06.Escape with me

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"Nos vemos Sorim."

¿Cuándo se supone que será?, al parecer Jaemin estaba muy unido con sus amigos nuevos.
Me alegra que haya encontrando gente con quién compartir y socializar además de mi.

— ¿Por qué estás tan feliz?

Hina me observaba curiosa, habíamos estado hablando un largo tiempo en el descanso, ahora esperábamos nuestra siguiente clase, la cual no recordaba cual era.

— ¿Feliz? —pregunté.

— Has sonreído como por una hora. —reí y negué.

Levanté mi vista y observé a la profesora de literatura entrar, Lee Gahyun.

Ah, cierto, teníamos clase con ella.

Suspiré.
Esta era muy irritante, una vez llevó a un chico a detención por estornudar en clase, sólo por estornudar.

Al ella entrar todos guardaron silencio y se sentaron en sus respectivos lugares.
Claro, ninguno de ellos iba a hablar en toda la hora, incluso yo al sentir al menos una pequeña irritación en mi garganta entro en pánico.

— Hoy no me siento bien... —tomó su silla y se sentó lentamente para solar un quejido— así que les agradezco silencio.
Yo miré a Hina y ella igualmente lo hizo.

¿Acaso no estábamos haciendo silencio?

Escuché el sonido de un lápiz al caer y voltee contándome a Ohyoon -un compañero de clase-.

— ¡Por favor Jeon!, ¡Apenas me senté!. —golpeó la mesa con sus dos manos.

— Lo siento. —dijo este y recogió su lápiz.

Será una larga clase.

°•°

— Hina... —llamé al notarla muy tranquila en su asiento y esta volteó— ¿sabías que Jaemin está estudiado otra vez aquí?
Esta sólo me observó y pensé que no le había importado aquello.

— Sorim... —dijo y yo frunci el entre cejo— ya deja de invertarte cosas. —suspiré.
Hina era una de esas personas que no creía nada hasta que lo viera, a veces me molestaba eso, ¿por qué no creer en mi?, si, he mentido muchas veces, pero con esto no lo haría.

— Iré al baño. —dijo esta y se levantó.
La seguí con la mirada hasta que paró al salir del salón.
Me moví un poco hacia la derecha para observar mejor y sonreí al ver quién le hablaba.

Si, de seguro ahora si me cree.

— ¡Hey!. —escuché y volví a alzar mi vista.
Quedé pasmada.

— Hola... —miré a todos lados— ¿qué haces aquí Jaemin?
Este se sentó frente a mi, en el asiento que era de Hina.

— Sólo pasé a saludar, me encontré a tu amiga Hina, ¿A dónde va? —Sonrió.

— Al baño, en un rato vendrá. —coloqué un mechón de mi cabello detras de mi oreja y me senté correctamente.

Hina, tárdate lo que quieras.

Este explicó que el profesor de su última clase se había ido por una razón desconocida y que ya había salido. Si es Choi, de seguro no tiene ninguna razón o inventó algo. Es un misterio el por qué no lo han despedido, claro, el director es muy estricto y no le gusta para nada cosas como esas, como las que hacía el profesor Choi Siwon.

— Que suerte tienes... —suspiré y este volvió a mirarme— yo sigo aquí encerrada.
Este sonrió y tomó mi mano.

— ¿Quieres escaparte conmigo? —Preguntó y sentí mis mejillas arder.
Quité su mano de la mía rápidamente, mis compañeras y algunos compañeros nos observaban. Justo lo que faltaba, atención no deseada.

— Estás loco. —este soltó una carcajada.

¿Por qué le gustaba hacerme este tipo de cosas?

Se levantó al ver a Hina llegar.

— Adiós. —Se acercó y besó mi mejilla para irse corriendo.
Yo le miré hasta que desapareció de mi vista.
Sentía aquella zona arder, quemar. Aquéllo me trajo una tonta sonrisa.

¿Por qué soy así?

— Bien... —Escuché hablar a Hina y se sentó en el lugar donde antariorimente había estado Jaemin— te creo.
Sonreí con arrogancia.

Ah, Hubiera apostado.
Aunque exactamente no sé qué hubiera apostado, no necesito nada y no quería nada.
Sólo quería irme a casa.

Al ver al profesor de matemática entrar quise devolver el tiempo y aceptar la propuesta de Jaemin de escaparme. Aunque aquéllo hubieratenido consecuencias, hubieran pasado la lista, me anotarían como "Fugada" y llamarían a mi madre o padre para que ellos me dieran el peor castigo.
Al pensarlo bien, nunca me han castigado, es gracioso, mi padre un día me dijo " por favor, haz algo malo." por aquéllo.
El también quería saber lo que se sentía castigar a alguien o más bien a mi, ya que a mi hermano menor siempre lo hacía.
Lo siento por no concederte el deseo padre.

Al cabo de dos horas de clase de matemática observaba el reloj, concentrada en la manecilla que estaba a punto de colocarse en el número cinco.
Movía mi pierna con insistencia y al escuchar el sonido del timbre -el sonido de la libertad- me levanté rápidamente.
Había guardado mis cosas a mitad de clase sin anotar lo último explicado por el profesor.
En serio quería irme a casa.
Mi trasero estaba entumecido por estar toda esa hora sentada.

Salí de primera de aquél salón y respiré el aire del exterior, aire de verdad.

Paré en seco al ver una figura sentada en el suelo de la salida.

— ¿Nana?... —pregunté y este volteó para sonreirme— ¿No te fuiste?
Se levantó limpiando su pantalón.

— No, quise esperarte, sé que te vas sola a casa y no es seguro... —habló y se acercó a mi— así que, vámonos juntos Sorim.
Mi boca se entre abrió y este tomó mi mano para obligarme a salir.

¿Estuvo dos horas allí sentado sólo esperándome?

Definitivamente, Jaemin es un idiota.

— ¿Crees que yo al tener la oportunidad de irme a casa temprano te esperaría por dos horas allí sentada? —pregunté y este rió.

— Yo no soy tú, Sorim... —abrí mi boca al escucharlo y este rió— yo te esperaría así fueran más de siete horas.
Fijó su mirada en el camino.

Al llegar a casa tuve la sorpresa de que este no paró.

Entró conmigo.

oh nana 。jaeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora