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Las cosas no iban de las mil maravillas esa mañana.

Se sabía que SoonYoung y JiHoon habían discutido y se habían lastimado el uno al otro, pero, ninguno de los dos había retirado lo dicho, por lo tanto, había un vacío intachable esperando una 'Disculpa'. Los chicos hablaban de vez en cuando, JiHoon se integraba (cosa que seguía siendo rara pero agradable), seguían prestando atención a la clase y luego la tensión se sentía de nuevo. Así que sí, estaban incómodos.

Obviamente que nadie mencionaba nada acerca del tema, pero sí se notaba que había una tensión no muy agradable entre los dos, y si bien JiHoon se quejaba de SoonYoung por estar todo el día junto a él, no lo odiaba realmente. Dentro de todas las cosas y la actitud de mierda de JiHoon con SoonYoung, él era su mejor amigo.

Compartían miradas una que otra vez, pero era simplemente innombrable el tema, así que los chicos pasaban de él.

Como era sabido, era viernes.

Finalmente viernes, último día laboral durante la semana y hubiese sido como cualquier otro de no haber sido por el tópico que venían repitiendo sus amigos esa mañana.

— Hoy es la fiesta.

—Fin de semana, noche caótica con mis besties, fotos, fotos con el cumpleañero.—Mencionaba Seungkwan, enumerando de lo más animado, él era admirable con su humor— Ah, Mingyu, lleva el bolso que me dijiste porque de esta fiesta yo me llevo comida para más tarde, si señor.

—Booboo en serio..— dijo Vernon incrédulo, aguantando su risa y Minghao reviró los ojos.

— Qué de lo último. —Dijo el chino y Junhui se carcajeó.

— Cállate, amargado. — Le replicó Seungkwan, porque con una no se podía quedar.

— La meta de hoy es emborrachar al Wonu. — Propuso Mingyu tocando los lentes de Wonwoo para molestarlo y pronto los chicos, con el mismo ánimo, se le unieron. Todos comentaban sobre las cosas que harían o especulaban de cómo estaría la fiesta, cómo sería la casa de Jungkook y si sería buena o no, cómo serían sus padres y en qué se parecerían a él.

Y mientras sus amigos conversaban sobre la dichosa fiesta, el estaba, jugando nerviosamente con sus dedos, creyendo que si quitaba los pellejos de sus uñas iba a poder evitar lo inevitable.

Probablemente era el único que no lucía tan ansioso porque la fiesta llegase, porque mientras los chicos se permitían sonreír a causa de los chistes que hacían sobre aquello Jihoon sólo sentía malestar. Pensaba que sus amigos eran una especie de flota salvavidas que en esos momentos lo mantenía cuerdo, pero que, sólo bastaba una aguja para pinchar y desinflarla.

Y lo peor era que, en ese caso, él mismo era la aguja; el tema para Jihoon estaba siendo cada vez más frágil. Se preguntó qué haría con exactitud para ayudar al imbécil de Daehyun, sus puños se apretaban solos de recordar el golpe que había recibido y la forma en que había sido sometido.

Nunca, jamás en su vida había sido tan humillado por un idiota que no daba más que él. No pensó nunca que podía haberse dejado tratar de esa manera por nadie, tan despreciable, arrogante y poco piadoso. Era completamente miserable.

Y así se sentía.

Él aún no sabía los motivos exactos que influían en el joven Choi, le importaban, pero estaba maquinando cómo investigar mejor.

Que al menos si sucedía algo, el pudiera desmantelar la verdad, servir de algo. No cagarla a tanta profundidad.

La mano de Seungcheol, aterrizando en su hombro lo sacó de su cuadro de horrores y acariciándole la barbilla obtuvo su mirada. Y si, Seungcheol era un descarado al cuál no le interesaba mucho lo que cuchicheara la gente a sus alrededores, así que, sin confirmarle nada a nadie más fuera de su círculo social, se daba la libertad de coquetear con JiHoon de vez en cuando (y si alguien le preguntaba, siempre decía "¿Qué? Estoy coqueteando con mi novio, sí ¿Y tú, te falta amor en casa?") —lo que resultaba lo suficientemente cortante como para espantar a todos.

𝐘𝐎𝐋𝐎 𝐘𝐎𝐇 • 𝐉𝐈𝐂𝐇𝐄𝐎𝐋 지철Donde viven las historias. Descúbrelo ahora