40.don't hurt me anymore

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Salí del salón aún más "muerta" de lo que estaba. Iría a lavarme la cara al baño, el descanso había comenzado y extrañamente ninguno de los dos profesores de las clases anteriores me había despertado.
No es como si ya me sintiera mejor pero al menos mis párpados ya no caían involuntariamente.

Coloqué mi cabello en una coleta antes de mojar mi rostro.

Suspiré.
Esto se sentía mucho mejor.

Un grupo de chicas entró al baño y decidí salir. No quería tener que escuchar sus chismes.

No sabía donde estaban Hina y Herin pero lo más seguro es que estaban en la cafetería.

Paré en seco al recordar algo.
Yo había olvidado mi comida nuevamente.

Solté un suspiro acompañado de un gruñido.
Debería decirle a mamá que coloque mi almuerzo justo en la puerta principal, pero creo que aún así lo olvidaría.

Al llegar nuevamente al salón dónde sólo estaban dos compañeras y un compañero de clase, tomé de mi mochila la cajita de café que me había regalado Herin.
Al parecer, lo único que almorzaría.

Coloqué la pajita en la abertura y antes de que pudiera darle un sorbo una mano cayó violentamente sobre mi mesa.

Supuse que era Jaemin y suspiré.
Tal vez no pueda evitarlo del todo.

- ¿Durmiendo en clase Jung Sorim? -Esa voz no era la de Jaemin. Rió y deduje que esa tampoco era la risa de Jaemin.

Al girarme encontré al segundo chico culpable de mi trasnochada.

Tomó la silla frente a mi -La de Hina-, la giró y se sentó.

- Tú eres el único que me regaña por ello... -bebí de mi café- ni siquiera me despertaron, creo que no me notaron.
Jeno abrió sus ojos de golpe.

- ¿En serio?... -sacudi mi cabeza en una afirmación- eres una leyenda. -rió y yo solté una risa leve casi escupiendo mi café, lo que hizo que él riera más fuerte.
Cubri mi boca y lo observé.
Sus ojos se encogieron en su lindo acto. Lindo, lindo.

Tragué el líquido que tenía en mi boca y me recompuse en la silla.

- Oye, quiero... -Tomó mi mano y una corriente eléctrica me recorrió. Lo observé- quiero que en serio me disculpes.
Alcé una ceja.

- ¿Ya no te dije que estás perdonado?

- Si, pero ayer te fuiste tan rápido que no fue creíble, ¿Hice algo mal? -colocó sus codos sobre la mesa, acercándose.

¿Acercarte se una forma nada amigable se consideraría malo?

- No, sólo... -apreté la cajita de café, mala idea ya que se derramó sobre mi mano. Solté un jadeo.

- ¡Oh!, espera. -adquirió él y se dió vuelta para buscar algo en su bolso.
Frunci el entre cejo con curiosidad.

Genial, mi almuerzo se había derramado.

Al él voltear noté que había sacado unas servilletas. No tardó en tomar mi mano nuevamente y limpiarla. Lo hacía lenta y cuidadosamente, lo que me sorprendió.

Él era tan cuidadoso.

°•°

Jeno compartió su comida conmigo, me negué -claro-, pero terminé accediendo por sus constantes súplicas. También confirmó que era hijo del director, aún no podía creerlo, pero ¿Quién dejaría a un adolecente a cargo del despacho del director?, claramente, el director ser su padre tenía la confianza en su hijo. Todo estaba más claro.

oh nana 。jaeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora