Love Me Right | EXO

29.

Min Seok.

- Pero ¿quién demonios se cree? - le pregunté a Jongdae, mientras tomaba un trago de licor. - Ni siquiera han terminado sus carreras.

- Hyung, ¿no puedes alegrarte por ella y ya? - negué con la cabeza.

- Lo he intentado todo, Jongdae, absolutamente todo. - repliqué. Habían pasado dos años ya y aunque había perfeccionado el arte de pretender estar bien frente a la pareja feliz, por dentro cargaba un funeral. - No puedo sacarme a Sidney de la cabeza. - Jongdae, rápidamente, me hizo una seña para que bajara la voz y miró a ambos lados para ver si alguien se había dado cuenta de lo que hablabamos.

- Se acabó, hyung, Sidney y Chanyeol van a casarse.

x

- Quiero agradecer a todos por venir a celebrar con nosotros nuestro compromiso. - habló por el micrófono el novio de Sidney, mientras ella sujetaba su mano. Yo veía todo desde una esquina con mi quinto trago y unas ganas increíbles de que eso fuese solo una pesadilla. - En estos últimos años juntos, Sid no ha hecho más que enseñarme lo que el verdadero amor es. Nunca pensé que podría llegar a sentir algo así por alguien, pero ella llegó a romper mis esquemas y no hay mejor cosa que me pudo haber pasado. - lo vi llevarse la mano de Sidney a los labios para besarla y ella sonrió como una escolar. Quería irme, pero se lo había prometido a ella, le había prometido que le ayudaría con su boda, que estaría allí para lo que necesitara. - Voy a casarme con la mujer de mi vida y no hay nada que me pueda hacer más feliz. - añadió y todos los invitados comenzaron a aplaudir y darles ánimo por la nueva etapa que comenzarían. Pero yo no pude, en su lugar, le di otro sorbo a mi trago y apreté los labios.

- Al menos finge. - pidió Sehun al llegar a mi lado a pedir una bebida al bartender. - Mirala, hyung, mira lo feliz que es y que esa sea tu motivación para dejarla ir de una vez por todas. - sabía que no lo decía para herirme, sino para que yo pudiese entenderlo al fin, pero me dolió en lo más profundo de mi ser. - Esto no te hace bien. Debes aceptar que Sidney está con Chanyeol, que él la hace feliz y que se aman. Son una buena pareja, hyung, y tú que tuviste la oportunidad de compartir con ambos, deberías saberlo.

- Es que algo no me parece correcto. - admití, probablemente por los efectos del alcohol. - Es como si algo me dijese que Sidney debería estar conmigo y no con Chanyeol. - Sehun negó con la cabeza y palmeó mi hombro un par de veces, sintiendo compasión por su pobre hyung enamorado de una chica comprometida.

- Al principio, a mi tampoco me caía bien Chanyeol, pero con el pasar del tiempo, me di cuenta de que ama a Sidney más que a nada en este mundo. - habló el de cejas pobladas. Él y Baekhyun eran de los mejores amigos de Chanyeol, obviamente iba a salir a su favor. - Es un buen chico, hyung. Déjalos ser felices.

x

Sidney.

- Entonces, ¿ya tienen una fecha en mente? - quiso saber Baekhyun, mientras Kyungsoo, Sehun, Chanyeol y yo, el grupo que se había formado con el pasar del tiempo, cenabamos juntos.

- Queremos que sea lo más pronto posible. - replicó Chanyeol. - De hecho, estábamos pensando en que sea en las vacaciones de verano, antes de que cumplamos tres años juntos.

- ¿Por qué tanta prisa? - insistió Baekhyun. - ¿Les ha gustado mucho su primera noche solos? - mi novio tuvo que darme palmaditas en la espalda para que no me atorase con la comida ante lo que había dicho nuestro amigo.

- Baekhyuni. - le reproché.

- Eso no se pregunta. - me apoyó Kyungsoo con una sonrisita divertida. - Eso ya es evidente. - de nuevo, el ataque de tos volvió a mí.

- Sí, se nota. - continuó Sehun, apuntándonos con sus palillos. - Pero no quiero sobrinos todavía, ¿bueno?

- ¿Por qué estamos hablando de esto? - pregunté, alcanzando mi vaso de agua para intentar recomponerme.

- Vamos a cortar el tema. - intervino mi novio. - Pero tranquilos, sabemos que hay formas de protegerse.

- ¡Chanyeol! - exclamé, llevándome una mano al puentes de la nariz. Él rió.

- Perdona, bonita. - se apresuró a decir. - Pero me emociona la idea de ver a versiones pequeñas de nosotros corriendo por el apartamento. - añadió con tanta ternura que todos en la mesa se detuvieron para verlo.

- En su momento. - le dije, aunque a mi también me gustaba la idea. - Tenemos toda una vida para pensar en eso.