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Estaba ya en casa de Seungkwan, con el niño detrás de su cuerpo atento a lo que sucedía a su alrededor. Sus manitas seguían aferradas a su camisa color pastel y Jihoon por enésima vez en la noche suspiro con miedo.

ㅡ¿Cómo?

ㅡNo puedo, no me dejan, Jihoonie, lo siento.

Jihoon sólo no lo podía creer, el no podía, no, claro que no.

ㅡPero si nadie se quedará aquí hoy.

ㅡMis padres no permitirán eso, Jihoonie lo siento. De verdad lo siento. ㅡ Seungkwan miraba al piso algo intimidado, era prácticamente la primera vez que le negaba algo a Jihoon y a este pareció no gustarle aquello, nada de nada.

ㅡPuedes ir a tú casa..c- claro si no te regañan al llegarㅡIntentó reponer Seungkwan torpemente, Lástima que el no comprendía su situación.ㅡNo creo que te cueste tanto llegar. Oye, Jihoonie, ¡Jihoon, espera!

Jihoon ni volteó a despedirse de su amigo con cabellos color caramelo, él solo prendió su rumbo hacia la puerta, quería salir de ahí. Se sentía tan... tan...

¿Mal?

No le importó medio pepino si los padres del menor reposaban ahí o no, el sólo tiró de la puerta principal con fuerza mientras sostenía el bolso con naves espaciales del pequeño en su espalda. Quería comenzar a caminar, pero un enano ocultando sin remedio su rostro en su camisa delicada color pastel le llamó la atención, supo que el pequeño tenía sueño.

De pie, no había otra alternativa que cargar a la criatura para comenzar a mecerlo lentamente. No se creía el mejor cantante y el momento tampoco ameritaba su voz. Pero el hizo su esfuerzo por dormir al niño inquieto.

Y lo logró.

Quizás hayan quedado con la duda sobre ¿Cuál era el gran plan de Jihoon para dejar a SeungMing durmiendo mientras que él hacía desastre en la fiesta de SeungCheol?

Sencillo. Consistía en marcharse un momento de la fiesta junto con Seungkwan, acordar para dejar al pequeño en casa de su amigo y nuevamente irse con el chico a pasarla bien hasta el otro día. Pero podemos ver claramente que eso desafortunadamente no fue lo que sucedió.

Le desagradaba que las personas respiraran fuertemente contra su boca o su nariz, por ello siempre dormía sólo. Pero cómo una de las cosas nuevas que comenzaban a sucederle era que no le fastidiaba ni un poco que el niño respirara pesadamente contra su hombro mientras que por su boca se deslizaba una pequeña hilera de baba.

Fue ahí cuándo lo supo.

Su plan se había ido directo a la mierda.

Su cabeza miraba de un lado a otro y sus brazos no encontraban cómo acomodar al niño en una posición correcta.

SeungMing se había dormido, eran las diez y media de la noche y no sabía a dónde ir para dejarlo, ya que su fiel amigo no Tenía cuartos disponibles.

Las luz tenue de la puerta de entrada en la fachada de los Boo le hacía tener una clara visión de lo probablemente tarde que se le había hecho al rubio y de la oscuridad en la que estaban siendo arropados. Miró por unos segundos el rostro de su demonio con piernas antes de colgarlo sobre su hombro cómo un saco de papas de tamaño pequeño.

ㅡNo sé que voy a hacer.ㅡMurmuró negando con su cabeza de un lado a otro, sacudiendo consigo su melena rubia.

Estaba en aprietos, pero si algo supo desde que comenzó todo fue que, de algún u otro modo acabaría arreglándoselas el sólo.

𝐘𝐎𝐋𝐎 𝐘𝐎𝐇 • 𝐉𝐈𝐂𝐇𝐄𝐎𝐋 지철Donde viven las historias. Descúbrelo ahora