˚₊· ͟͟͞͞➳❥ 𝑯𝒐𝒔𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍 𝑷𝒔𝒊𝒒𝒖𝒊𝒂𝒕𝒓𝒊𝒄𝒐ੈ✩‧₊˚

☆04☆

Pov Reaper

—No hay nadie aquí... que extraño...— soltó un suspiro y se volvió a fijar en el número de la puerta —156... estoy en la correcta— dijo en voz alta mientras revisaba nuevamente el lugar.

—¿Qué haces?— el de cabellos oscuros dio un pequeño salto del susto al momento de escuchar aquella voz detrás suyo, puso una de sus manos en su pecho y se dejó media vuelta.

Frente a él se encontraba el chico con el que se había chocado la vez pasada, se fijó en la expresión que éste traía y notó que tenía una mirada de pocos amigos —eh... yo, soy Reaper, un gusto— dijo mientras le extendía la mano, el menor simplemente la observo y regreso su vista hacia el de cabellos oscuros, este por su parte bajo su mano al darse cuenta que no le iba a regresar el saludo —yo voy a ser tu psiquiatra— el mayor notó como el albino frunció el entrecejo y rodo los ojos —¿pasa algo?

—No necesito ayuda, gracias— entró a la habitación y se sentó en su cama.

—¿estás seguro? Porque si fuera así, yo no estuviera aquí junto q ti— dijo con una sonrisa.

—Tal vez te equivocaste de lugar— dijo de forma fría.

El mayor revisó sus papeles y levantó su mirada nuevamente hacia el albino —Lo siento lindura, pero en mis papeles está escrito el número de tu habitación.

—¿Me llamaste lindura?

El de cabellos oscuros asintió para luego fijarse en el reloj que llevaba en su muñeca —¿Tienes hambre?— dijo regresando su mirada al menor

—...No...

—Bueno, ya es hora de almorzar, sal cuando gustes—  dijo guiñándole el ojo y saliendo de la habitación.

Camino por los pasillos a paso lento, no tenía prisa en ir al comedor, veía a algunos paciente siendo llevados a comer junto a sus psiquiatras y algunos iban solos, otros simplemente estaban parados sin razón alguna, sintió un leve tacto en su hombro y miró sobre éste para encontrarse con Error e Ink.

—Así que... ¿te tocó la habitación 156 verdad?

El mayor notó como a Ink se le iluminaron los ojos —¡Esa es la habitación de Geno!— dijo mientras daba saltitos

Deja de ser tan adorable que me da derrame Inky :")

Apoyo a el desconocido :")

—Jejeje

Error soltó un suspiro y miro nuevamente al de cabellos oscuros —Si esa es la habitación de Geno, como decía, Reaper el es un poco...

—Un poco gruñón— terminó la frase Ink con una sonrisa.

—Si, y si te da problemas, avisame, yo intentaré hablar con él.

—Esta bien.

—¡¡Vamos a comer!!— dijo Ink mientras jalaba a Error de la manga —No vemos— sacudió una mano de un lado a otro mientras se dirigían al comedor.

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Reaper se dirigía nuevamente a la habitación 156, Geno no fue a almorzar, así que le llevaba una bandeja con un poco de comida, no es la mejor comida pero por lo menos es algo, un chico de unos 14 años de edad se detuvo frente a él y lo miro de pies a cabeza para luego sonreírle al mayor, busco algo en sus bolsillos y le lo entregó, una curita, dejando al mayor confundido —¿llevaba consigo una camisa de fuerza?— dijo para sus adentros y sacudió la cabeza tratando de ignorar ignore aquel detalle y le sonrió de regreso, el chico dio media vuelta y se fue por un pasillo, al cual el mayor supuso era hacia su habitación, siguió caminando por los pasillos hasta llegar a la habitación del albino.

Al entrar encontró a Geno durmiendo, dejó la bandeja en una mesa pequeña que tenía junto a su cama, y se acercó a él y en sus brazos vio unas marcas que estaban rojas —cortadas—, pensó e inconscientemente acercó una mano hacia aquellas cortadas.

Levantó la mirada hasta su rostro, tenía ojeras, pero su mechón las disimulaba un poco, recorrió cada facción de su rostro, hasta que se percaté de algo —¿Lágrimas?— susurró, estaba llorando, se separó del Albino y se dirigió nuevamente hacia la puerta. —Tal vez más tarde regresé.

—¡Hey Reaper!

—Sup Castaña, ¿qué sucedió?, ¿ya termino tu visita?

—No, es que, estaba jugando con Asy, y ahora no se donde está ¿No lo has visto por aquí?

—¿Asy?

—Un chico de 14 años, lleva una camisa de fuerza.

—¡Ah! se fue por aquel pasillo.

—¡Gracias!

Vio como corría por los pasillos en busca de aquel chico y soltó una risa retomando su camino por los pasillos. Imágenes de las cortadas en los brazos de Geno pasaron por su cabeza e involuntariamente tocó una de sus manos con la yema de sus dedos, la sonrisa que llevaba en su rostro desapareció al recordar su adolescencia y soltó un suspiro mientras alejaba su mano de su muñeca y la metía en los bolsillos de su pantalón, —... simplemente... no pienses en ello...

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~El falso optimismo tarde o temprano se vuelve desilusión, ira y desesperación.~