33.Bowling

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Desperté por una suaves y constantes -pero leves- caricias en mi cabello. Al momento de levantar mi cabeza para ver el causante de tal embriagador acto cedieron, cosa que me hizo soltar un gruñido de negación.

- ¿Por qué sigues aquí?, ¿Qué hora es? -Pregunté y Jaemin apartó la vista de su teléfono para mirarme.

Lo único que alumbraba la oscura habitación era su teléfono.

- Es media noche. -Me estiré y volví a la posición en la que estaba anteriormente, claro, estaba sobre él.

Abrí mis ojos rápidamente al terciorarme de lo que había dicho.

- ¡¿Las doce?!... -Este asintió ligeramente sin apartar la vista de su teléfono, escribía algún mensaje- ¡¿Por qué no te has ido?!, ¡¿Tu madre sigue aquí?!. -Pregunté sentándome en su cadera.

Él soltó un suspiro, sonrió para apagar el teléfono y colocarlo a un lado, en mi mesa de noche.

- Mamá se fue hace ya cuatro horas, le dije que me quedaría a dormir... -respondió y yo abrí mis ojos exageradamente- ¿Quieres que me vaya Sorim? -Preguntó y yo guardé silencio.

No claro que no.

- Nunca dije eso... -Volví a acostarme sobre él- Simplemente pensé en que te irías a altas horas de la noche, caminando hacia tu casa... -este me abrazó y solté un bostezo- es peligroso.
Cerré mis ojos nuevamente y sentí como colocó una cobija sobre ambos.
Pero algo me faltaba.

- Vuelve a hacer eso.

- ¿Qué cosa? -Preguntó.

Tomé su mano y la coloqué en mi cabeza.

Soltó una sonora risa y comenzó nuevamente con las caricias en mi cabello.

Más perfecta no podía ser esta noche.

°•°

- No comiste nada. -dijo mi madre retirando el plato de la mesa y soltando un suspiro.

Había despertado más tarde de lo usual. Me Había saltado el desayuno y estuve a punto de saltarme el almuerzo de no ser por los insistentes golpes en la puerta y por un molestoso Jaemin que no dejaba de moverme de un lado al otro.
La mejor forma de despertar.

Odiaba comer de una vez al despertar, de sólo pensarlo me entraban náuseas. Debía esperar media hora para que sentir apetito, de lo contrario no comería nada.
Pero hoy sólo comi la mitad de mi arroz, un poco de carne y ni siquiera probé los vegetales.

Sonreí a mi madre y esta fue a lavar los platos con una clara molestia.

Jaemin se había ido luego de despertarme, pero prometió volver.

- Sorim. -Alargó mi nombre canturreando. Se escuchó la puerta principal cerrarse.

Oh, que rápido.

Me voltee en la silla encontándome al chico.

Simplemente tenía un suéter y unos pantalones de hacer ejercicio acompañados de unos tenis.

- ¿Estás lista? -Preguntó y yo frunci el entre cejo.

- ¿Lista para qué? -Pregunté ahora yo. La verdad, no recordaba que hubiéramos acordado una salida y como estaba vestida no era mi principal plan salir así.

oh nana 。jaeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora