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ㅡSi, oficiales, puedo asegurarle que..

La señora SooHee hablaba con los oficiales de policía en la entrada de su mansión. JiHoon se encargaba de mantener a SeungMin cerca de él mientras que Seungcheol y Dahyun estaban hablando con otros dos oficiales de policía.

Al despertar esa misma mañana la realidad les llegó en forma de un robo. La señora Sohee al llegar a casa se dió cuenta de que en el lugar, los objetos de valor, tanto decorativos como escenciales, habían desaparecido.

Sin razón aparente.

Los oficiales buscaban pistas, forcejeo de cerradura, objetos dañados en el transcurso del robo, pero de tantas vueltas que daban llegaban al mismo punto sin obtener nada. La mansión estaba invadida por un silencio de parte de sus habitantes, siendo las respuestas cortas y el sonido de oficiales e investigadores moviéndose por la casa, su música de fondo. Estaban horrorizados con aquello, en especial el joven Choi y su madre. Se cuestionaba cómo había sido posible que no hubiese oído nada si en la madrugada estaba junto a Jihoon en casa. Miraba a Jihoon a lo lejos, pero su cara solo estaba tan pálida como la suya, además que, el chico bajito estuvo toda la madrugada junto él, y se veía muy afectado así que él no pudo haber estado involucrado.

Seungmin no comprendía mucho porque solamente era un niño, pero de igual manera había un atisbo de miedo y ansiedad en él, porque no estaba acostumbrado a las armas, y menos si eran portadas por hombres de negro que no venían por motivos buenos.

ㅡPuede retirar al menor de edad un momento.

Pidieron cuando llegó el turno de hablar con Jihoon. Pero el pequeño se mantuvo allí, firme. Entonces el oficial ladeó su cuello con curiosidad, y lentamente se agachó hasta quedar a la altura del pequeño.

ㅡ¿Qué tal, niño?, ¿También quisieras cooperar?

SeungMin miró al oficial, y su mirada fue discretamente hasta Dahyun. Jihoon los miró a ambos y viceversa, y pasando saliva Jihoon rogó porque Dahyun haya sido sincero al decirle que no lastimaría a su diablito.

SeungMin habló, luego de lo que pareció una eternidad.

ㅡU-hum.

El oficial tenía uno de pie detrás suyo con una libreta en mano, prestando atención especialmente a lo que tenía el pequeño por decir. Entonces comenzaron con un pequeño interrogatorio.

ㅡ¿Viste algo de lo que sucedió anoche, campeón?, Algún movimiento, alguna persona... Puedes contarme con toda la sinceridad que puedas.

ㅡPorque después podemos llevarte preso.ㅡ Bromeó el otro oficial, pero el chiquillo (tan empático como siempre) no mostró ninguna expresión por su cara. Sólo sé dedicó a parpadear.

ㅡNo vi nada anoche.ㅡ Dijo con brevedad, impulsando con tanteo otras palabrasㅡ Dahyun-ssi y yo dormimos temprano.

Habiendo dicho eso sus pequeños ojos, expresivos, buscaron con prisa los ojos de su primo, quien a lo lejos, se encargaba de hablar con su tía y los oficiales, pero que mantenía la atención dónde estaba el niño. Ambos cruzaron miradas, y el pequeño tragó grueso para continuar. Los oficiales miraron aquello un poco raro, casi como si el niño hubiese pedido algún permiso sin decir nada. Jihoon seguía pálido, y cómo no, también notó lo que había sucedido. El rubio intentó hacer que los oficiales cortaran ese intento extraño por interrogar a SeungMin, quien de pronto había callado.

ㅡNo creo que pueda ayudar mucho, es un niño y las manos le tiemblan.

ㅡ¿Qué hiciste el día de ayer, amiguito?ㅡ El oficial, caradura, insistió en quedarse, continuando arrodillado. En lo que pudo Jihoon contenerse, dejó que SeungMin se animara a responder, dejando masajes suaves en sus pequeños hombros.

𝐘𝐎𝐋𝐎 𝐘𝐎𝐇 • 𝐉𝐈𝐂𝐇𝐄𝐎𝐋 지철Donde viven las historias. Descúbrelo ahora