Love Me Right | EXO

11.

Min Seok.

- Bueno, me voy. - le avisé a mis compañeros de trabajo y luego de despedirme con la mano, salí de la cafetería.

Comenzaba a hacer frío en Seúl, así que cerré mi chaqueta para comenzar a caminar hacia F5. ¿Habrían encendido la calefacción en la casa? ¿Le habrían enseñado a Sidney cómo hacerlo? Ella no soportaba el frío.

¿Qué pasa contigo, Min Seok?, me pregunté, sin poder evitar reír al darme cuenta que había estado pensando en Sidney casi toda la semana.

Miré la hora, eran las 10 PM, si me apresuraba, probablemente encontraría a Sidney en la sala, haciendo tareas y con esa sonrisa tan bonita que ponía al saludarme. Podría entregarle el Vanilla Latte y el muffin de chocolate que le estaba llevando, y podría ganarme un abrazo como recompensa.

- ¿Kim Min Seok? - me llamaron cuando me faltaban unos pocos metros para llegar a F5. Reconocí la voz al instante, no fue necesario voltear a ver su rostro, y me quedé congelado en mi lugar. - ¡Eres tú! exclamó animada y sin que pudiese evitarlo, me dio un fuerte abrazo.

- ¿Bo...Bo Young? - balbuceé y llevé mis manos a sus brazos para alejarla lentamente de mí. Ella luchó unos segundos por mantener el abrazo, pero terminó cediendo y me mostró una mirada confundida. - ¿Qué haces aquí? - ella rió.

- He vuelto a Séul.

x

Sidney.

- ¿Jongdae oppa? - le pregunté al mejor amigo de Mochi y él volteó a verme al instante. Nos habíamos encontrado en un periodo libre que ambos teníamos y me llevó hacia uno de los estudios de grabación de su facultad para que escuchara un nuevo proyecto suyo. - Ayer por la noche, me quedé despierta hasta muy tarde, pero no vi a Mochi llegar. - Jongdae desvió la mirada hacia el suelo al instante y asintió. - ¿Le ha pasado algo?

- Él está bien. - respondió el joven, pero me pareció que pensó demasiado sus palabras.

- ¿Durmió en F5? - insistí, sabiendo que Jongdae lo podría interpretar como otra cosa, pero no me importaba, estaba muy preocupada por Mochi.

- Sí. - Jongdae apretó los labios, una vez más, pensando bien sus palabras. - Salió anoche, solo durmió un par de horas y luego, se fue a clase.

- Entiendo. - repliqué, mientras asentía y comenzaba a juguetear con mis dedos. Jongdae no había sabido responder a todas mis interrogantes, solo había dicho lo necesario.

- ¿Estás bien? - quiso saber mi compañero de F5 y aunque quise decirle la verdad, aunque quise decirle que sentía que mi cabeza retumbaba de solo imaginar a Mochi saliendo con alguien, decidí mentir.

- Sí. Estoy bien.

x

- Si necesitas ayuda con el coreano, solo debes decirlo. - escuché esa vocecita irritante que me había perseguido toda la semana, la voz de Chanyeol.

Lo vi sentarse frente a mí y con un dedo, bajó el libro de coreano que sostenía para que pudiese ver mejor su rostro. Lejos de que causara algún tipo de emoción en mí, solté un suspiro y negué con la cabeza.

- ¿No te basta con perseguirme durante clase? - pregunté con desgano. No había podido alejar el sentimiento de incomodidad que me acompañaba desde que Jongdae me confirmó que Min Seok había llegado tarde a casa y más porque la razón había sido una salida con quién sabe quién.

- Yah, ¿qué te pasa? - quiso saber, cambiando su sonrisa por una mirada llena de preocupación.- Normalmente sueles esforzarte más con tus insultos.

- No estoy de humor, Chanyeol-ssi. - me quejé y no me di cuenta de lo mal que soné hasta que el joven de orejas grandes se inclinó hacia mi rostro con el ceño fruncido.

- ¿Alguien te ha fastidiado? - preguntó. - ¿Quién ha sido? ¿Sabes su nombre? ¿Sabes de qué carrera es? - continuó hablando, pero en lugar de quedarse sentado, comenzó a levantarse.

- Chanyeol-ssi, espera. - sostuve su muñeca para que no se levantara y tiré de él para que volviera a su sitio. Él seguía exaltado y dispuesto a ir a tirarle un golpe a quien sea que me hubiese hecho sentir mal. - Estoy bien, solo un poco cansada.

- ¿Estás segura? - quiso saber, mientras colocaba su mano sobre la mía y suavizaba su mirada. Yo asentí. - Bien. - añadió antes de ponerse en pie como un resorte y extender su mano para que se la tomara.

- ¿Qué tienes? - pregunté, intimidada por su altura y él rió.

- Te invitaré un café, vamos.

No sé si fue porque me tomó con la guardia bajo o porque me había enternecido la forma en la que se dispuso a defenderme, pero acepté su invitación.

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Me ausenté un día por los exámenes finales en la universidad, pero he vuelto! ¿Que les ha parecido? ¿Ya tienen a un personaje favorito?