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Finalmente, después de tantas plegarias, el anhelado sábado llegó.

Y con ello, la fría mente del pequeño Jihoonie logró idear la más maravillosa idea para salir de su responsabilidad.

Estaba todo decidido, hoy sería una gran noche.

Eso lo supo desde que se había juntado con sus amigos para arreglarse durante la tarde, iban a llegar juntos a la tan esperada fiesta.

ㅡDe verdad que todo este tiempo que tenías sin venir a mi casa no fue en vano ¿eh?

ㅡSí, supongo.ㅡJihoon levantó el bolso que contenía la plancha el secador y otras cosas más que le acababa de regalar Seungkwan. Su amigo a veces le caía cómo un regalo del cielo.

ㅡTe ves hermoso Jihoonie.ㅡ Agregó el chico mirando el cabello rubio pálido, casi blanco, de Woozi.

Y no era mentira, le sentaba de maravilla.

Habían llegado hace pocas horas a la casa de su amigo Seungkwan, quién lucía su nuevo color de cabello un poco rosa anaranjado, él no sabía el color con exactitud, la cabeza de su amigo le recordaba un dulce extraño qué había probado antes, hace tiempo, pero del cual no recordaba. Si, cuándo se trataban de cosas a parte del teléfono y las redes sociales el chico parecía no saber nada, debido a que investigaba más tonterías que cosas útiles o informaciones prácticas.

Estaban ahí en el cuarto del muchacho, Minghao, SunHee y WonWoo que al final si se había animado a asistir estaban maravillados por las habilidades de Seungkwan con el polvo y las brochetas, no se había excedido mucho, pero maquillo a cada uno lo suficiente cómo para que se vieran perfectamente bien, las ropas caras combinaban con sus cabellos y estilos, él, asumiendo la responsabilidad de la presentación de cada uno los arregló y asesoró en cada momento. Y en acto de generosidad, cómo obsequio le regaló a Jihoon una mochila mediana con una plancha antigua (que era muy buena pero que según Seungkwan no era lo suficiente), un secador azul rey de una marca reconocida, rollitos para él cabello y algunos tintes adentro, además de algunos pinceles, guantes y brochetas acompañados con un set de maquillaje pequeño. Vamos, una peluquería entera.

Jihoon se sentía tan afortunado, jodidamente afortunado.

Si su amigo supiera que ahora su regalo, era lo único que tenía para poder arreglarse.

ㅡOh, Mr.Boo, deberías enseñarme a maquillar así, ¡no se hacerlo bien ni un poco!ㅡ WonWoo sonó asombrado, admirando el resultado de dos largas horas de trabajo.

ㅡPues para eso está la práctica querido.

ㅡ Puedes hacer un espacio en tu agenda para que Boo te enseñe sus secretos ㅡ Recomendó Minghao sacudiendo su esponjoso cabello, se veía muy emocionado con su estilo de peinado nuevo.

ㅡCreo que si, lo pensaré.

ㅡTú piensas demasiado. Ése es tu problema.ㅡ Jihoon volteó los ojos terminando de atar las trenzas de sus Converse negras, una de sus favoritas.

ㅡ¿Qué? Sólo me gusta ser ordenado con mis cosas, además si no fuera de ese modo MinGyu no hubiese...ㅡ Él chico de lentes quedó callado de golpe, todos voltearon curiosos a mirarlo.

ㅡ¿No hubiese...?ㅡ preguntó Seungkwan con los ojos bien abiertos. Los demás lo siguieron con la mirada observando cómo las mejillas del chico delgado se iban tornando rosadas y cómo sus rodillas se juntaron, sus dedos comenzaron a jugar entre sí, creando distracción, pero no la suficiente para esperar una respuesta.

ㅡNo hubiese sentido... At-tracción p-por m-miㅡMurmuró bajito, cómo si hubiese susurrado algo en un idioma extranjero.

ㅡEEEEEEEEYYYㅡGritaron todos en unísono, riendo a carcajadas después para darle palmaditas -para nada suaves- al pelinegro en los hombros y en la espalda, todos menos Jihoon, el sólo sonrió y miró expectante las reacciones del chico.

𝐘𝐎𝐋𝐎 𝐘𝐎𝐇 • 𝐉𝐈𝐂𝐇𝐄𝐎𝐋 지철Donde viven las historias. Descúbrelo ahora