˚₊· ͟͟͞͞➳❥ 𝑯𝒐𝒔𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍 𝑷𝒔𝒊𝒒𝒖𝒊𝒂𝒕𝒓𝒊𝒄𝒐ੈ✩‧₊˚

☆41☆

—Entonces n-

—Nunca te dije "no"— dijo haciendo comillas con sus dedos —todavía no te he dado mi respuesta, pero no creo que sea negativa— dijo con una sonrisa.

—Genial— sonrió de lado —Gracias por dejarme hablar con usted señora CrayonQueen— dijo levantándose del lugar en el que estaba —Ahora si me disculpa, tengo que ir a trabajar— dijo caminado hasta la puerta siendo seguido por la mayor.

—Adiós chico— dijo al momento en que éste pasó por la puerta, cerró esta y volvió a hacer lo que hacía.

El de cabellos oscuros iba con una pequeña sonrisa, ya había logrado uno de sus cometidos, y hasta donde tenía entendido, CrayonQueen aceptó ir a visitar al albino.

Se dirigió al hospital a paso tranquilo, de todas formas ya iba tarde, el simple hecho de caminar rápido no haría gran cambio.

—Ya era divertido no verte llegar tarde— hablo el guardia abriendo la puerta.

—Si, ya se que me extrañabas— hablo con tono burlón ingresando al lugar.

Camino por los pasillos, no iría por su bata, más tarde podía colocársela, camino hasta el consultorio de Error, pero para su sorpresa éste estaba cerrado.

—¿No ha llegado?— se preguntó a si mismo, no le tomó importancia y camino hasta la habitación del de mechas coloridas, supuso qué tal vez el azabache estaría con él —Esto es una broma ¿no?— dijo empujando la puerta sin tener éxito en el intento.

—¿Hola?— escuchó una voz dentro que le hizo sonreír ampliamente.

—¡Ink! ¿Por qué tu puerta está cerrada?— preguntó acercándose a la puerta.

—No lo sé, cuando me levante e intente salir... simplemente no pude— dijo un poco desanimado —Señor Reaper, por favor, déjeme salir, quiero salir— suplicó cerca de la puerta.

—No tengo llave de tu habitación Ink— dijo de manera tranquila.

—Error tiene una... ¿No ha llegado?...

—No, y necesito hablar con él— dijo apoyándose en la puerta.

—Puedes quedarte— musitó en voz baja —No me gusta estar aquí...— balbuceó colocándose de cuclillas.

—Está bien— dijo de manera tranquila, dudo que Error demore.

—Gracias— murmuró con una pequeña sonrisa.

Ambos comenzaron a conversar un poco, para ir matando el tiempo, luego de unos treinta minutos de conversación un enfermero se acercó a la puerta del menor y abrió esta sin decir una sola palabra.

—Oye...— hablo el de cabellos oscuros acercándose al enfermero.

—Diga— respondió un poco nervioso.

—¿Por qué estaba bajo llave la puerta de aquel paciente?— preguntó cruzándose de brazos.

—Todas las puertas lo estaban, bueno, las de este pasillo— dijo en voz baja —Lo siento, tengo que retirarme— dijo bajando la cabeza y alejándose a paso rápido.

—Eso no respondió mi pregunta— murmuró con el entrecejo fruncido, se volteó y camino hasta la puerta del menor abriendo está sorprendiendo al de mechas coloridas.

—¡¿Error llegó?!— preguntó alegre al momento de ver que la puerta ya no estaba bajo llave.

—Desgraciadamente, no lo sé— dijo haciéndose a un lado dejando pasar al de mechas.

—Oh... bueno— balbuceó —¿Puedo ir a comer?— dijo con una sonrisa.

—¡Verdad! ¡No has desayunado!— dijo un poco alarmado.

—Geno tampoco por lo que veo— sonrió de lado y se comenzó a caminar por el pasillo para llegar hasta el comedor.

—Mierda— murmuró comenzando a caminar por el pasillo a paso apurado, estaba tan concentrado en hablar con el azabache que olvidó el primer motivo por el cual iba a trabajar ahí.

Ya frente a la puerta del albino, abrió esta despacio y se sorprendió al momento de ver que el albino seguía durmiendo.

—No otra vez— murmuró cerrando los ojos con frustración, se acercó al albino y se colocó de cuclillas frente a él —Otra noche de insomnio ¿no bae?— murmuró jugando con los cabellos que estaban en el rostro del menor —El lado positivo es que lograste dormir... pero no sé después de cuanto tiempo despierto— susurró lo último para si mismo levantándose y caminando fuera de la habitación.

El Albino por su parte abrió los ojos lentamente al escuchar la puerta siendo cerrada, miró con discreción hacia la puerta, para comprobar que no había nadie más en la habitación, se sentó estando aún con la manta encima y sonrió mientras miraba hacia la puerta.

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~Ser una persona realista no te hace pesimista~