𝐘𝐎𝐋𝐎 𝐘𝐎𝐇 • 𝐉𝐈𝐂𝐇𝐄𝐎𝐋 지철

034

SeungCheol ahora era quien estaba pensativo en cama, la tarde había sido intensa y a pesar de todo se seguía preguntando mentalmente si las decisiones que tomó habían sido correctas o no.

Como si Jihoon tuviese un radar detector se acercó gateando hasta Seungcheol, ambos sabían que el menor no era de ser muy empalagoso y no era como una pegatina tampoco, pero lo abrazó cariñosamente por la espalda, metiendo sus manos (notablemente más pequeñas que las de Seungcheol) por debajo del suéter holgado que cargaba este, se limitó solo a acariciarle el estómago sin segundas intenciones y Seungcheol apreció eso, ya que siguiéndole la corriente dejó que sus dedos acariciaran los brazos envueltos a su alrededor. Jihoon trató de apoyarse de su mandíbula en el hombro de Seungcheol para dedicarse a verlo fijamente.

SeungCheol le miró con curiosidad y una cara graciosa, pero al ver que el otro no se rendía le dió un corto empujón haciendole caer de rebote en el colchón.

—Que tanto me ves? Ya vas a decirme?—Jihoon sonrió desde ahí, esparramado en la cama.

Su sonrisa, aún si no se miraban sus dientes, era linda, o eso pensó Seungcheol ridículamente al verlo. Es demasiado tierno haciendo esa cara.

—Cheol, ¿Quieres sentarte hablar de eso? Sabes bien que consolar se me da patéticamente, pero no es necesario que te calles lo que sea que estés pensando ahorita.

—Woah, de verdad he generado cambios en tí—Jihoon le aventó un peluche pequeño a Seungcheol en el pecho y sonrieron.

—Ya, estúpido, para eso sí respondes ¿no? Estoy tratando de hablar en serio, porque sé que eres cerrado con lo que piensas y está bien pero no quisiera que pasaras el resto del día así, pensando en si lo hiciste bien o no.

SeungCheol, que había estado mirando al suelo desde que Jihoon volvió a hablarle, subió la vista para encontrarse con los ojos de Jihoon que le miraban desde la cama. SeungCheol inflo ligeramente su mejilla izquierda en un puchero tras haber sentido que Jihoon adivinaba sus pensamientos. El mencionado anteriormente palpó un lado en la cama, haciendo ademán para que el otro tomara asiento ahí.

SeungCheol, arrastrando los pies se dejó caer sentado en la cama donde le había indicado Jihoon y una vez ahí, el rubio cruzó sus manos, sentado en posición de indio y viéndolo.

—¿Si sabes que en algún momento ibas a tener que hablar con ella, no?—Preguntó Jihoon, Seungcheol asintió y llegó a hacer una mueca.

—No sé cómo se lo tomó—Admitió con sinceridad.

Jihoon se acercó un poco más, tomando la cara de Seungcheol con ambas manos, aplastando sus cachetes (cosa que a veces Seungmin hacia con él y que le causaba ternura). A pesar de que Jihoon buscaba mirarle con seriedad la escena no paraba de ser dulce.

—Pues como tiene que tomarlo; con compresión y con calma. Es tu mamá, Cheol, además que es de las mujeres más nobles y comprensivas que he llegado a conocer en toda mi vida. Ella va a entenderlo, quizás está pensándolo ahora mismo, pero en algún momento, como te dije, ibas a tener que hablar con ella sobre esto porque maldita sea, eres el único chico que conozco en todo el tiempo que llevo de vida social que hace tantas actividades extraescolares. Natación, francés, basquetbol que sé yo que más cosas has practicado en tu vida.

—Piano, inglés... Esgri..

—Ya, ya, shh.—Jihoon puso su mano sobre los labios de Seungcheol y lo calló—¿Ves? Es jodidamente mucho, y sé que probablemente no todas las hayas practicado en un mismo momento de tu vida, pero actualmente estás estudiando, no puede pretenderse que tus actividades a parte de las tareas de la universidad no choquen en horarios, ni tampoco puede pretenderse que tengas tiempo libre para ti. Llegas exhausto en la noche, hambriento y cansado, ahora en ese estado vas y haces los ensayos o lo que sea que nos manden a hacer, completas parte de las investigaciones y como si eso no fuera mucho para completar tienes que lidiar con tener que enseñarme a mi o repasar.