˚₊· ͟͟͞͞➳❥ 𝑯𝒐𝒔𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍 𝑷𝒔𝒊𝒒𝒖𝒊𝒂𝒕𝒓𝒊𝒄𝒐ੈ✩‧₊˚

☆39☆

—Bien... esto ya es frustrante— habló cerrando los ojos con molestia. Cerró la libreta y la dejó a un lado mientras tomaba aire exageradamente.

Volvió a abrir los ojos y se quedó mirando un punto fijo por unos minutos, estaba pensando, llevaba ya un rato así, todo lo que se le venía a la cabeza eran incoherencias, nada relevante para su diario vivir.

Miró la hora en el reloj de su muñeca y se sorprendió al notar que ya habían pasado más de dos horas, se levantó y camino de regreso a los pasillos del manicomio, iba a paso lento, no tenía apuros, Geno se encontraba durmiendo y él era su única prioridad en aquel lugar, tarareaba una pequeña melodía mientras observaba el atardecer por las ventas, ¿cómo no había notado que estaba por atardecer estando fuera de aquel lugar? Era lo único que se preguntó al regresar su mirada al frente.

—¿Qué haces?— detuvo su caminar y volteó con rapidez al momento de escuchar un pequeño susurro cerca de su oído, trago en seco al ver que estaba solo en el pasillo, soltó un chasquido y frunció el entrecejo.

—No he dormido bien— murmuró dando un pequeño masaje en el puente de su nariz con cansancio. Retomó su caminar hasta llegar a un pasillo en el cual se encontró con distintos pacientes y algunos enfermeros acompañándolos.

Algunos enfermeros le sonreían en señal de saludo mientras seguían con su trabajo, Reaper por su parte seguía caminando de vez en cuando regresándoles el saludo.

Llegó al pasillo en el que se encontraba la habitación del albino, camino hasta la puerta de este y al llegar notó por la pequeña ventana que está tenía que el menor ya estaba despierto, éste se encontraba en posición fetal sobre la cama mirando a la nada, abrió la puerta llamando la atención del de cabellos blancos.

—Hola bae— dijo con una sonrisa, el menor bajo la mirada nuevamente a aquel punto que estaba observando antes de que él se cabellos oscuros llegara —¿Pasa algo?— preguntó.

—Creo yo que no— murmuró casi inaudible, el mayor se acercó hasta donde él y se sentó a su lado.

—Si... definitivamente algo pasa— dijo con una pequeña sonrisa mirando al menor —¿Quieres hablar sobre eso?— preguntó manteniendo su mirada en el menor.

—Si...— susurró, el mayor se acomodó en su lugar mientras que el albino abrazo con más fuerza sus piernas, —¿Alguna vez... has sentido que no perteneces a algún lugar?— preguntó de manera tranquila.

—¿A qué te refieres?

—No sé, tal vez... como si todo de lo que estás viviendo no es real— murmuró —Como si solo fueras... no sé cómo explicarlo— dijo escondiendo su rostro entre sus rodillas.

—nada...— murmuró, el de cabellos blancos levantó la cabeza y miró como el mayor bajo la mirada a sus piernas.

—¿Qué...?

—Sientes como si fueras nada... ¿no?— habló con una pequeña sonrisa con su mirada aún en sus piernas, volvió a levantar su mirada encontrándose con la del albino.

—Supongo— balbuceó desviando la mirada.

Un silencio un poco incómodo se formó en la habitación, pero ninguno le prestaba atención, ya que ambos estaban sumergidos en sus pensamientos, el de cabellos oscuros se levantó de su lugar y le extendió una mano al menor.

—Vamos, ya es hora de comer— dijo con una sonrisa. El menor asintió y se levantó de la cama y comenzando a caminar con el mayor hasta el comedor.

Iban en silencio, el albino soltó un bostezo por el aburrimiento, pero tampoco era como que quisiera iniciar una conversación, miraba el pasillo tratando de ver algo diferente pero todo era igual, el mismo color en la paredes, un color más oscuro en las baldosas y el techo.

—Ya es tarde Reaper— el mayor se detuvo haciendo que el albino lo hiciera también.

—¿Dijiste algo?— preguntó extrañado mirando al menor, éste negó con la cabeza.

—¿Por?— habló mirando con extrañeza al mayor.

—Nada, solo... estoy un poco cansado, no he dormido bien los últimos días— dijo con una sonrisa tranquila.

—¿Y eso?

—Pesadillas— dijo aun con la sonrisa en su rostro. —Pero no es importante, vamos, antes de que se haga más tarde— dijo comenzando a caminar nuevamente siendo seguido por el menor.

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~La mente puedo ser algo maravilloso para algunos, pero para otros, simplemente es su peor enemigo, del cual no se podrán deshacer nunca~