucionará en las siguientes horas, pero por el momento, no tengo buenas noticias para usted.



En ese instante, sentí mi cuerpo caer hacia el suelo y escuché a lo lejos el grito de Min Seok y de la mujer. Pero yo solo me repetía una y otra vez una sola cosa: No, por favor, no se lo lleven de mi lado tan pronto.






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Se cumplió lo que le dijeron en el templo de Japón. ¿Cómo se lo están tomando?

Love Me Right | EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora