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Había partido con tanta prisa luego de la conversación rondando en su cabeza que poco pudo hacer para detener a sus pies marchantes. Se sabían de memoria el camino así que con más prisa de la que quería, Jihoon tomó el autobús hacia su antigua casa, donde de seguro, su madre (reacia a cambiar) aún habitaba.

ㅡ¿Qué estás haciendo aquí?ㅡ Fue lo primero que soltó su madre al verlo. Su cara envuelta en sorpresa se apretó y la llevó a colocarse de pie.

Jihoon se plantó delante de ella, recién llegando. Sabía que no sería bien recibido del todo, menos desde la última vez que había pisado el suelo de aquella casa, pero un híbrido entre la urgencia y el amor lo habían llevado hasta allá, y la necesidad era lo más predominante en ese momento.

ㅡVine por cuenta propia. Y antes de que digas cualquier cosa, escúchame.

ㅡ¿Qué es lo que necesitas? ¿Dinero, es eso?ㅡ la mujer se apresuró en adivinar y paseó con desdén hasta sentarse nuevamente en la silla de su "comedor", que realmente era sólo un sitio no muy alejado de la cocina. Jihoon arrugó su cara. ¿Cómo va a ser dinero? Se nota a leguas que no tenía ni dónde caerse muerta. A él no le interesaba eso. Pero se abstuvo a mencionar nada.

Él simplemente iría a lo que iría, y luego volvería a casa. Directo al punto.

ㅡMaldición no, ¿Quieres escucharme un momento?ㅡ Por la rudeza con la que fue dicho, la señora Iiwhon guardó silencio, concediéndole a Jihoon el espacio para hablar, y él asintió.ㅡ Vine porque... porque mi nov... Seungcheol quiere conocerte.

Iiwhon, ligeramente sorprendida levantó su rostro del piso y clavó la mirada directamente en su hijo.

ㅡ¿Novio, querías decir?ㅡcorrige la mujerㅡ¿Cuándo?ㅡ Acorralando a su hijo sutilmente, JiHoon logra cohibirse por tratar de tapar el sol con un dedo, así que lo admite luego de pasar saliva.

ㅡHace poco.

ㅡVaya, no pierdes el tiempo...¿Qué? ¿Por qué me miras así?ㅡElla sonríe, sin prestar demasiada atención a la mandíbula apretada del rubio. Clara indicación de que debería detener las burlas porque para nada le hacían gracia, pero no sé detiene hasta que JiHoon se atreve a hablar.

ㅡLo quiero.ㅡSuelta con franqueza, comenzando a tener imágenes variadas del rostro perteneciente al azabache. Si.. claro que le gustaba, y lo hacía mucho.ㅡLo quiero y él a mí. Es un chico...

ㅡTonto.ㅡ Completa ella, chistando.ㅡDebe ser un completo tonto, o muy bueno para no darse cuenta.

ㅡNo. Es bueno... Es demasiado bueno.ㅡNo lo merezco. Trató de decir lo último y su lengua, en una pelea con su consciencia, se rehusó.

ㅡQué bien.

Si había alguien de quién pudo heredar la actitud más irritante, esa debía ser su madre. Porque si JiHoon era lo más repelente y odioso que alguna vez se haya conocido, entonces no sabíamos sobre la existencia de Lee Iiwhon. JiHoon sabía que su pensamiento era tan cierto solamente con verla mirándolo con desdén y negación hasta la nevera, donde sacó una mandarina y volviendo a su sitio, con la misma aura pedante, comenzó a pelarla.

Tan odiosa.

ㅡMira, sinceramente no tengo ganas de discutir, solamente vine a decirte eso, para que estés... Pendiente.ㅡSuena algo incómodo, y por eso evita mirarla demasiado. No, no le importa lo que haga su mamá, ni le importa ignorar el sentimiento floreciente de preocupación en su pecho al darse cuenta de la nevera casi vacía en la casa.

En verdad, hace lo posible para que eso último no le preocupe, pero inevitablemente lo hace.

ㅡDios Santo. ¿El niño quiere una cena familiar? ¿Quiere ver tus lujos, probar nuestras langostas o qué?ㅡ Ríe la mujer masticando la fruta. El silencio vuelve a bañarlos una vez más, aún con Iiwhon entre burlas.

𝐘𝐎𝐋𝐎 𝐘𝐎𝐇 • 𝐉𝐈𝐂𝐇𝐄𝐎𝐋 지철Donde viven las historias. Descúbrelo ahora