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Era la primera vez que SeungMing iba a un mercado. Se aferraba a la mano de la señora Lee, quien lo encaminaba con facilidad en aquel mar de gente parlanchina.

¿Qué si el niño era tan inocente, limpio y callado que lograba sobresalir? Pues, lo era, sobresalía, era como si el chiquillo tuviera un foco de luz permanente que le seguía a todos lados y lo alumbraba. Así hasta parecía un niño de mentira: Obediente, silencioso y tranquilo, totalmente diferente a su comportamiento original. Tal vez cuando consiguiera algo con lo que entretenerse se le pasaría.

Eran muchas voces hablando, todas al mismo tiempo, muchas personas, muchos olores, variedades infinitas de cosas que eran demasiado nuevas para el pequeño. Hasta llegaba a marearse.

Seungming froto sus ojitos y en medio del bullicio central consiguió enfocar a un señor que lucia cansado, pero que de igual manera (y aguantando el potente sol) se dedicaba a vender burbujas.

Habían muchas mas personas como el, algunas vestidas de forma considerable, otras vulgarmente exhibidas, unas que daban lastima, unas increíblemente alegres y otras que simplemente daban miedo vendiendo múltiples productos, animales, comida, cigarros, teléfonos y a SeungMing nada mas le intereso el frasco de burbujas azul que colgaba de la mano del tipo.

Tironeo un poco el vestido de la señora Lee, pero ella estaba muy concentrada quejándose con el carnicero sobre la cantidad de pechugas que llegaban tarde al negocio y ahuyentaban a los clientes, volvió a jalar el vestido y fue ignorado por segunda vez. Entonces torció su boca y piso fuertemente el pie de la señora Iwhoon, que para su desgracia llevaba sandalias puestas.

Cuando la mujer chillo de dolor y comenzó a cojear, sonrió.

Este niño llevaba sangre Choi, definitivamente.

ㅡ¿¡Qué es lo que pasa!? ¡Estoy muy ocupada, niño! ㅡ Bufo la mujer peinando algunos cabellos de su cabeza, el carnicero miro con curiosidad a Ming y sonrió. Con una seña SeungMing aniño a la mujer para que se acercara y susurro en su oído.

ㅡQuiero burbujas.

Iwhoon se separo y negó burlona, el chico no sabia que esta no era su casa.

ㅡNo, niño, no voy a comprártelas, hay cosas mas importantes en las que debo invertir dinero.

SeungMing arrugo el entrecejo.

ㅡSi no me las compra voy a glitar que uste' ta'robando al señor.

"Por una vez que se va uno llega otro" pensó la mujer rubia teniendo en cuenta lo listillo del muchachito. De seguro su hijo lo estaba teniendo complicado.

ㅡJeje, usted tranquila señora Lee, además, puedo apartarle el pollo para que se ocupe de su nieto, ¿Cómo te llamas, niño?

El carnicero con sus manos hediondas a sangre y carne quiso alborotar el cabello oscuro y brillante de SeungMing pero el no se dejo, automáticamente logro apartarse y usar a Iwhoon como barrera protectora.

ㅡNo tengo po' que decirle. Y no vuelva a intetar tocalme.

Claro que la sonrisa simpática del hombre bajo y alejo su brazo, pero de igual modo aparto el pollo que la madre de Jihoon compró para que ella pudiera encargarse del niño antipático.

Luego de pedir permiso y empujar a la gente para llegar hacia donde estaba el hombre con las burbujas, SeungMing señalo.

El precio era muy caro para unas simples burbujas de nada.

ㅡ¿A cuato las burbujas?ㅡFue directo. El hombre rio, sacando una.

ㅡEsta en el cartel ¿No sabes leer?

𝐘𝐎𝐋𝐎 𝐘𝐎𝐇 • 𝐉𝐈𝐂𝐇𝐄𝐎𝐋 지철Donde viven las historias. Descúbrelo ahora