𝐘𝐎𝐋𝐎 𝐘𝐎𝐇 • 𝐉𝐈𝐂𝐇𝐄𝐎𝐋 지철

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ㅡEres hermosa para mí en todos los sentidos, Soo.ㅡ Confiesa el hombre, roto en sus sentimientos mientras una ligera llovizna les cubría con el frío a su paso. Sostenía su peso sobre los brazos de Soohee, quien no sabía cómo hacer que parara de llorar. Estaba entregándole su orgullo.ㅡTe amo. Como nunca había amado a nadie.

Tomó la cara del contrario entre sus manos, quizás ese era el momento para hacerle entender, el momento límite y la oportunidad que debía aprovechar. Ella no quería lastimar a nadie.

ㅡSiwoon.ㅡ Hipando, alzó la mirada para encontrarse con la de ella.ㅡ Eres un hombre grandioso, talentoso y exitoso.ㅡ después de enumerar, ella sostuvo sus hombros, colocándose firme.ㅡ Encontrarás a la mujer ideal para ti. Tendrás a alguien que te ame con esa misma fuerza.

ㅡ No quiero buscar a nadie más.

ㅡ A veces no queremos, pero tenemos que hacerlo para avanzar.

ㅡSoo...

ㅡPlaneo tener un hijo con tu hermano, Siwoon, y llevamos un año de matrimonio. No hubiera hecho esas cosas si no lo amara con todo mi corazón, pero lo hago. Amo a JongDae.ㅡ Intentó hacerle entrar en razón, con la esperanza de que pudiera reflexionar al respecto con sólo explicarlo en voz altaㅡSoy la esposa de tu hermano.

ㅡYo no pedí enamorarme de ti.

ㅡLo siento... Nadie puede manejar eso.

Las lágrimas cayendo por sus mejillas fueron fusionándose con las gotas de lluvia que habían adquirido tamaño. Siwoon sollozó en brazos de Soohee, abrazándola antes de no hacerlo por los años que siguieran, pero después de un intervalo de tiempo, se incorporó sobre sus pies, limpió de forma brusca su cara, demostrando así un cambio en el semblante que Soohee no había notado, entonces apretó su mandíbula.

ㅡNo sabes lo que acabas de hacer, Soo. La familia no sabe realmente quién eres.

ㅡ¿Qué...? ¿Qué estás diciendo?

ㅡAcabas de hacerlo tú misma.ㅡfue lo que lo oyó murmurar enervanteㅡNo me odies después.

Soohee no esperaba que aquéllas palabras hubieran sido dichas en serio; pero con simpleza, un día como cualquier otro al llegar de un paseo por el centro comercial, las vibras que la recibían estaban intermitentes en la más tensa de las situaciones. Era una crítica silenciosa a ojos de cada familiar. Su yerna, yernos y hermanas del apellido Choi comenzaban a murmurar a sus espaldas cada que llegaba. Los comentarios comenzaron siendo sutiles, y pasaron a ser descarados en cuestión de días.

"JongDae tiene demasiado mal gusto, él da su mano, y ella agarra el brazo entero; encima, con su propio hermano. Qué vergüenza", "Parece increíble que esté coqueteando con Siwoon. Qué falta de ética". "Esa no es una buena mujer, mucho menos respetable".

Fue hasta que una tarde Soohee colapsó, JongDae la apoyó en todo momento y la tranquilizó, haciéndola saber que no estaba sola, que desmintirían a Siwoon y que podían intentar hacer las pases con su familia. Pero lamentablemente no se pudo cumplir dichas metas, pues, costaban más de lo que parecía, y la familia cálida de su marido que alguna vez la acogió, les dió la espalda luego de ese rumor esparcido por Siwoon. Se comumicaban y visitaban únicamente por los niños, ya que ellos al no entender los problemas mayores no encontraban excusas para no verse, y se la pasaban compartiendo entre ellos mismos y entre la familia. Pero eso era todo. No había algo más; las conversaciones se volvieron llanas y poco enriquecedoras. Demasiado superficiales, pero incluso así, siempre aprovechaban para sacarle algo en cara a Soohee.