04.

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Sidney. 

- ¿Yeoboseyo? - contesté en coreano formal. 

- ¿Park Sidney? - preguntó una voz profunda del otro lado de la línea. - Soy Kim Jongdae, su compañero de casa, el cuidador me dio su número. Acabo de llegar y vi sus cosas, pero no a usted. - reí por su forma de hablarme tan formal, probablemente, porque pensaba que yo era mayor que él. 

- Salí a conocer la zona. Estoy en camino a la casa. - le expliqué rápidamente. 

- ¿Dónde está? Puedo ir a buscarla. - negué con la cabeza, a pesar de que no podía verme. - Es más, ya estoy bajando las escaleras.

- No es necesario, pero gracias. - le interrumpí, dejando que su disposición me enterneciera. - Estoy a un par de calles de distancia.

- Entonces, esperaré abajo, en la puerta. - añadió y escuché el tintinear de sus llaves. - Llevo un hoodie oscuro y tenis blancos.

- Saco negro y jeans claros. - le indiqué. 

- Le haré una seña cuando la vea. 

 - Sí, está bien, gracias. - repliqué antes de reír una vez más por la forma en la que me hablaba. - No es necesario que me llame formalmente, probablemente, soy menor. Soy del 98.

- Soy mayor. - dijo emocionado. - Entonces, debes llamarme oppa.

- No lo diré. No. - me negué, antes de voltear hacia Min Seok.


¿Cuánto tiempo había estado hablando con Jongdae? Había estado ignorando a mi amigo.


- Viviremos juntos, comencemos a tenernos confianza. - argumentó una vez más, pero aunque quise reír, no pude por la expresión de incomodidad que tenía Min Seok. 

- Ok, oppa, te veré luego. - añadí rápidamente, antes de colgar.


x


- ¿Jongdae? - pregunté al ver a un joven con la descripción que me había dado, levantar la mano en el aire, pero al mismo tiempo, Min Seok llamó su nombre. Volteé a verlo, confundida, y el comenzó a parpadear varias veces.  

- ¡Madre mía! Vivimos en el mismo lugar. - concluyó él y solo entonces, caí en cuenta de lo que pasaba. 

- No lo entiendo. - balbuceé, cuando Jongdae llegó corriendo a nuestro lado. 

- ¿Ustedes dos se conocen? - preguntó Jongdae, mientras se apoyaba sobre sus rodillas para retomar el aliento. - No lo mencionaste, Min Seok hyung. - Mochi se encogió de hombros, restándole importancia. 

- Nos conocimos en la primaria. - repliqué, llamando la atención de ambos hombres. - ¿Podemos entrar a la casa? - añadí y sin esperarlos, comencé a caminar. 


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- Bienvenida a F5, Sidney. - escuché a Jongdae decir, en cuanto llegó a mi lado. Bajo la luz de la sala, pude ver mejor el rostro del joven, sus rasgos finos y sus ojos grandes y expresivos. 


Atractivo, pensé.  


- ¿Conociste un poco la casa? - asentí, un poco intimidada por su altura. - Bien, te llevaré a...

- ¿Dónde está mi nueva compañera de casa? - se escuchó a alguien gritar, seguido del golpe de la puerta de entrada. A los pocos segundos, un joven de cabello rojo fuego entró a la sala con los brazos abiertos, acompañado de otro de cejas pobladas. - ¡Allí estás! - añadió y luego, corrió a darme un abrazo. Yo me quedé completamente inmóvil, nerviosa por lo repentino de su acción. 

- Baekhyun hyung, estás asustando a Sidney. - le reprochó Jongdae y comenzó a darle golpes en sus brazos para que me soltara. - Por favor, perdónalo. Baekhyun es así de expresivo. - volteé hacia Min Seok al instante, quien veía toda la escena con el ceño fruncido desde una esquina, esperando que hiciese algo. Pero en vista de que no tenía intención de intervenir, me armé de valor para hablar. 

- Está bien. - repliqué. - Hola a todos, soy Park Sidney. 

- Es tan pequeña. - comentó Baekhyun, arrugando la nariz, y sentí mis mejillas ruborizarse. 


Estaba recibiendo demasiada atención de demasiados hombres. 

Y ¿por qué tenían que ser todos tan atractivos? 

Maldición.  


- La estás asustando. - le reprochó Jongdae, el único que salía en mi defensa. 

- Deberíamos llevarla a su habitación. - habló repentinamente el cuarto hombre, el de cejas pobladas, mientras se acercaba a tomar mis maletas. - Ven, es por aquí. - indicó con la cabeza y sin decir una sola palabra más, le seguí por el pasillo. - Arreglamos un poco el lugar para ti. Tu padre le dijo al cuidador que tu color favorito es el rosa, así que nos tomamos la libertad de pintar las paredes de ese color. 

- Gracias. - murmuré mientras pasaba a la que sería mi nueva habitación por los próximos años. - Ha sido un buen detalle. - el joven asintió mientras dejaba las maletas en el suelo y cuando terminó, se estiró un poco para recuperarse del esfuerzo. Su camiseta se levantó un poco y marcó sus abdominales, por lo que tuve que desviar la mirada hacia mis zapatos. 

- Creo que no me he presentado. - dijo cuando recobró el aliento y luego, se agachó un poco para que pudiese verlo mejor. - Soy Oh Sehun. 

- Park Sidney. - Sehun rió. 

- Ya lo dijiste. 


Bien hecho, pensé. 


- No tengas miedo de los chicos. - me aconsejó. - Son un poco extraños, pero te acostumbrarás a ellos, ¿bien? - asentí a modo de respuesta, incapaz de contestar por lo cerca que Sehun se había colocado, y el sonrió. - Dejaré que te instales. Mi cuarto es el que está al frente, por si necesitas algo. 

- Gracias. - murmuré y solo cuando lo vi cerrar la puerta, dejé salir el aire de mis pulmones. 


¿Cómo iba a sobrevivir viviendo con 4 hombres como ellos?

Love Me Right | EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora