09.

524 59 2
                                    

Sidney.

Ese día tenía programada otra clase en la tarde, luego del almuerzo, y ¿qué creen? Era otra clase más en la que tenía que soportar a Chanyeol Park.

Cuando lo vi entrar, apreté el puente de mi nariz y aquello pareció divertirle. Como si no fuese poco, caminó hasta mi y volvió a ocupar el asiento a mi costado.

Una clase más, Sídney, puedes hacerlo, me dije a mi misma.


- Sigo sin creer que no te caiga bien. - me susurró mientras el profesor copiaba algo en la pizarra y yo le fulminé con la mirada.

- Cállate. - le pedí al llevar mi dedo índice a mis labios. - Por favor, solo cállate unos minutos. - añadí y no se bien cuál fue mi expresión, pero él decidió hacerme caso.


Ese chico, en verdad, me incomodaba.


x


- Bien, formen parejas para realizar el trabajo de esta semana. - pidió el profesor y al instante, los estudiantes comenzaron a movilizarse para buscar compañero.


En algo tenía razón Chanyeol, era muy popular con las chicas. Desde antes de que el profesor anunciara que había que hacer equipos, ya le habían enviado notas en las que le pedían ser compañeros. Pero él no había respondido ni una sola y no sé si era por intentar caerme bien o porque esa era su forma de tratar a sus "fans".


- Seamos equipo. - sugirió casualmente, recargado en su asiento, mientras yo lo miraba incrédula. - Te lo digo a ti - añadió, tocando mi brazo con uno de sus dedos. Él me mostró una sonrisa ladeada y colocó sus manos juntas, como si me lo estuviese rogando.

- No creo que sea buena idea. - repliqué, frunciendo el ceño.

- Creo que no tienes opción. - rió. - Todos tienen grupo ya, solo quedamos nosotros.


Miré a mi alrededor y, efectivamente, todos ya parecían haber encontrado compañero. ¿Cómo rayos habían sido tan rápidos?


- Será divertido. - insistió el de orejas grandes, haciéndome rodar los ojos. - Y podrás ver que no soy tan mala persona.

- Bien. - repliqué, pero en cuanto vi su sonrisa comenzar a formarse, lo señalé con el dedo índice. - Pero ni se te ocurra que haré el trabajo por ti.


x


- No sé como logras escabullirte tan rápido. - en cuanto escuché su voz, apreté los labios. Me había ido rápido de clase para no tener que hablar más con él. - Sí vamos a hacer este trabajo juntos, al menos deberías decirme tu nombre o darme tu número para poder reunirnos luego. - aquello me hizo detener y volteé hacia el joven de orejas grandes para enfrentarlo. Él me sonreía victorioso y aunque no se lo diría en voz alta, tenía razón.


Saqué mi libreta de notas y un bolígrafo para anotar mi número y nombre, y Chanyeol mantuvo la mirada fija en mí, esperando. Cuando arranqué la pequeña hoja y se la extendí, su expresión me pareció la de un niño recibiendo un dulce.


- Park Sidney. - leyó el joven. - ¿Park? - asentí ante su mirada curiosa. - Podemos ser familia. - no pude evitar soltar una carcajada ante su comentario.

- Lo dudo mucho. - respondió una voz masculina por mi y cuando giré a ver quien era, me sorprendió que fuese Min Seok.

- ¿Hola? - saludé, atrayendo la atención del recién llegado. Cuando su mirada encontró la mía, noté sus defensas bajar y su expresión de incomodidad cambiar por una de nervios.

- Ya voy a regresar a casa y pensé que querrías volver conmigo. - replicó mi compañero de F5 y aunque todavía no le había perdonado por lo que había dicho el día anterior, le prefería más que a Chanyeol.


x


Min Seok.

El viaje en metro fue silencioso. A pesar de que Sidney y yo estabamos sentados uno junto al otro, ninguno hablaba. Estaba molesta, ya me lo habían advertido todos en la casa, y a pesar de eso, había decidido ir por ella. Pero es que cuando la vi con ese chico alto de orejas grandes y en especial cuando vi que le daba un papel con sus datos, no pude resistir las ganas de ir por ella. 

Sidney me estaba ignorando, pero no se levantó hasta que yo lo hice y tampoco subió las escaleras eléctricas hasta que yo llegué a su costado. Estaba atenta a mis movimientos y aquello me hacía sentir bien. 

Me detuve un par de veces, para comprobar mi teoría y en todas esas ocasiones, ella se detuvo a esperarme. No pude resistir mis ganas de reír y a pesar de que ella rodó los ojos, noté que empezaba a bajar sus defensas. 


- Sidney. - le llamé, antes de detenerme de imprevisto, una vez más. Ella me imitó al instante y regresó hasta quedar a mi costado, haciendome sonreír. Dirigió su mirada a mis ojos y noté cómo, en su intento por no sonreír también, apretó los labios. 


El efecto que tenía ese gesto en mí era tan fuerte que me parecía increíble. 


- Quiero ir por algo antes de regresar a casa. - le dije ante su mirada curiosa. 

- ¿Quieres que me vaya sola? - negué con la cabeza.


Eso jamás. 


- Quiero ir por fish cake. - sus ojos se iluminaron al instante y no pudo luchar más contra sus ganas de sonreir. Había acertado con eso. 

- Ya no somos niños de primaria. - me recordó, acercándose a mi lado una vez más y aproveché la oportunidad para rozar mi mano con la suya. 

- En ese entonces, era nuestra forma de solucionar nuestros problemas. 

- ¿Y ahora? 

- Es mi forma de pedirte perdón.

Love Me Right | EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora