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ㅡ¡Ah!

Otra embestida más contra la caja de madera.

ㅡ¡Maldita sea!

Jihoon estaba furioso.

Estaba tan furioso que desquitaba su ira con su pobre gaveta, terminaría rompiendola más, pero quería desquitarse de alguna manera.

SeungCheol era un verdadero hijo de puta. Sabía cómo manipular las cosas a su favor con tal de tener sufriendo a Jihoon de una u otra forma. Eso le estresaba porque el que está acostumbrado a jugar de esa forma es él.

Nunca se había sentido así y menos en una situación cómo esa.

Su madre no estaba en casa, supuso que estaría comprando en el mercado dónde la mayoría de las personas sin dinero van. Aquellas personas que acumulan cosas y están mal organizados exhibiendo sus productos de baja calidad con tal de ganar billetes, y la verdad es que no quería verla porque sabía que su mal humor más el mal humor diario de su madre sería una pelea asegurada, y lo que menos necesitaba en esos momentos era otra pelea.

Ya suficiente tenía con querer partirle la cara a SeungCheol.

No entendía por qué eso lo frustraba tanto, vendría siendo cierto esos dichos que siempre decían sus abuelos :Todo atrevido tiene quién lo joda. SeungCheol sólo hacía lo mismo que hacía él, sólo que, con más arrogancia y siendo descaradamente egocentrista. Eso lo exasperaba.

Sus manos decidieron que era suficiente, se lastimaría más si seguía golpeando la pared con tanta fuerza, debía tratar de calmarse. Creía que los suspiros y retenciones harían que sus tormentos corrieran despavoridos pero lo cierto era que eso no sucedía.

Su mente intentó buscar una explicación para que todo eso estuviese ocurriendo y llegó a la absurda y barata conclusión de que era su culpa. Si tan sólo hubiese seguido robando y manteniendo sus cosas bien escondidas su madre nunca habría encontrado ese maldito reloj, nunca hubiese prometido encontrar trabajo, nunca hubiese estado trabajando cómo el niñero de SeungMing, hermano menor de SeungCheol y, mejor aún, hubiese seguido teniendo tardes tranquilas y llenas de vagancia.

ㅡDios mío, por qué me hiciste tan idiotaㅡ murmuró pasando sus manos por sus cabellos rojizos. Aprovechando para limpiar el sudor que comenzaba a deslizarse por su frente debido a la energía gastada como desquite.

Ya su pecho se había serenado y podía pensar con más calma. Sólo debía hablar tranquilamente con SeungCheol, quién de seguro le escribiría a esa hora preguntándole si iría a trabajar.

Y el mensaje llegó.

Repetía internamente "hablar con calma, hablar con calma" pero...

《El idiota Cheol》

Minion, ¿hoy vas a casa?

Recuerda que debes empezar a limpiar, la fiesta realmente estará buena.

Lástima que no puedas ir, HAHAHA.

Jihoon tecleo rápidamente mientras sus labios eran una fina recta, demostrando su rabia

Vete derechito a la mierda.

Puedes decirle a la señora Cheol que no iré.

A ver con quién te pasas la maldita calentura.

Y limpia tu casa, cerdo.

No esperaba respuesta, sabía que con eso ya le estaba dando un golpe en el centro del estómago pero poco le importaba, de hecho. Más rápido que de inmediato le habían llegado tres mensajes, cuatro ahora.

𝐘𝐎𝐋𝐎 𝐘𝐎𝐇 • 𝐉𝐈𝐂𝐇𝐄𝐎𝐋 지철Donde viven las historias. Descúbrelo ahora