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ㅡAún no puedo creer que me hayan arrastrado hasta aquí.

ㅡJeje, nosotros también te amamos, Jihoonie.

¡JiHoonie una comino, tengo sueño!

ㅡ¿Verdad que es divertido, SeungMing?

El pequeño movió la cabeza de forma negativa. JiHoon sonrió y los otros quedaron mal por un rato.

Nada más a sus amigos se les ocurría posponer una salida "amistosa" para acompañarlo con SeungMing hasta el zoológico.

Se preguntarán ¿Cómo habían parado en esa situación?

Sería un poco complicado responder.

Días antes.

No tenía ni la más remota idea de la hora pero no era como si realmente le importase llegar temprano a la casa. Era de esos días en los que no quería trabajar, su cuerpo no respondía y tenía intenciones de enfundarlo en el manto del ocio, con celular y audífonos incluidos.

Como los estudios en la universidad comenzaban temprano, casi en la madrugada, salían al mediodía, algunos días más tarde o más temprano que los anteriores y no era porque la institución o los profesores fueran malos, no, todo lo contrario, de hecho era imposible caminar por los pasillos del gran lugar sin toparse con carteleras de reconocimiento o comentarios halagadores hacía los alumnos estrellas que salían de allí y que cada vez nacían más dentro de aquél lugar. Los profesores parecían orgullosos y no temían ocultarlo, todos, algunos más estrictos que otros, eran de sumo agrado y admiración.

Claro que no todos los alumnos eran aplicados, no todos tenían la misma capacidad de comprensión que los demás.

Porque a JiHoon le costaba como el infierno concentrarse y no sabía porqué. El ver cómo los viejos profesores hablaban durante horas durmiéndole el culo contra la silla era aburrido para él. Ni entrando a distintas clases terminaba de interesarse. Y no causaba tantos problemas, es más, llevaba todas las clases copiadas, no faltaba ni una, pero no le servía de nada tenerlas y desconocer todo.

A ese paso el no se veía en un futuro graduándose con un traje negro sobre su cuerpo, junto a diploma en sus manos con su nombre tallado y pese a los llamados de atención debido a sus bajas notas el chico continuaba en su camino de la flojera. A su pensar, se le hacían más importantes las invitaciones a fiestas variantes de lugar que mantenerse durmiendo en la última fila del salón. Ojo, amaba dormir, pero era incómodo hacerlo allí.

En resumen, JiHoon iba mal. Y mentiría si dijera que en algún momento eso no lo frustraba, porque también lo hacía, sólo que no lo mantenía presente todo el tiempo para no añadirlo a la lista de cosas estresantes que llevaba en el bolsillo.

Pero a medida que las agujas del reloj giraban adelantando el tiempo, siendo iluminadas por la amarilla y calurosa luz del sol y luego por la oscura y gélida brisa nocturna la posiblidad susurrante de "estudiar junto a SeungCheol" no se oía tan lejana.

Esa mañana antes de irse juntos a la universidad recordó lo bien que se sentía el tacto de sus dedos fríos entre los suyos. ¿Cómo le tomaría importancia al clima lluvioso si el siempre tuvo un poco de calor?

Estaban sobreviviendo sus pobres sentimientos en la lucha de vivir cada día con ese chico. Ese peculiar y "rudo" chico.

No recopilaba por completo lo que había ocurrido hace unas semanas, la discusión con su madre, las lágrimas, su relación con SeungMing, las mariposas en el estómago, la fiesta, los celos; JeongHan, la cita no cita, él y SeungCheol hablando con calma.

SeungCheol, sus besos, SeungCheol, SeungCheol y nuevamente SeungCheol.

Últimamente ese niño estaba ocupando todas sus casillas antiguamente rellenas.¿Qué estaba sucediendo con él?

𝐘𝐎𝐋𝐎 𝐘𝐎𝐇 • 𝐉𝐈𝐂𝐇𝐄𝐎𝐋 지철Donde viven las historias. Descúbrelo ahora